13 febrero 2013

Cap 8 Mi dios griego


CAPÍTULO 8

DECISIÓN

EDWARD


—Nymphaea caerulea, es su nombre científico, es un nenúfar, una planta acuática y crece en climas tropicales. Hay varios invernaderos en el país que cultivan lotos de diferentes colores incluyendo el azul— mi madre me leía una página web mientras yo tenía un libro de botánica abierto en la biblioteca.

—Excelente, eso es más cercano que traerlo de Egipto ¿Cuánto demora el envío?— pregunté.

—De tres a cuatro días— me dijo.

—Hay que ordenarlo de inmediato, lo necesito para el lunes— dije antes de salir para la escuela.

Llegué temprano al colegio, era extraña la forma en que latía mi corazón cada vez que estaba cerca del instituto.

Cada minuto, cada hora que pasaba la extrañaba más. La necesitaba más.

Tal vez estaba obsesionado con ella, no lo sé. Pero la obsesión es posesiva, yo la necesitaba, aunque fuera sólo para mirarla.

Y eso es lo que hacía en clases, en los pasillos, en la cafetería. Era un observador, un acosador. Parecía un paparazzi siguiendo todos sus movimientos, tratando de interpretar sus gestos, sus sonrisas, sus miradas y cuando podía me ponía en frente para saludarla.

—Si que te ha dado fuerte hermanito, pareces la sombra de Bella. Siempre estas mirándola como tonto, hasta sonríes cuando ella lo hace. Se van a dar cuenta— me decía Emmett a la hora del almuerzo. No había visto a Bella desde la mañana, nos cruzamos en el pasillo de los vestidores. Jasper llegó junto a nosotros.

—No quiero pecar de chismoso pero creo que esta noticia te interesa— dijo mirándome.

El corazón se me aceleró pero me tranquilicé cuando vi a Bella y sus amigas entrando al comedor, por un momento pensé que sería algo relacionado con su salud.

—Hay muchas versiones y no sabría con cual quedarme, tampoco voy a especular… lo único que puedo decir con seguridad es que Bella y Jacob ya no son pareja— me dijo sonriendo.

— ¿Qué pasó? ¿Pelearon? ¿Quién dejó a quién y por qué?— preguntó Emmett.

—Ya te dije que no soy chismoso Emmett, hay muchas teorías— se defendió Jasper

—Pero suéltanos algunas, anda— le rogó.

—Está bien. Los chicos dicen que Bella sorprendió a Jacob con Tanya en los vestidores y que pelearon, los del equipo dicen que Bella es muy celosa— mi corazón decayó un poco. —Pero lo comprobaré, que tonto soy, teniendo la mejor fuente a la mano— Tomo su celular y marcó.

—Hola princesa… si yo también te amo— dijo más bajo y agachándose un poco para que no lo oyéramos. —Quería preguntarte, si es cierto que Bella y Jacob terminaron— preguntó, estuvo un momento en silencio, se despidió y colgó.

—Mi princesa dice que Bella iba dispuesta a cortar con él pero que se encontró a Tanya y a Jacob en una situación comprometedora en los vestidores, y aprovecho la oportunidad— concluyó.

—Oh si, y tu no eras nada chismoso— se rió Emmett de él.

—Es sólo por ayudar a Edward.

—Gracias Jasper— dije sonriendo— Esa noticia me hace feliz— le dije y cambie la conversación. Ya que tenía razón, no debíamos andar especulando sobre la vida privada de los demás.

Pero no podía negar de algo en mi saltaba de felicidad.

Toda la semana vi que los Volturi intencionalmente trataban de provocar a Emmett pero claro, él estaba tan ocupado tratando de caerle bien a la hermana de Jasper que no se daba cuenta de nada.

Sabía que eso traería problemas, si hay algo que aprendí con el maestro que estudié durante varios años es que los jóvenes y en especial los varones nos comportábamos como animales.

