14 febrero 2013

Misión San Valentín







Misión San Valentín

By: Jimena

Todo comenzó un día normal, estaba sentada viendo televisión mientras, mama, cocinaba en eso llegó papa y me cargó.

— ¡Ay! ¡Papá!—dije fingiendo estar molesta.

—Vamos a comer cariño—dijo mi papi, Edward.

Solo le sonreí pues todos los días me hacía lo mismo, ya me acostumbré.

–Yupi, ¡pizza! –exclame al ver mi comida favorita.

—Tranquila, Nessie, no pongas cara de muerta de hambre.

—Es que tengo el estómago vacío. — Y puse mi mejor cara de gatito hambriento.

—Déjala comer Bella debe estar muy cansada—Me defendió mi padre.

—Bueno, sírvanse 3 porciones cada uno y no coman antes de agradecer—Dijo mamá.

 Trate de comer lo más despacio que pude, pero aunque hice todos mis esfuerzos termine en un dos por tres.

—Nessie, toma un pedazo más. —Me ofreció mi padre— Debes estar hambrienta.
—No, Edward, ella ya comió suficiente. Tú deberías comer más, ya que trabajas.

—Pero ella está en proceso de crecimiento, mi amor.

— ¿Crecimiento? Si el pediatra dijo que tenía sobrepeso.

—No está gorda, solo un poco llenita.

—Pues tiene 6 kilos de más no es un peso apropiado para una niña de tan solo 9 años.

—Ese pediatra está equivocado. Hay que llevarla con Carlisle.

¡Claro! Tu padre, ¡siempre tu padre! Tu padre es doctor, ¡no pediatra! ¡Si lo dijo el pediatra, hay que creerle porque está especializado en niños!

Otra vez peleando. Desde que mama se embarazó empezaron a pelear por cualquier cosa.

Siempre terminaban dándose un beso. De pronto el sonido de un plato rompiéndose al caer al suelo me hizo volver a la realidad.

—Isabella Swan ¡Tranquilízate! –Dijo papá

Vi la escena detenidamente: Mama estaba roja de rabia y con un plato en la mano, papá trataba de calmarla con palabras dulces y suaves, tras él había un plato roto que había esquivado, me sorprendí de ver que mamá casi le acierta, entonces me di cuenta de que esta si era una pelea de verdad.

— ¡Mama! ¡Papa! —grite cuando ella estaba apuntándole a papa otro plato.

— ¡Cállate Renesmee! –Grito mama.

—No le hables así a la niña –Le dijo papa.

Mama lo miro con cara fea y se fue a la cocina. Papa solo me miro y me dijo que lo arreglaría todo para mañana, puesto que había roto el plato le había dado a mi muñeca de porcelana.

Ya eran casi a las 10 de la noche ¿Tanto se demoran en pelear los adultos?

Fui a mi cama y admire el bello dibujo que había hecho de mi familia. Incluso había dibujado al nuevo “roba cariño” que estaba por llegar.

Escuche muchos gritos y a la vez un sonido familiar, como el que hacia mi walkie talkie… ¡MI WALKIE TOLKIE!

Rebusque por toda mi habitación en búsqueda de ese preciado regalo de mi mejor amigo y a la vez vecino, Jacob, me dio. Íbamos en el mismo curso y siempre estábamos juntos.

— ¿Si? ¿Jake?

—Nessie, ¿Cómo estás?

—Bien. ¿Por qué?

—Escuche gritos y que algo se rompía en tu casa.

—Ah eso, no fue nada solo mi mama y mi papa peleándose. Uy, tengo que cortar mama y papa están subiendo.

—Ok, te hablo después.

Escondí mi walkie talkie rápidamente. Papá y mamá entraron.

 —Disculpa mi amorcito –Me dijo mama al entregarme un plato de pizza.

—No, mama, ya no tengo hambre. –Le dije.

—Bueno, si se te antoja, te la dejo aquí. –Dijo mientras depositaba el plato en la mesa de noche.

Ellos salieron y voltearon brevemente para enviarme un beso volado.

Pero mientras pasaban los días las discusiones se hacían más intensas. A diario había una o dos peleas entre ellos.

