19 enero 2013

Capitulo 30



CAPÍTULO 30

RESCATANDO A LA PRINCESA

BELLA
Había sido un día sumamente agitado, todo iba saliendo tan bien, hasta que Sam se retiró de la competencia dejando el camino libre a Jacob. El muy imbécil había intentado besarme delante de todo mundo.
Había amenazado con ganar mañana de cualquier modo. Eso no se lo permitiría.
Antes de irme a casa vi los afiche para el juego que mi padre odiaba "El Gran Juego del Amor". Buscaría la forma de estar presente aunque tenga que escabullirme. También vi la lista general de los competidores que participarían en la prueba dónde yo era la medalla, sólo saber que Edward estaría participando me hacía soportable todo.
Competidores para El rescate de la Princesa:
—Emmett McCarthy, campeón Búfalo Loco
—Mike Newton, campeón de Los Comelones.
—Jasper Whitlock, campeón Nudos.
—Edward Cullen, campeón Carrera de Caballos.
—Ben Chenney, campeón velocidad 100 metros.
—Jacob Black, campeón Fuerza de Brazos.
Serían sólo 6 participantes y cinco de ellos mis amigos. Jacob tenía pocas probabilidades de ganar, limpiamente claro, quien sabe que cosas sucias estaba planeando.
Tal vez si espiaba, me daría cuenta. Me cambié ese enorme y vistoso vestido, me puse ropa casual, solté mis cabellos y deshice el peinado.
Salí a ver cómo colocaban los obstáculos para la carrera, papá me había dicho que serían varios, con rampas, vallas, pasamanos. Seguro como el circuito de entrenamiento de la escuela de policías al que él asistió hace mucho tiempo.
—Hola hija ¿No quieres ir a casa a descansar? Pronto oscurecerá— mi padre revisaba el lugar dónde se estaban colocando los obstáculos de la carrera.
—No estoy cansada papá, quería ver de qué iba todo con esta prueba.
—Puedes ver pero no vayas a decir nada sobre las pruebas, no me gustaría que Jake tenga ventaja sobre el resto.
—Ten por seguro que no pienso decirle ni una palabra.
—He tenido que echarlo de aquí, ya se siente ganador y ha exigido algunas variaciones.
— ¿Variaciones? De qué tipo.
—El ganador sólo tiene derecho a un beso de la princesa, pero Jake quiere que sean el rey y la reina. Y parece que algunos jueces están de acuerdo, claro los de La Push, el padre de Mike, el de Ben también lo apoyan.
— ¿Y qué tienen que hacer el rey y la reina?
—No creo que lo logre— dijo sonriendo –pero si se lo aceptan tendrán que cerrar el festival como lo hacía cada año las princesas. Una gran caravana, en uno de esos autos del desfile de apertura y fuegos artificiales.
—Ojala que no lo escuchen, ya estoy harta de que me exhiban como objeto de vitrina. ¿Qué es lo que traen en ese camión y para que tanta agua?— pregunté, un camión llegaba con muchas estructuras de fierro y otra cisterna se acercaba a un lugar donde algunos hombres cavaban.
—Este año será un poco más dura esta prueba, vamos a probar la resistencia, fuerza y rapidez. Tendrán que correr unos kilómetros, escalar, dar un par de vueltas al campo deportivo, que estará lleno de vallas; saltarán de una rampa hacia un lodazal, treparan una pared de troncos, atravesarán la cuerda floja y se arrastrarán por el suelo. Al final si todavía pueden caminar tendrán que saltar un obstáculo mucho mayor al que hayan visto en sus vidas, si lo pasan podrán llegar hasta la torre donde tú estarás en lo alto pero tendrán que trepar por esas cuerdas. Quisiera ver si alguno llega vivo— sonrió con malicia, esos "pequeños cambios" seguro fueron hechos por él mismo para no permitir que alguno llegara a mí.
Pero el trayecto era largo y durante la competencia se alejarían de la vista de todos, papá había señalado una colina donde no era fácil de llegar a la cima. Varios lugares perfectos para que alguien haga trampa y yo conocía al más tramposo de todos.
