13 febrero 2013

Cap 14 El Contrato


CAPÍTULO 14

VACACIONES 3 

EMMET SWAN

—Grandulón cobarde— me gritó mi Rose riéndose cuando le conté las cosas extrañas que vi en ese pueblo. Puedo jurar que vi a dos personas con largas capa negras moviéndose a una velocidad increíble, pero lo que más me dio miedo fue que sus manos eran tan blancas que parecían muertos.

Debió ser mi imaginación.

Lo que sí me frustró fue no poder ver el paisaje desde lo alto de la torre inclinada de Pisa, Jasper me contó que se sintió como tocar el cielo pero pues no podía dejar a mi Rose sola. Por la noche tomamos un avión a Venecia y dormí plácidamente.

Acabábamos de salir a dar un pequeño paseo y todo olía a podrido, creí que era sólo mi nariz pero vi que las chicas también sentían ese olor.

—Pues ni modo, es una de los lugares más bonitos que he visto a pesar del mal olor— dijo mi hermanita abrazando a su novio.

—Dios mío que asco— gritó Rose cuando vio un rincón de uno de los canales una bolsa de basura.

—Es la ciudad del amor, se supone que si estás enamorada solo miras a tu pareja y no los detalles— le dijo la pequeña diablilla aferrándose a Jasper.

Rose dejó de mirar los canales y empezó a disfrutar del paisaje, pronto el olor pareció atenuarse o tal vez es que me acostumbré.

Teníamos día libre y cada pareja tomó su rumbo porque no nos pusimos de acuerdo. Alice quería ir al puente de los suspiros, Edward quería llevar a Bella a una isla cercana y hacer un recorrido por toda la ciudad.

Rose sólo quería sentarse en algún restaurante con vista al gran canal y tomarse algo helado porque hacía mucho calor.

Al atardecer el cielo se volvió rojo, no conocimos muchos lugares, apenas los principales como la Plaza San Marcos y el bendito puente de los suspiros donde no pudimos tomarnos ni una foto porque estaba lleno de parejas.

Estábamos mirando desde nuestro balcón, había una luna llena preciosa que iluminaba todo, de pronto vimos una procesión de góndolas, algunas de ellas llevaban música y cantantes a bordo, era muy romántico, pude divisar a mis amigos en una de esas góndolas, se veían muy felices.

— ¿Por qué no podemos estar con ellos?— le reproché a Rose, no entendía porque su actitud hacia Edward.

—Porque no me gustan— me respondió con tristeza.

— ¿Tu hermano y mi hermana no te gustan?— no me respondió, tenía que soltarle la verdad. Me enfadaba que por su culpa no pudiera estar cerca de mi hermanita, Jasper y Edward eran a todo dar y hasta la enana podía ser linda cuando estaba del brazo de su novio.

—Tu problema es con Edward ¿verdad? ¿Te molesta que esté con Bella? Porque si es así yo estoy demás Rose, trato de seguirte, de estar contigo pero ni yo te hago feliz— caminé hasta la ventana y suspiré.

—No es lo que crees Emmett. Es que yo… yo…

— ¿Tú qué? No puedo comprender y esto me está hastiando. Si no puedes tolerar a mi hermana y hasta alejas a tu propio hermano no tienes corazón— le dije. Caminé hasta la puerta.

— ¡Emmett!— gritó Rose y me abrazó por detrás. —No me dejes sola por favor, tu no. Es que es tan difícil para mí. Nunca antes me habían…me habían humillado tanto… me es difícil perdonarle— rompió a llorar y recién comprendí lo que tanto le molestaba.
Rosalie era la mujer más hermosa que había visto, cuando la conocí supe lo dulce que era pero sólo Edward podía sacar lo peor de ella.

Era su orgullo lo que no podía superar.

La abracé muy fuerte y esperé hasta que se calmara, no iba a dejarla sola, la pareja siempre está para apoyarnos y no dejarnos caer. Ayudaría a Rose a superar esto, ahora que me había abierto su corazón era más fácil.