Ya no sabía qué hacer y además tan cerca de San Valentín no puede haber dos personas que se aman discutiendo tanto.

Así que Jake y yo iniciamos la “Misión San Valentín”.

Todo debía ser tierno y delicado, por tal razón iniciamos decorando mi casa.

No funcionó pues decore toda la casa con flores pero no sabía que mama era alérgica al polen y se molestó mucho con papa al pensar que él me había mandado a decorar.

Lo siguiente era regalar flores a mama de parte de papa pero como era alérgica no iba a funcionar.

Decidimos darle chocolates en un envase con forma de corazón y envueltos en un forro color rojo con pequeños corazones en todos lados. Y por supuesto una etiqueta que dijera que era de mi papa.

Tampoco funcionó porque el chocolate le provoco problemas estomacales a mama y casi le pega a papa pensando que lo había hecho a propósito.

Lo que en verdad paso fue que reunimos todos nuestros ahorros y compramos un chocolate de mala calidad y con fecha de vencimiento cercana, puesto que teníamos poco dinero.

Lo último que se nos ocurría era una cena muy romántica a la luz de las velas como en las películas.

—Jake, la harina se hecha en el pastel no en el estofado –Le exclame al ver que tenía unas muy absurdas intenciones.

—Disculpa, Nessie, nunca antes había cocinado –Me dijo con cara de perrito abandonado.

—Bueno, ve a ver el arroz –Dije— No se vaya a quemar.

—AYY —Grito mi amigo

— ¿Qué pasa?—dije al voltear y vi la peor escena en la cocina.

Jake estaba cubierto de harina, azúcar y huevo.

—Era lo único que teníamos para hacer el pastel –Dije apenada

—Lo lamento Nessie –Dijo, mientras una lágrima caía sobre su pecho.

—No te preocupes podemos conseguir más

—No a estas horas, todas las tiendas deben de estar cerradas.

—Entonces será sin pastel.

—­ ¿Qué les vamos a servir? El arroz ya se quemó.

—Aún tenemos guiso.

—No sirve lo dejaste de mover y esta negro.

—Hay un poco de helado.

—Nos lo acabamos ayer.

—Podemos ordenar pizza.

—Solo atienden hasta las 8 en punto y ya son 9 y media

Jake se aseo en un tiempo record, me dio ganas de llamar a esos señores de los records Guinness.

Así fuimos repasando todas las alternativas y optamos por servirles fresas con chocolate derretido puesto era lo único que había en la refrigeradora.

Busque en internet como hacerlo y decía que había que ponerlo en baño María y le pregunte a Jake si teníamos alguna vecina llamada María para que se bañe y podamos derretir el chocolate.

— ¿Seguro de que no hay ninguna María en el barrio?

—Más que seguro. Un momento recuerdo una María… ah, la ex novia de tu tío Jasper.

— ¿Tuvo alguna otra novia a parte de la tía Alice?

—Sí, se lo oí a mi mama.

—Pero sabes que tu mama es una chismosa.

—Hey, no te metas con mi mami.

—Está bien. ¿Entonces qué hacemos?

—Busca en tu laptop “Baño María”.

—Ahh, no es una chica que se llame María es una forma de calentar alimentos.

—Menos mal, no quería entrar en una casa y decirle a una señora que se bañe junto al chocolate.

—Jajajaja… no sería apropiado y menos a estas horas.

—Hay que apurarnos ya van a llegar tus papás.

Hicimos todo lo que nos dijo el internet y llegamos a derretir todo el chocolate y cortar las fresas, solo quedaba arreglar el lugar.

Después de 15 minutos todo estuvo perfecto, las velas prendidas y como música de fondo “A Thousand years” de Christina Perri.

Todo era tan romántico.

—Espero que les guste todo –dije

—Les encantará –dijo Jake viendo su reloj de pulsera.

 En eso entro la mama de Jake.

— ¡Mama! ¿Qué haces aquí? –dijo Jake

—Hijo, esta es nuestra casa.

— ¡QUE! –dijimos al mismo tiempo

Cogimos rápidamente un carrito muy grande y pusimos absolutamente todas las cosas que habíamos hecho. Abrimos la puerta y vimos a lo lejos a mi mama y a mi papa. Entramos a mi casa y empezamos a decorar todo colocamos las velas, una fuente de chocolate y todas las fresas.