No me creía que Sam abandonó la prueba de Fuerza de Brazos porque no le apetecía competir, como oí por allí a los quileute. Y también estaba segura que las manchas en el brazo de Edward era sangre.
Yo conocía a Jacob hace mucho y siempre había hecho trampa en todo y lo peor es que su padre lo apoyaba por completo.
Debía buscar el modo que no ganara.
—Ayúdame con esto hija— me dio un cable para sujetar.
— ¿Papá van a trepar la colina? ¿Para qué?
—Ah, esa fue una buena idea de Richard McCarthy. Al amanecer colocaremos en la cima de la colina 6 plumas de águila dorada. Deben subir hasta allí y traerla para ofrecértelas. Pero como te dije, si es que llegan.
— ¿Y tú crees que alguno pueda lastimarse?— pregunté inquieta.
— ¿Tienes miedo por alguien en especial?— me dijo inquisitivo.
—No quiero que nadie se mate por una tonta competencia, donde lo único que lograran será un beso, que por cierto no pienso dar— le dije molesta. El sonrió nuevamente.
—Habrá jueces a lo largo del camino y si alguno se lastima estarán las ambulancias, a ver si hace algo bueno al doctorcito ese—otra vez esa mirada de rencor hacia Carlisle.
—Papá tengo que irme ya, quiero darme un baño y levantarme muy temprano para que Sue me peine. Nos vemos— salí de allí mirando todas las cosas que estaban montando, en verdad esto prometía ser difícil.
Cuando llegué al estacionamiento encontré a Jacob, Billy, Mike, el señor Newton y al padre de Ben conversando no muy amistosamente. Sin querer me acerqué a oír.
—Deberá ser un traje promedio no tiene porque llevar las medidas de su hijo— le reprochaba el señor Newton a Billy.
—Mi hijo tiene la talla y contexturas más grande que el suyo y un tanto menos que el del tal McCarthy, son medidas promedio, no podemos hacer un traje a medida, toma tiempo— se defendía Billy.
—Pero ese traje es para un rey indio, no hace juego con el de la princesa. No estoy de acuerdo con el modelo— el padre de Ben, el señor Chenney tampoco estaba conforme.
Traté de mirar un poco más, pude observar un traje con bordados de colores, del tamaño de Jacob, seguro eso lo tenían planeado y podría jurar que el disfraz en cuestión tenía las medidas exactas del tramposo.
—Es una celebración mixta, nuestra raza participa también en el festival y nosotros no tenemos reyes— dijo Billy muy serio.
—Pero sólo uno de los competidores es de su raza. Mi hijo es rubio se vería ridículo en un traje de indio— se volvió a quejar el padre de Mike.
—Yo propongo que le paguemos un extra a la costurera y adapte un traje sencillo que esté a juego con el de la princesa, que pueda quedarle a todos. Eso sería lo justo— aseveró el padre de Ben.
—También están la corona y la capa— dijo el señor Newton.
—Las coronas ya están hechas— dijo Billy.
—Espero que ninguna tenga plumas— el padre de Mike todavía estaba molesto, me alejé de allí con una sonrisa.
Tanto alboroto por algo sin importancia. ¿Qué dirían todos si el ganador fuera Edward?
Caminé hasta mi auto sonriendo, cuando me disponía a encenderlo encontré un papel en el volante.
"Hoy has estado preciosa mi querida princesa, me muero por verte pero debo prepararme para la siguiente prueba. Te veo en tu torre mañana. Te amo"
Mi sonrisa se hizo más grande aún. Mañana sería mejor que hoy.
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EDWARD
Me levanté eufórico, estaba listo para lo que viniera, para cualquier cosa que me pusieran delante, subiría a la más alta de las montañas y bajaría al más profundo de los abismos… por ella.
— ¿Oye principito, estudiaste anoche? Todavía no logro diferenciar voyeurismo de exhibicionismo. Son demasiados términos— caray ¿Por qué Emmett tenía que ponerme ideas sucias tan temprano?
