14 febrero 2013

Cap 4 Metiches



CUARTO METICHE: MI PADRE

BELLA

— ¿Estás saliendo con ese mequetrefe?— preguntó Alice unas semana después.

Debía confesar que nuestra amistad estaba algo fría debido a las cosas que ella me había ocultado. Yo tampoco quería decirle nada.

—No sé a cual mequetrefe te refieres.

—Pues a míster Músculos, a quien va a ser.

—Ah, te refieres a Jake, no estamos saliendo, me invitó a ver a su academia de karate, fui un par de veces, es todo— no tenía que entrar en más detalles, no tenía derecho a exigir verdades cuando se callaba cosas importantes.

—No te hagas la loca conmigo Bells, el martes pasado Jasper y yo salíamos del cine cuando te vi en su auto— me estaba señalando, mala amiga.

—¿Y? Tuvo la delicadeza de venir a dejarme— la castigaría con el látigo de mi indiferencia.

— ¿Delicadeza? El burro Black con sus patazas no tiene un gramo de delicadeza— casi me gritó.

— ¿Por qué lo ofendes?— yo seguía imperturbable.

— ¿Ofender? Sólo es un cumplido para ese baboso. Es el tipo más asqueroso que existe. Uy sólo recordarlo me dan ganas de vomitar— se sacudió.

Ahora lo recordaba, Jake hace años trató de besar a Alice.

—Bueno, no estamos saliendo ¿Satisfecha?

—No. Si no hablas Bells voy a tener que obligarte ¿Vamos que te sucede? Ya deja esa pose de ofendida que no te cae.

— ¿Y por qué crees que yo estaría ofendida? ¿Tal vez porque paso tiempo con Jake que ya no se fija en ti? ¿O porque eres tan mala amiga que nunca me dijiste que tu hermano salía con Tanya? ¿O que me ocultas que Edward está en tratamiento porque tiene un tornillo flojo?— le grité.

Ella solo me miró e hizo varias muecas.

—A ver a ver, vamos por partes como Jack el destripador. Primero, para mí, lobito solitario Jake puede perderse en el espacio infinito, no estoy celosa porque salgas con él, estoy asqueada porque lo dejas estar cerca de ti. Eres mi mejor amiga, si lo besas tendré que fumigarte. Segundo ¿De dónde rayos sacas que mi hermano está o estuvo con Tanya?

—Me lo dijo Jake. ¿Y es el mejor amigo de Edward no? Debe estar más enterado que tú— le reclamé

— ¡No! Puede que hable con él cosas de chicos y puede que sean amigos porque nunca le conté que el idiota trato de besarme. Pero jamás sabrá más que yo de la vida de mi hermano. Por Dios, escucho sus conversaciones telefónicas, intercepto sus correos, leo su diario. Si hay alguien en el mundo que sabe más que Eddy de su vida soy yo— en ese momento se tapó la boca asustada.

— ¿Alice, lees su diario? Por Dios eres una psicópata— me espanté.

—Fue solo una vez y era para saber porque rayos estaba tan triste. Fue aquella ocasión en que viste esas revistas ¿Te acuerdas?— como olvidarlo, si pensé que Edward era un depravado.

— ¿Bueno, pero si no lo lees ahora entonces como sabes que no estuvo con Tanya?— pregunté.

—Porque estoy segura que está enamorado de ti— confirmo, me sonrojé un poco pero aun no están satisfecha con todo.

— ¿Y eso de la terapia?— pregunté.

—Eddy no está en ninguna terapia, porque no lo necesita. Aunque estos días ha estado un poco callado, ya no habla con Jake y no sé porque ¿Quieres que averigüe?— preguntó.

—No. Esto es muy extraño ¿Por qué Jake me diría esas cosas? Además cuando tu hermano me pidió que fuera su novia, gritó como loco.

— ¿Qué? Mala amiga, después de 10 años de amistad ¿Así me pagas? ¿Mi hermano te pidió que fueras su novia? No me habías dicho nada— me aventó un cojín.

—Estaba molesta contigo. Fue el día del aniversario de mis padres. Edward me dijo muy atropelladamente que si quería ser su novia pero luego gritó.

— ¿Gritó?

—Si, se sujetó la cabeza como si le doliera, me pareció de lo más raro, entonces mi papá llegó y se fue. Todo paso muy rápido y de modo extraño.