—Apúrate, ya vienen.

—No lo puedo hacer más rápido

— ¿Vas a irte? –le dije justo cuando lo vi cogiendo el pestillo de la puerta.

—Ok, seré el mozo –Me dijo.

Oí abrirse la puerta.

— ¿Nessie, donde estás?

Volteé a ver a mi amigo que con una rapidez impresionante se había disfrazado de mozo.

—No te preocupes yo los guiare hacia el comedor –me susurro Jake

Salió de nuestro escondite y escuche carcajadas.

—Señores Cullen, pasen al comedor, por favor.

Escuche que se acercaban cada vez más a ese paraíso de enamorados, la felicidad y la nostalgia flotaban en el aire. Recordé nuestro quinto San Valentín lleno de emociones y alegría. Yo corría por todos lados con chocolates y tarjetas en forma de corazón fue el mejor San Valentín.

—Wow, fresas con chocolate –Exclamó papá.

—No te hagas, Edward, sé que enviaste a los niños a hacer esto.

—Cariño, yo no los he enviado a hacer nada.

Vi que las cosas se estaban poniendo feas así que me levante y les dije lo mucho que los quería y que por tal razón había hecho esto.

— ¿Cuánto les diste Edward? ¿$/. 15, $/. 20, $/. 50? No los puedes andar sobornando para que te perdone.

—Mamá, mi papá no me ha pagado nada.

— ¡Edward, dime la verdad!

— ¡No he hecho nada!

— ¡No te creo!

— ¡Preciosa, cálmate!

— ¿Por qué no se dan cuenta de que nuestra familia se está desmoronando? – grité. Y salí corriendo en medio de las lágrimas hacia mi habitación.

Mi familia no tenía remedio, solo era cuestión de tiempo para tener que elegir entre mi mamá y mi papá.
*toc, toc, toc*

—No voy a abrir, mama.

—Soy Jake

— ¡Quiero estar sola!

Estuvo tocando por unos minutos más y luego oí que se alejaba.

—Todo es por tu culpa –escuche a lo lejos.

—Yo no hice nada, Bella

—Eh, disculpen, yo… me voy

—Adiós, Jake –Dijo mi padre

Ahora estaba sola con dos adultos que se comportaban como dos adolescentes caprichosos.

En eso se me ocurrió una idea, ¿Por qué no vivía con Jake?

No, era algo muy desesperado.

Mejor me iba con mis abuelitos Esme y Carlisle…

Ellos me entenderían, me cuidarían, me llevarían a la Universidad, me ayudarían con mis hijos, yo los cuidaría de ancianos…

Ya me imaginaba toda una vida con ellos.

Escribí una nota diciendo que ya no estaba feliz aquí y me iba de casa.

Cogí lo más importante, como mi mochila llena de cuadernos, mucha ropa, libros, muchos libros, demasiados libros, pues adoro leer.

Con suerte mis abuelos no llamarían a mis padres.

Salí por la ventana y toque el suelo con mucha gracia.

Eran como a las 10 de la noche.

En eso vi a Nickey Newton Stanley, el hijo de Mike Newton y Jessica Stanley.

¿Quién le pone de nombre a su hijo una combinación entre Mickey Mouse y la marca de zapatillas Nike? Son bien tontos la verdad.

No me podía creer que el niño salió igual a sus padres, es tan torpe que no parece acordarse de cuál es su izquierda y cual su derecha cuando camina y es tan tonto que ni siquiera puede sumar una fracción homogénea.

Sacando la basura se veía como un mono con dos grandes cocos en cada mano a punto de caerse.

—Hey, Ness ¿A esta hora despierta?

—Sí, ¿Algún problema?

—No, nada solo que a estas horas yo ya estoy dormido.

— ¿Y?

Con él ni se podía hablar. Enredaba todo y no pronunciaba bien

— ¿Qué haces?

—Me voy de mi casa

— ¿Por?

—No quiero seguir aquí, en especial con un vecino tan tonto y sin cerebro.