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ALICE CULLEN

¡Dios mío Jasper era tan lindo!
Me sorprendió con un ramo de rosas que no sé dónde sacó cuando fuimos al Puente de los Suspiros, nos tomamos una bella fotografía que seguramente pondría en nuestra sala cuando nos casemos.

Más tarde nos encontramos con Edward y con Bella, tomamos el mismo vaporetto, conocimos casi todas las islas, bajamos en Murano, un lugar muy hermoso donde Edward compró algunas piezas de vidrio que se las hicieron al instante. Parecían más que floreros pequeños frascos para guardar cosas. Seguramente algunos menjunjes donde pondría sus experimentos médicos. Yo me compré un lindo jarrón multicolor para flores.

Almorzamos en un lugar bellísimo con música del lugar y por la tarde hicimos una tour al Palacio Ducale y la catedral San Marcos, y otras iglesias de construcción exquisita.

Casi al atardecer Edward y Jasper parecían cómplices de algo, los escuché hablar en susurros.

Nos llevaron a un embarcadero cerca del Puente Rialto y subimos a una lujosa góndola negra tapizada con terciopelo rojo, salimos a recorrer los pequeños canales, todo era como sacado de un cuento.

Cuando ya el sol se había ocultado nuestra góndola se unió a muchas otras que seguían una misma dirección, en medio de todas y con lámparas encendidas había una góndola dónde viajaban músicos que empezaron a tocar melodías muy dulces.

Cerré los ojos por un momento y me recosté en el pecho de Jasper.

Fue el momento más romántico de mi vida.

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JASPER HALE

—He buscado mucha información para poder conocer la ciudad con las chicas— me dijo Edward, sólo lamentaba no poder hacerlo también con Emmett y Rose pero mi hermana no quería salir.

—Bien, nos reunimos en el muelle del vaporetto a las 10— le dije.

—Voy con Bella al Puente de los suspiros, dicen que por la mañana no hay tanta gente. No olvides comprar flores— me dijo al despedirnos.

Edward era tan detallista como yo en ese aspecto, siempre pensando en sorprender a Bella como yo a Alice.

Mientras veía como mi hermosa novia estaba embelesada con el paisaje recordé el consejo de Edward y compre un ramo de rosas, Alice prácticamente me comió a besos.

Nos encontramos con nuestros amigos después y dimos un largo paseo por las afueras de la ciudad, no había tanta gente como en el centro y no olía tan mal.

—Que te parece si contratamos una góndola en común, pensaba llevar a Bella a dar un paseo por la noche pero creo que entre los dos podemos pagar por el doble de tiempo— me sugirió Edward.

—Claro, lo tenía en mente, en el hotel dijeron que el paseo nocturno incluye variedad— le sonreí y quedamos en sorprender a las chicas.

Sólo lamentaba que Rose no pudiera venir con nosotros, su actitud seguía siendo hostil y eso me apenaba mucho, sólo esperaba que no tuviera que pasar algo grave para que se dé cuenta de su error.

El paseo fue muy bonito, visitamos casi todos los palacios e iglesias por los pequeños canales y luego nos unimos a la procesión de góndolas por el gran canal, la luna estaba en su esplendor, toda Venecia parecía brillar y yo tenía a Alice conmigo, estaba más que feliz.

“Ma n'atu sole,
cchiù bello, oje ne'
'O sole mio
sta 'nfronte a te!
'O sole, 'o sole mio
sta 'nfronte a te!
sta 'nfronte a te!
.
Pero otro sol,
qué es aún más bello,
el sol mío,
está frente a ti,
el sol, el sol mío,
¡está frente a ti!,
¡está frente a ti!

.

Escuchaba la suave voz del cantante mientras mi princesa recostaba su cabeza en mí, Alice era mi sol, mi luna y todo mi cielo.

Sí, Venecia es la ciudad más romántica del mundo.

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