—Ay, eso debo averiguarlo. Edward no es un loco para andar gritando por allí, es el más cuerdo de los dos hermanos que tengo y eso que Emmett es un ya profesional. No, Edward es divertido, bromea mucho pero no es loco ni desquiciado. Sé que algo lo tiene así y creo que su amiguito tiene mucho que ver. Ahora mismo iré a investigar, vas a ver cómo me entero hasta el último secreto así tenga que torturar al apestoso de Black— amenazó.

Yo no estaba muy convencida, Jake no parecía mal sujeto, es cierto que era algo presumido.

Claro que al lado de Edward era una zapatilla vieja por muy buen cuerpo que tuviera.

Decidí esperar a que Alice investigara.

Al día siguiente en la escuela quise investigar si era cierto lo de Tanya. Así que le busqué conversación.

—Ey hola ¿Hiciste el resumen de Romeo y Julieta?— le pregunté.

— ¿Era para hoy? Rayos, tuve una audición el fin de semana y no me acorde.

—Bueno no hay problema, tengo aquí un borrador, no es mucho, si lo quieres— le ofrecí un papel que previamente había traído con esa finalidad, yo sabía que algunas rubias eran despistadas.

—Gracias Bella eres magnífica. Siéntate conmigo y me explicas un poco por si hacen preguntas.

—Claro, además no es complicado ¿Viste la película de Leo Di Caprio?— pregunté.

— ¿Titanic? Claro— si que algunas rubias era huecas.

—No, la de Romeo y Julieta. Te explico, es una historia de amor trágica…— fueron los cinco minutos más desperdiciados de mi vida, ella me miraba pero parecía estar pensando en otra cosa. — ¿Entendiste?— pregunté.

—Claro, es un cuento de hadas— sonrió.

—No. Es trágico, los cuentos de hadas tiene finales felices, — le sonreí.

—Oh bueno, entonces lo tengo, todo es triste.

—No, es un libro sobre el amor entre una par de chicos de familias enemigas, es prohibido pero para el amor no hay imposibles, aunque para hablar del amor solo tienes que recordar a tu novio ¿Tienes novio verdad?— pregunté.

—Claro, es guapísimo, tiene un cuerpo y una sonrisa que mata, no hay mujer en el mundo que se le resista— dijo muy presumida.

—Oh vaya ¿Quién es el afortunado?— pregunté con temor.

—Es Edward—sonrió.

— ¿Edward? Oh, que... bueno— sonreí. Aunque quería llorar.

—Sí, lo sé, es fabuloso, aunque él no quiere que se sepa aún. Promete que guardaras el secreto— me sonrió. Tristemente le dique que si...

La profesora entró ene se momento y casi no presté atención a la clase. Cuando el timbre tocó, Tanya se puso de pie.

—Gracias Bella, algún día te llevaré a alguna de las fiesta que mi Ed celebra— me sonrió.

Un momento ¿De cuándo acá Edward hacía fiestas?

—Alice me invitará seguro— dije recordando apenas las dos fiestas que habían celebrado en casa de los Cullen.

— ¿Alice? No la conozco ¿Es su representante?

—Su hermana— le dijo horrorizada.

—Su hermana se llama Molly— dijo como yo fuera retrasada.

—Tanya ¿De qué Edward me hablas?— pregunté.

—Del más guapo claro. Edward Northon— me sonrió de oreja a oreja.

Quise gritar de alegría.

— ¿No es muy mayor para ti?— pregunté algo confundida.

—Tú misma dijiste que para el amor no hay imposibles— sonrió y salió del salón de lo más fresca.

Me costó unos minutos recuperarme del impacto. ¿Ella salía con una estrella de Hollywood?

Bueno cada loco con su tema.

Esa tarde decidí ir a hablar con Jake y pedirle explicaciones. Fui al gimnasio pero esperé afuera a que saliera.

Me escondí en una tienda de videos que estaba al lado.

Después del entrenamiento lo vi salir, lo seguí pero caminaba muy rápido, entonces lo perdí de vista.

Corrí para buscarlo cuando me sorprendió escuchar gritos en un callejón.

— ¡Eres un traidor y mal amigo!— era la voz de Edward.