—Deja de hablar así de mí, todos me quieren.

— ¡JA! Hice una encuesta entre rescatarte a ti y a un gatito. El gato gano

— ¿Por qué me tratas así?

—Ummm… no sé, ¿Será porque no eres buena persona y siempre me andas molestando?

—Yo no te molesto

—Y… ¿Por qué razón me jalas el pelo, me dices que soy una sonsa?, en especial, ¿Por qué me quieres quitar a mi mejor amigo?

—Él se merece un amigo, se la pasa todo el día contigo. Los hombres no deben andar con mujeres, ustedes siempre lo malogran todo.

Saque muy despacio una manzana de mi mochila y se la tire en la cabeza. Por suerte yo si tengo buena puntería, le di justo en la frente y se fue llorando a su casa.

La gente normal, como yo, ya está harta de los retrasados como él.

Bien, la casa de mis abues estaba un poco lejos.

Me llevaría un par de horas llegar, pero a las 10 calles ya estaba agotada.

Creo que aún faltan otras 10 más.

Llegué a un parque muy bonito y me senté en una de las bancas.

Había un señor a lo lejos y se me ocurrió preguntarle donde quedaba el Museo de madera de Forks, cerca quedaba la casa de mis abues.

—Disculpe señor, ¿Sabe dónde queda el Museo de Madera?

— ¿Qué haces a esta hora despierta? – dijo el señor mientras se levantaba y me cogía de la mano.

— ¿Abuelo?

— ¿Y tus padres?

—No vienen conmigo.

—Ven vamos con Esme.

—Ok –Dije mientras sonreía

¡Ya me encontré casa! Ahora viviría una vida muy feliz.

Llegue a mi segunda casa, tan grande y bonita como siempre.

—Jovencita, ¿Que hacías en la calle a estas hora?

—Mama y papa se pelean mucho y me fui de casa.

—No los puedes dejar así como así ¿Y tus estudios?

—Traje toditos mis útiles.

— ¿Te pensabas mudar?

—Claro, no van a llamar a mis padres ¿Verdad?

—No –dijeron al mismo tiempo— lo haremos mañana a primera hora.

— ¿QUE? Yo quería pasar un tiempo con ustedes.

—El único tiempo que pasaras será en el cuarto de huéspedes.

—Está bien.

Me llevaron al pintoresco cuarto de al fondo, era muy feo.

Me leí dos libros de tan solo 68 páginas cada uno, me quede pensando en mi papa y mi mama, lo mejor era que no se disgusten, por el bien de mama.

Qué bueno que dije a donde iba, porque si no mama se hubiera desmayado.

Esto me iba a dar un buen castigo, pero generalmente me porto bien, espero que no sea un castigo muy fuerte.

******************************

Desperté algo agitada había tenido una pesadilla de la cual ya no me acuerdo.

—Nessie, ven cariño.

¿Esa es la voz de mama?

Seguro vinieron a buscarme.

—No voy a ir si siguen peleando

—Deja de hacer drama y conoce a tu nuevo hermanito.

¿QUE? ¿NUEVO? ¿HERMANITO? ¡SI!

Baje las escaleras como un rayo y logre visualizar a un pequeño bebe.

— ¿Cómo se llama?

—Anthony, nació cuando te fuiste...  hablaremos de eso después

—Déjame cargarlo.

—Claro, es todo tuyo.

Papa lo miro con ternura.

Él bebe era pequeño y con cabello cobrizo, abrió sus ojos verdes y me dedico una desdentada sonrisa.

—Hola bebe…

Bueno que le dices a un bebe que apenas te entiende.
Me miro atentamente y pude ver en su mirada que sabía que lo amaba.
Vi mi celular, era 14 de Febrero.

— ¿A qué hora nació?

—A la una de la madrugada.

—Pues bienvenido al mundo Cupido baby.

Así este fue el mejor día de San Valentín de toda la historia

♥  F I N  ♥



 Gracias por leer, este oneshot lo escribió mi hija Jimena para mí pero lo comparto.

PATITO











2 comentarios:

Mónica dijo...

q tierno <3

Atenas dijo...

que lindo y tierno. refleja la inocencia :D

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