—Voyeurismo es cuando miras y exhibicionismo es cuando te gusta que te miren. Tú eres un exhibicionista ¿Te quedó claro?
— ¡Como el agua! ¿Ya te aprendiste todos los órganos genitales…?
— ¡Vete Emmett!
—Sólo quiero estar seguro, sé que no es tu campo amigo pero…
— ¡Lárgate de mi habitación!
—Edward deberías estudiar.
—Que no me guste hablar de eso no quiere decir que teóricamente no conozca cada parte y sepa cómo funciona.
—Ese es el problema compañero, cuando sólo manejas teoría… pues…
—De que te sirve tanta práctica si no conoces siquiera las partes de tu cuerpo.
—Ya bajen a comer y dejen de hablar de sexo, par de enfermos— Jasper nos miraba sonriendo desde la puerta.
—Sólo quería enseñarle a Eddie— se quejó Em.
—Mejor sigue repasando Emmett, a ver… ¿Qué significa frigidez?— los oí alejarse, tomé una ducha rápida y bajé a comer.
—Así que los tres lograron entrar a la prueba de hoy, felicidades— mi padre se acercó a abrazarnos.
—Es sólo por compañerismo, es Eddie el que irá por Bella— dijo Jazz
—De eso quería hablarles, si yo fallo sigan adelante pero no dejen que ese perro le ponga las manos encima a mi princesa— no quería pensar en eso pero prefería que uno de mis amigos fuera el que llegara a ella si no tenía otra opción.
— ¿Puedo besar a Bellieta?— se rió Emmett.
—Claro que no tonto, como se te ocurre que vamos a besar a la novia de nuestro amigo— le corrigió Jazz.
— ¿Quién va a besar a Bella?— mamá entró a la cocina y nos dio un beso a todos.
—Sólo Edward besará a Bella, pero si él no puede culminar la prueba debemos asegurarnos de que no sea Black el que gane— parece que Jasper sí entendía mi preocupación.
— Ese niño necesita aprender modales, una buena zurra ayudaría mucho— dijo Esme, que siempre había estado en contra del castigo físico como modo de corregir a los hijos.
—Me encantaría hacer eso— Emmett se golpeaba los puños.
—No quiero enfrentamientos, la prueba de hoy es peligrosa, no quiero accidentes o huesos rotos y menos los de ustedes. ¿Entendido?— mi padre estaba muy serio como para no obedecerlo.
—Pero ese perro es muy tramposo, ya vieron todo lo que hizo por ganar la carrera de caballos, no vamos a dejarlo jugar sucio— Em le tenía muchas ganas al pulgoso.
—Es por eso que debemos cubrir a Edward, estar atentos. Vámonos ya, si llegamos temprano podremos inspeccionar el terreno para que no nos sorprendan— Jasper tomó su chaqueta para marcharnos.
—Chicos no se olviden de inscribirse temprano para la prueba esa, Richard me encargó que se los recordara— nos dijo mi madre.
— ¿Y dónde está papá?— preguntó el osito.
—Salió muy temprano, tenía que ayudar a Charlie Swan a colocar algo en la cima de la colina— dijo Esme tomando un jugo.
— ¿Dónde?— no sabía que las pruebas habían cambiado, en los folletos mencionaban obstáculos, no trepar una colina y la que estaba cerca de la escuela era algo empinada.
—Es mejor que se los diga porque seguro que Jacob Black ha estado entrenando ya sobre ese terreno— mi padre se acomodó para contarnos. –Charlie Swan ha hecho unas "mejoras" a la prueba, incluyendo una carrera y el ascenso a la colina, deben traer unas plumas que han ido a colocar en la cima. El terreno es algo resbaladizo por la humedad así que pónganse zapatos en lugar de zapatillas ya que no es la velocidad lo que cuenta. Deben trepar, tomar una de esas plumas de águila y bajar con ella. Ya tengo listos dos equipos de rescate y una ambulancia al pie de la colina por si sucede algún accidente.
—Vaya, eso sí es nuevo— Em se puso serio, señal de que aún para él esa prueba se veía más difícil de lo que habíamos pensado.