Parecía ser que era una conciencia común, algo muy dentro que sólo era posible controlar con la razón.

Los instintos primitivos hacían que se actuara como en manada, y nosotros no pertenecíamos a esta manada, creo que ellos sólo marcaban su territorio y también a las chicas.

Félix había tenido algo que ver con la chica que le gustaba a mi hermano y también se veía que cuidaban a Bella. Si nosotros pasábamos sus límites permitidos tendríamos que arreglarlo por la fuerza, para imponernos.

No me gustaba mucho eso pero estaba dispuesto, si tenía que pelear lo haría. No me sentaría a tratar de dialogar con aquellos tipos.

El viernes por la mañana llamé al invernadero para preguntar por mi envío y me dijeron que estaba ya en camino, rogaba porque llegara a tiempo.

—Es el día, media escuela me odiará y la otra mitad me amará, espero que la mitad que me ame sea la femenina— decía Emmett mientras tomaba su batido.

— ¿Escogerán al equipo?– Preguntó mamá. —Espero que estés en él mi amor— le dijo.

—Claro que estoy mamita, ¿no te dije antes? Soy el capitán. Hable con el profesor el primer día de clases. Es solo que como ya tenían un capitán tal vez muchos se lo tomen a mal— le respondió.

—Felicidades hijo, me alegro—dijo mi madre.

—Yo también. Voy a estar rodeado de las chicas más bonitas de la escuela— dijo sonriendo.

—Creí que estabas feliz por poder jugar— comenté.

—Ah eso también, pero las chicas son un buen aliciente.

— ¿Porque tanta fijación en las chicas? ¿Crees que porque eres capitán te buscarán?— pregunté

—Me refería a las animadoras, en este instituto las animadoras y el equipo van juntos, a todo, los partidos, entrenamientos. Espero que hasta a las revisiones médicas— dijera con cara de tonto.

— ¿A todo? ¿Siempre?— pregunté asombrado. Yo no sabía eso.

—Sí. Y aunque es tradición de hace años que la capitana de las animadoras y el capitán del equipo anden juntos te prometo no acercarme a tu musa— aseguró.

—Pues más te vale o el equipo puede quedarse sin capitán—lo reté.

—Tranquilo, yo le tengo el ojo echado a una animadora que es lindísima, ayer salimos otra vez. Es un bombón, no solo de cuerpo que de por si es como…

—Ya cállate— le dije saliendo

Durante todo el día tuve la idea dándome vueltas en la cabeza. Nunca antes quise formar parte de ningún equipo, ni hacer alarde de mi fuerza o destreza. Preferiría vivir en el anonimato pero ser un miembro del equipo de baloncesto significaba pasar tiempo cerca de Bella.

A la última hora de clases vi que Jasper estaba nervioso.

—Estoy seguro que esta vez entraré— me dijo.

— ¿Piensas presentarte?— le pregunté.

—Claro, siempre he querido entrar al equipo, no sólo para estar cerca de mi Alice, sino porque realmente me gusta este deporte. Claro que si entro podré ir en el autobús y estar pendiente de mi novia, no me gusta como la miran algunos chicos— dijo frunciendo el seño.

—Yo también me presentaré— le dije.

— ¿En serio? Seria genial si entramos los dos pero no sabía que jugaras, le dijiste al entrenador…

—No me gusta mucho el baloncesto aunque lo juego bien, Emmett y yo fuimos a la misma academia cuando niños, solo que yo me inclinaba mas por otros deportes. Pero no es eso lo que quiero, creo que es algo más personal.

— ¿Algo que tiene nombre italiano, faldita corta, pompones y que parece que se comiera los libros?— preguntó riendo. Sonreí ante su comentario, era una descripción graciosa de Bella.

—Si— dije. Nos encaminamos hacia el gimnasio.

Vimos pasar a muchas chicas hacia otra sala de entrenamiento, habría también una prueba para animadoras. Entonces vi a una preciosa chica con cabellos castaños rojizos y ojos chocolates, era la razón por la que me encontraba aquí, me miró como si quisiera preguntarme algo yo sólo le sonreí.