— ¿De qué hablas? Deja de ensuciar mi kimono soy cinturón negro y puedo romperte la cara Eddy— lo amenazó.

—Me dijiste aquel día que Bella estaba sola ¿Me animaste a pedirle que sea mi novia porque sabía que iba a fracasar verdad?— no podía creer lo que oía.

—No sé de que hablas— dijo Jake riéndose.

—Encontré esto en tu casillero— dijo Edward pero yo no podía ver nada.

—Eso no es mío, no tienes porque hurgar en mis cosas. Si Bella quiere salir conmigo es porque no siente nada por ti— le gritó.

¡Pendejo! Tenía unas ganas locas de patearle los herederos.

—Tu sabias que yo la quiero ¿Por qué con ella?— mi corazoncito se aceleró.

¡Ay mamita! Edward estaba aceptando que sí me quería.

—No le gustas, me lo ha dicho— uy era perro muerto.

—Me tendiste una trampa, usaste eso para malograr mi declaración— yo me moría por ver lo que sea que Edward le estuviera reclamando.

—Esa cerbatana no es mía. Además ella no te iba a aceptar. Lo siento Edward, ahora es mi novia, no tienes nada que hacer— estaba perpleja, como Jake podía ser tan idiota, Alice tenía razón. Iba a dejarlo sin descendencia.

— ¡Traidor!— escuché algo romperse.

¡Estaban peleando!

¿Qué podía hacer?

¡Ay Dios! Jake sabe karate. ¡Va a moler a golpes a Edward!

Tomé mi celular y llamé a la policía, después de 30 largos segundos de esperar les dije que vinieran a detener una pelea.

De inmediato entré en aquel callejón, debía detener esa pelea de algún modo. Digo, yo era la manzana de la discordia, algo podría hacer.

Pero me sorprendí al ver que Edward tenía Jake como costal de boxeo.

— ¡Alto! ¿Qué hacen?— grité.

Edward se detuvo en el acto y se levantó del suelo. No me miró.

—Bells – tosió Jake. –Hola linda—trató de levantarse.

Desgraciado, se merecía eso y más.

— ¿Edward?— pregunté, sin hacerle caso al karate kid de pacotilla.

—Es algo personal— dijo él avergonzado.

—No deben pelearse. Es cierto que Jake fue un imbécil por tratar de besar a Alice, pero eso pasó hace tiempo— dije para darle un motivo a Edward de no sentirse avergonzado.

— ¿Qué?— dijo él mirándome fijamente.

—Que este estúpido quiso besar a tu hermana ¿No es por eso que pelean?— me hice la inocente.

—No— dijo él confundido.

—Ah lo siento, creí que era por eso. Hasta yo lo molería a golpes si pudiera. Por cierto Jake no quiero entrar a tu academia de karate por mucho que insistas, no me caes bien— le dije mirándolo con desprecio.

— ¿Tu quisiste besar a mi hermana?— gritó Edward. —Te voy a… — se le fue encima, otra vez. Y míster Universo volvió al suelo.

No quería que siguieran así, me acerqué un poco.

—Edward, ya. Tranquilo, déjalo, no vale la pena— poco a poco se calmó, entonces Jake aprovechó y salió corriendo como el cobarde que era.

—Siento que hayas visto eso— volvió a avergonzarse.

—No te preocupes— me acerque un poco. –Entiendo ¿Ya estás mejor?— le sonreí, me miró de reojo y luego forzó una sonrisa.

—Si, gracias— respiró con dificultad, ahora que sabía todo, tenía unas ganas locas de darle un besote.

—Sabes, he estado pensando en lo que me propusiste el otro día— le sonreí.

— ¿En serio?— me dijo nervioso.

Me acerqué lo suficiente para ver sus hermosos ojos verdes, podía sentir su aliento.

Ya tenía una idea clara de cómo responderle sin palabras.

Estaba a un par de centímetros de sus labios, mi corazón bombeaba muy rápido.

— ¡Isabella Marie Swan!— oí gritar furioso a mi padre.

Me giré con horror para ver a mi enorme papito en su patrulla.

¡Ya se me había olvidado que llamé a la policía!

1 comentarios:

My Wonderful World Of Books dijo...

Hahahaha ta bueno que le hallan dado su paliza a Jake aw...!
Bells!! Por que lo hicistes

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