—Buen lugar para una emboscada o un accidente provocado— pensó Jazz en voz alta.
— ¿Y ya escogieron su nombre de grupo dónde Richard será el director?— preguntó mamá.
—Sí somos "Los dioses del sexo"— gritó Em provocando que mamá riera.
—Todavía no nos ponemos de acuerdo— le corregí.
—Ese es un nombre ridículo— dijo Jazz
—Sí, es un poco ostentoso, teniendo en cuenta que hay dos vírgenes en el grupo— Emmett se veía desanimado.
—Fanfarrón. Ya se nos ocurrirá algo mejor, vámonos que se hace tarde— Jazz salió de casa y lo seguimos.
Cuando llegamos al lugar donde se desarrollaría la competencia nos quedamos impactados, de verdad se habían esforzado en construirnos muchos obstáculos y muy grandes.
Me di cuenta que en verdad Charlie Swan no quería que lleguemos a su hija, el lodazal parecía una piscina, las vallas eran tan altas como las olímpicas, había una estructura de más de 10 metros de largo donde se veían muchas cuerdas bien tensadas.
— ¿Qué rayos es esto? ¿Acaso nos entrenamos para la guerra?— se quejó Emmett al ver aquello.
—Sí, eso es para entrenamiento militar, debes pasarlo tomando la cuerda de arriba y tus pies en las dos de abajo, el problema es tener las piernas juntas. Y parece que el Jefe Swan le puso grasa a la cuerda superior. Debemos echarnos arena en las manos antes de subirnos a esta cosa— nos aconsejó Jasper.
— ¡Oh por dios y eso que eso!— gritó Emmett.
Era aterrador, antes de llegar a la torre de la princesa debíamos arrastrarnos por un charco rodeado de alambres de púas.
—Esto será difícil, no vayan a levantar la cabeza cuando se arrastren por aquí o se les quedaran algunas neurona— Jazz empezó a reírse como loco.
— ¿Qué se te hace gracioso? No ves que el tipo está enfermo, que quiere matarnos— se quejaba Emmett.
—Esto es porque no quiere que besen a su hija ¿Qué no te das cuenta?—seguía riéndose Jazz.
—Yo sigo sin verle el chiste— se quejaba Em.
—Jasper por favor, ayúdanos con cada prueba, dinos que debemos hacer— le pedí.
—Bueno, empecemos. Edward tu vas al medio, te cubriremos por ambos frentes. Iremos parejos, no necesitamos ser veloces, sabemos trepar bien, pero llevaremos cuerdas por si necesitamos ayudarnos entre nosotros. Esto lo haremos en equipo, si cada uno va por su lado no tendrás mucha oportunidad. Cuando bajemos de la colina llegaremos a la pista de carreras, dejemos allí zapatillas para correr mejor y poder saltar esas enormes vayas, luego subiremos por esa rampa— llegamos hasta el lodazal y Jasper tomó un trozo de madera para medir la profundidad
— ¿Es profundo?— pregunté.
–Sí. Salten sin miedo, son tres metros de altura pero el charco es profundo, amortiguara bien la caída. Luego llegaremos a estas cuerdas pero estaremos llenos de barro así que nos quitaremos los pantalones ¿Trajeron shorts verdad?— Emmett y yo asentimos.
—Por fortuna— traté de sonreír.
—Como les dije antes debemos frotarnos con arena las manos, tomarán la cuerda superior y caminaremos por las dos inferiores tratando de mantener las piernas cerradas lo mas que puedan. Va a doler. Es más creo que cuando lleguemos aquí nos quitaremos las casacas y las usaremos para deslizarnos por la cuerda de arriba, será más rápido. Después llegaremos a esta pared de troncos, debemos ayudarnos para subir, no se les ocurra lanzarse al otro lado, bajen igual que subieron podrían romperse una pierna si se lanzan. Y cuando lleguen a esta parte— nos señaló la charca rodeada por alambres –bajen la cabeza todo lo que puedan, si se les ocurre mirar se detienen y observan pero no miren cuando estén en movimiento— se quedó mirando con mucha atención el final de esa prueba.