—Miren, el novio de la mascota de las animadoras y el hermanito de Emmett— escuché una voz rasposa, era uno de los Volturi. Nos miraba a Jasper y a mí con desprecio.

— ¿Tienes miedo? ¿O hacerte el imbécil es tu pasatiempo?— le pregunté.

—Mide tus palabras gusanito, este es nuestro territorio, tal vez allá en tu pueblo eras alguien y tu hermano era popular. Aquí mandamos nosotros, que no se te olvide— dijo entre dientes. Cuando el entrenador llamó a la actual selección, Jacob Black estaba al lado del otro Volturi.

—Me alegro que muchos estudiantes estén interesados en pasar la prueba para formar parte de nuestra selección. Tengo noticias interesantes para ustedes, este año, nuestra selección contará con un nuevo capitán— todos comenzaron a murmurar. –Ya que contamos con un profesional en baloncesto, el director y yo hemos decidido otorgarle el poder para llevar adelante al equipo. Les presento al nuevo capitán del equipo, el señor Emmett Cullen— anunció.

Algunos aplaudieron entusiastas, otros tenían cara de preocupación. Jacob estaba serio, los Volturi se miraban sorprendidos. Mi hermano salió al frente.

—Gracias entrenador. Es un gran honor para mí chicos, espero estar a la altura, entrenaremos muy duro y seremos los mejores este año— dijo sonriendo, se escucharon más aplausos.

—Ahora quiero que se dividan en equipos de cinco cada uno, parece que va a estar reñidas las otras cuatro vacantes para el equipo titular, pero no se preocupen tenemos cinco plazas más para suplentes.

Jasper y yo formamos un equipo con otros tres muchachos, Emmett y el entrenador se sentaron para vernos mejor. El director del colegio se unió a ellos minutos más tarde.

Jugamos quince minutos, fueron cuatro equipos los que se formaron, algunos eran muy buenos y otros la verdad parecían estar perdidos en esto.

Al final fuimos 10 seleccionados para enfrentarnos en un partido más. Con nosotros estaba un muchacho un par de años menor que nosotros que se movía bastante bien, su nombre era Seth y congeniamos al instante.

En el otro equipo estaba completa la selección del año anterior. Sería difícil, ya que los Volturi eran muy altos y fuertes.

Empezamos el juego y en el primer minuto uno de los hermanos Volturi, creo que era Demetri, empujó al pequeño Seth que rodó por el suelo.

Desde entonces me dediqué a protegerlo, jugaba muy bien, tenía futuro en el este deporte si lo dejaban jugar limpiamente, claro está.

Después de 10 minutos estábamos empatados. Jasper era un excelente lanzador, Seth era buen armador y yo creo que se me daba mejor protegiéndolos.

Esperaba haber hecho un buen papel, me conformaría con ser suplente, eso era suficiente para estar en el equipo cerca de Bella. Cuando faltaba un par de minutos para terminar íbamos cinco puntos por encima del otro equipo, se veía que Jacob jugaba sin ganas, su amigo que lo acompañaba siempre, un tal Quil, estaba jugando mejor que él.

Los Volturi solo se dedicaban a golpear más que a jugar, me llevé varios empujones por proteger a Jasper para que pudiera lanzar adecuadamente. Seth se despuntó por la derecha y vi un destello en la mirada de Demetri que no me gustó, así que corrí para bloquearlo. Cuando estuvo cerca del aro Seth se detuvo un segundo para hacer su lanzamiento pero entonces fue Félix el que se acercó a él, corrí para detenerlo pero fue tarde, lo empujó con fuerza haciéndolo perder el equilibrio, sólo me quedó tirarme al suelo para que la cabeza de Seth no diera contra el piso.

Escuché aplausos y mientras nos levantábamos vi que Jasper estaba sonriendo.

—Eso es todo, han jugado muy bien, el equipo rojo ha ganado, es una sorpresa. En unos minutos volveremos con los resultados— dijo el profesor.

—Gracias Edward, si no fuera por tu espalda me habría desfigurado, si ya es difícil la escuela imagínate tener la cara cortada— sonrió Seth.

—Son unos tramposos, menos mal que aproveche que se voltearon a ver como Seth caía y les quité el balón en los últimos segundos— dijo Jasper llegando a nosotros.

— ¿Así juegan siempre?— pregunté.

—Son peores en los partidos, siempre eran expulsados. El año pasado Félix no pudo jugar los dos últimos partidos por acumulación de faltas— dijo preocupado.

Esperamos sentados en el piso a que regresara el entrenador. Cinco minutos después entro sonriendo con Emmett al lado.

—Bueno ha estado difícil la elección pero ya tengo los resultados— dijo y nos acercamos él. –Los titulares del equipo son: Emmett Cullen, como capitán del equipo, Edward Cullen, Jasper Hale, Quil Ateara, y Jacob Black. Los suplentes, son, Félix y Demetri Volturi, Embry Call, Mike Newton, Tyler Crowley y Seth Clearwater. Como ven tenemos este año seis suplentes. Ahora vayan a los vestidores a ponerse los uniformes. Emmett por favor ve al otro gimnasio y avísale a la profesora que tenemos el equipo formado— le ordenó.

Caminamos a los vestidores y allí estaban varios uniformes nuevos. Nos cambiamos y regresamos al gimnasio a esperar a las animadoras.

Estaba algo nervioso, quería ver a Bella en su uniforme de animadora pero cuando llegaron los chicos comenzaron a silbar.

La vi y me quedé como estatua. Ese uniforme era muy… como podría calificarlo sin parecer conservador… digamos que en mi opinión habían empleado muy poca tela.

Claro que revelaba un poco más del escultural cuerpo de la chica de mis sueños pero solo el hecho de saber que otros la veían como yo, me caía fatal.

El entrenador y la profesora de gimnasia hicieron las presentaciones correspondientes y luego ellas salieron a practicar en el césped. Estaba impaciente por hablarle.

—Edward, veo que tu y Jasper hacen un buen dúo, Emmett es genial pero necesitaré mucho de ti— me dijo el entrenador cuando salíamos. –He visto que eres muy rápido y más fuerte de lo que esperaba, te necesito como protector. Verás, todos estos años permití que Félix y Demetri jugaran porque son intimidantes pero poco estables. Los otros equipos también tienen jugadores como ellos, que sólo se dedican a golpear pero si tú puedes estar atento, adelantarte a sus reacciones y proteger a tus compañeros como he visto hoy creo que si podremos demostrar verdadero baloncesto— sonrió.

—Cuente con ello, no dejaré que derriben a ninguno de mis compañeros— le aseguré. –Entrenador, disculpe la intromisión, creo que Seth jugó muy bien como para ser titular— le dije, esperaba no molestarlo al cuestionar su decisión.

—Fue muy difícil decidirse. Era él o Jacob. Jacob es muy bueno jugando cuando está contento pero se ve que la noticia lo ha afectado, no quería humillarlo sentándolo en la banca. Por otro lado Seth se perfila para ser mi siguiente capitán, lo pondré en cada partido para que gane experiencia, es mejor que sea suplente, así me aseguro de paso que no sea muy maltratado mientras sigue creciendo, rayos todavía tiene16 años, será un jugador espectacular— dijo sonriendo ampliamente.

Fui a cambiarme muy rápido para alcanzar a Bella, la encontré cuando salía de los vestidores, le dije el motivo de mi decisión de entrar al equipo y pareció feliz, pero en eso llegó Jacob y me fui lo más rápido que pude, él parecía haber venido a rogarle que volvieran, era algo que no quería ver ni oír.