—Yo me largo— dijo Emmett –Esto es demasiado por un beso, mi bebita me lo da gratis.
—Jazz ¿Qué te sucede?— pregunté porque mi amigo se había quedado muy callado.
—Sí que Charlie Swan está demente. Fuego, nos prenderá fuego al final. ¿Ves eso allí?— dijo señalando unos troncos en el suelo que parecían obstáculos para saltar. –Antes de llegar a la torre de la princesa, eso arderá y bastante si le pone combustible. Pero no es tan peligroso, sólo deben lanzarse sin miedo, si dudan se pueden quemar. De allí en adelante no se ve difícil, sólo será trepar por las cuerdas hasta la princesa.
—Decirlo es fácil ¿Cómo que fuego? ¿Acaso nos quiere rostizar?— Emmett ya se había arrepentido.
—Vamos, por años hemos sido equipo, es hora de demostrarlo. ¡Uno para todos!— gritó Jasper.
— ¡Y todos para uno!— le respondimos.
—Creo que hasta encontramos nuestro nombre para la competencia del Doctor Amor— Jasper estaba feliz
— ¿Los tres mosqueteros?— pregunté.
—Tal vez debemos agregarle algo más sensual, los mosqueteros del sexo o algo así— Emmett y sus ideas sexuales.
—Entonces a moverse, dejemos las zapatillas junto a la pista de carreras, asegúrense de llevar shorts, no quiero que acaben en calzoncillos junto a la princesa. Debemos empezar con ejercicios de calentamiento— indicó Jasper.
Estuvimos más de una hora ejercitándonos, la gente empezaba a llegar de a pocos, Newton hizo su aparición con un una ropa deportiva de marca y zapatillas nuevas.
Si el pobre supiera cómo iba a acabar.
Ben Chenney estaba en la pista de carreras, él era muy veloz por lo que había podido ver.
Charlie Swan nos miraba desde el otro lado del campo, parecía lanzarnos cuchillos con los ojos. Decidí ignorarlo y seguir con mis estiramientos.
Los jueces estaban coordinando y algunos se dirigieron hacia la colina, también la ambulancia se estacionó al pie de ésta.
Todo parecía estar listo, Black hizo su entrada triunfal vestido completamente de negro. Yo había preferido al blanco, aunque seguro terminaría de color tierra.
Pero todos los pensamientos se me esfumaron de la cabeza cuando vi que llegaba la razón por la que estuviera aquí entrenándome como si fuera a pelear la tercera guerra mundial.
Bella estaba sencillamente hermosa, su vestido realzaba su delicado talle, su níveo rostro contrastaba con sus rojos labios, llevaba maquillaje muy natural que sólo hacía que su belleza realzara.
Sí que estaba enamorado, sino porque estaba interesado en cada cabello, gesto o pliegue de su piel. Pero Bella no era sólo hermosa por fuera. Era dulce, divertida, soñadora e idealista. Todo lo que yo necesitaba para ser feliz completamente era ella.
"Los competidores en la prueba del Rescate de la Princesa acérquense a la mesa de los jueces para las instrucciones" anunció una voz.
Caminamos hasta ubicarnos frente a los casi 20 jueces que tomaban parte de esta competencia.
—Jóvenes, las pruebas este día serán de mucha exigencia, si durante el proceso sufrieran algún percance, no duden en llamarnos, tenemos paramédicos entrenados que los atenderán de inmediato— fueron enumerando cada una de las pruebas y explicándonos como debíamos pasarlas pero ninguno nos había dado los consejos precisos de Jasper.
—Eso es todo ¿Alguna pregunta?— nos miramos, todos estábamos deseosos de comenzar ya.
—Bien, entonces a sus lugares. Ubíquense en la línea de partida— nos señalaron un lugar alejado del campo.
Escuchaba que por el altavoz se les repetía a los espectadores todas las pruebas que teníamos por delante sólo que en ningún momento nos advirtieron del fuego. Esa era una sorpresa del jefe Swan sin duda.