El sábado llegó mi pedido, lo desenvolví muy delicadamente, mi madre estaba al lado tan expectante como yo.

Muy bien embalado y dentro de un frasco de cristal estaba un perfecto loto azul con una flor abriendo y un capullo. Esme suspiró.

—Es precioso Edward, ahora entiendo porque se han escrito tantas leyendas sobre esta flor— dijo admirando la planta.

— ¿Qué miran con tanto entusiasmo?— preguntó Emmett llegando de la calle.

—Es una flor hermosísima que tu hermano mandó a traer para Bella— le dijo Esme.

— Está muy bonita ¿Qué es y cuanto cuesta?— preguntó.

— Es un loto azul. 80 dólares más envío— dijo ella sacando su cámara para fotografiar la flor.

— ¿80 dólares por esta cosita? Podrías tener un par de citas con ese dinero… son 8 tanques de gasolina, un ciento de preservativos… que no era más fácil asaltar un jardín— dijo mi hermano.

—Emmett, es una planta especial para una persona especial. ¿Y cómo sabes que un ciento de preservativos cuestan 80 dólares?— pregunté.

—Pues compro al mayoreo. Realmente me parece un desperdicio de dinero las flores, las que son tan caras al menos— dijo mirando con desdén el loto.

—No es sólo una flor, es una planta y es simbólica— sentencié.

El lunes por la mañana estaba nervioso, había pasado el sábado consiguiendo las otras flores que había mencionado Bella, sólo el tulipán me costó un poco de trabajo y me sugirieron que lo mantuviera a una temperatura más baja ya que por a la calor del ambiente pronto se marchitaría. Mi madre me ayudó a envolver todo en una bella caja que confeccionó ella misma. Se veía tan feliz al ayudarme.

Llegué muy temprano a la escuela y llevé todo con tiempo, arreglé la carpeta y puse algunos pétalos que había conseguido para la clase, no pretendía que deshojaran ninguna flor.

Bella llegó casi al empezar la clase, venía algo apurada y antes de sentarse a mi lado vi como se quedaba sorprendida mirando la flor, sus ojos se humedecieron y brillaron más de lo normal.

Eso era lo que quería, verla feliz. Era mi recompensa esa sonrisa y su mirada tierna.

La clase empezó y le fui mostrando las otras flores. Cuando mirábamos por el microscopio no pude evitar quedarme hechizado con uno de sus gestos, sus labios se habían separado y parecían llamarme, ella lo notó y se acercó a mí, estuvimos a punto de besarnos en clase pero Emmett nos salvó, aunque creo que no lo hizo intencionalmente.

Después de terminar la clase le ayudé a guardar todas las flores para nuestra siguiente hora de francés, estaba feliz porque nos habían dejado un trabajo en común y eso significaba que no reuniríamos, en su casa o la mía y que estaríamos juntos un rato.

Pero cuando me disponía a ayudarle a transportar las flores llegó otra vez Jacob, ya me cansaba esta situación, otra vez me aparté, no sabía hasta cuando toleraría esto.

No podía hacer nada más, no quería presionarla, me había prometido que no le causaría problemas ni pesares. Estaría para ella incondicionalmente. Aunque por dentro los celos me mataban.

Esperé cerca del aula de francés para ayudarla, cuando tomé sus cosas algunas chicas se acercaron, parecían que llevaban atuendos de animadoras por sus faldas cortas, se burlaron de mi por ayudar a Bella.

Me recordaban tanto a las niñas de mi primera escuela, vanidosas y altaneras. A veces las palabras duelen más que los golpes, nunca olvidaré las palabras que me decían: "huerfanito triste", "al que nadie quiere" eran frases me dolieron más que los golpes de los chicos.

Cuando una de ellas se me acercó instintivamente retrocedí, mi cuerpo rechazaba a las chicas así. Hice una broma sarcástica que parecieron no entender y entré a clases.

Esta vez no hicimos diálogos, era una pena, yo tenía algo preparado para decirle a Bella, me lo guardaría para más adelante.

Al terminar la clase, la ayudé otra vez con todo. Ella era muy cuidadosa al caminar pero había notado que su pie derecho se ladeaba un poco y no quería que se cayera.

Llegamos a su auto pero aparecieron los Volturi. Esta vez estaba decidido a cerrarles sus sucias bocas. Le pedí a Bella que subiera a su auto, por nada del mundo quería que ella me viera pelear, pensaría que soy un monstruo, un energúmeno que le gusta causar dolor.

Y es que cuando peleaba me desconocía a mí mismo, era como si me dejara llevar por mis instintos, me enfocaba en mi oponente y jugaba con él hasta acabarlo. Sólo había peleado en algunos campeonatos pero lo dejé en cuanto conocí a un nuevo maestro que llegó a Chicago y me ayudó a enfocar mi fuerza y a usarla sólo cuando fuese necesario.

Pero Bella parecía tener miedo de que me lastimaran y no quiso dejarme con ellos. Emmett y Jasper llegaron y los hermanos luchadores se marcharon advirtiéndome que pronto nos enfrentaríamos. Estaría preparado para ese momento.

Emmett se burló cuando se enteró, al parecer no tomó en cuenta la advertencia de Félix, ahora estaba seguro de que no era solamente el baloncesto lo que odiaban de mi hermano, sino que era más personal, era por Rosalie.

No quería preguntarle a Bella para no parecer descortés pero estaba seguro de que su amiga y Félix habían estado juntos.

Después de que Bella se fue decidí hablar con mi hermano al respecto para ponerlo al tanto, él era un tanto descuidado y se fijaba poco en los detalles, no quería que esto le estallara en la cara. Así que después que Jasper se marchara inicié una conversación algo incómoda.

—Emmett, no es nada personal pero ¿qué tan lejos has llegado con Rosalie?— le pregunté.

—Creo que estoy haciendo tiempo, ella me gusta mucho, no estoy seguro pero creo que ha llegado el momento de sentar cabeza y tener una pareja estable— me sorprendió que el play boy de Chicago dijera eso.

—Tal vez sean sólo suposiciones mías pero creo que ella entes ha sido novia de Félix Volturi— le dije midiendo sus reacciones.

—Bueno yo no he sido un santo y ella es tan hermosa que seguro tiene una legión detrás y no sólo en la escuela ¿A qué viene eso Eddie?— preguntó.

—Toda la semana he escuchado los comentarios de los Volturi.

— ¿Comentarios?

—Ahora se están volviendo advertencias— le aclaré.

— ¿Era eso lo que significaba lo de cuidarme de las rubias?— si que era lento mi hermano.

—Creo que sí. Sólo una pregunta más. ¿Si Rosalie hubiese estado antes con Félix, más íntimamente, eso no cambiaría nada entre ustedes?— pregunté.

—Mira hermanito, lo que no fue en mi año no me hace daño, si estuvieron juntos antes de que este galán apareciera, o sea yo, es pasado. Yo soy el presente y espero ser el futuro de Rose. Además que le puedo pedir que yo no ofrezca, si hablamos de uso, yo estoy algo usadito y con orgullo. Ya veo por dónde vas hermanito. Lo mismo te preguntó yo ahora. Ajá te volteé la tortilla— dijo sonriendo. –Si Bella ya ha estado con Jake y no me refiero sólo a darse piquitos ¿cambiaría en algo lo que sientes por ella?— me preguntó.

No había considerado eso antes. Ciertamente yo había conocido a Bella siendo novia de Jacob pero no me había puesto a fantasear sobre su relación. Claro que no cambiaría lo que yo siento. La amaría igual, con el pasado que tuviera.

—No, en absoluto— respondí.

—Entonces estamos en las mismas. Que felicidad que podamos hablar de sexo Eddie— dijo él, otra vez volviendo a su estado natural de niño grande.

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