—Se les recuerda que está prohibido agredirse entre sí, golpear a un adversario o cualquier maniobra que deliberadamente demuestre violencia. El infractor será suspendido de la prueba— como si esto detendría a Black, esta vez tendríamos que darnos cuenta de sus tretas en el mismo campo de batalla.
—En sus marcas, listos. FUERA— gritó el juez más experimentado.
Ben se disparó ya que traía zapatillas de carrera, Newton también salió como una bala pero a los 100 metros bajó el paso.
Black no nos había dicho nada, ni siquiera nos había mirado. Era extraño. Él también salió muy rápido y al igual que nosotros traía zapatos para montaña.
Mantuvimos el paso, sin desesperarnos, llegamos juntos a la colina y subimos por ella mirando las espaldas de los otros.
Desde la mitad de la pendiente pude ver que Chenney llegó primero a la cima, tomó su pluma y empezó el descenso. Black llegó en segundo lugar vi que el juez que estaba apostado allí se levantaba y discutía con él. Newton llegó sólo unos pasos delante de nosotros. Black ya había bajado.
— ¿Dónde rayas está mi pluma?— gritaba Newton como loco.
—Ha sido el viento, están esparcidas, deben recogerlas— el juez era un quileute, claramente pude ver que estaba furioso pero se contenía, no estaba de acuerdo con lo que Black había hecho pero como todos los de su raza estaba supeditado a un jefe.
Las plumas yacía esparcidas la más cercana estaba a 20 metros por lo menos, a las demás se las llevaba el viento.
Jasper saltó de roca en roca, cogió sólo una y regresó. Newton estaba tratando de bajar de una roca para ir por su pluma.
—Vámonos— dijo Jasper
— ¿Sólo una?— gritó Em.
—No necesitamos más. ¡Rápido en movimiento!— nos urgió Jasper y me dio la única que habíamos conseguido. Había traído una muñequera especial dónde la colocaría para tenerla cerca y no se me cayera.
Empezamos el descenso, estaba resbaloso, así que Jazz amarró una cuerda y nos deslizamos por ella. Escuché un fuerte grito, los paramédicos corrían hacia la pendiente. Cuando llegamos Ben estaba al lado de una roca muy grande, su pierna parecía muy lastimada.
—No lo toquen, continúen— nos urgió uno de los paramédicos.
Si me decían que se cayó, no lo creería, eso era obra del infeliz de Black.
—Vamos Emmett— le gritó Jasper. Llegamos al pie de la colina, mi padre subía con su maletín, al vernos su rostro preocupado se tranquilizó pero no disminuyó la velocidad con que iba subiendo.
Llegamos a la pista de carreras y buscamos nuestras zapatillas pero no las encontramos.
¡Se las habían llevado! ¡Malditos quileutes!
Pero Black estaba terminando de colocarse las suyas y salía corriendo rumbo a las vallas.
—Podemos hacer esto con lo que traemos puesto. ¡Vamos!— nos dio ánimo Jasper.
Fueron las ocho vallas más difíciles que había hecho en toda mi vida, los zapatos eran molestos y no podíamos hacer otra cosa que seguir.
Sorprendentemente Newton estaba detrás de nosotros cuando subíamos por la rampa. Tan concentrado en seguir adelante que me causó gracia.
Salté sin miedo al lodazal, el barro frío me hizo tiritar. Salí lo más rápido que pude, y me quité los pantalones como me habían indicado.
Llegamos a la cuerdas, hundí las manos en la arena para hacerlas más ásperas.
Black al parecer tenía problemas, su jefe no le había advertido que la cuerda superior tenía grasa.
Me quité la casaca y la usé a modo de deslizador. Pasamos al otro lado primero que Black. Hasta Newton lo rebasó siguiendo nuestro ejemplo.
La gran pared de troncos nos esperaba, no pensé que sería tan difícil subirla, la grasa que de todas formas había tocado, hacía que no pudiera treparla.
—Vamos compañero apóyate en mi— Emmett me ofreció sus manos juntas y si pensarlo me apoyé en ellas para poder subir.
Llegué arriba y ayudé a Jasper, nos encontramos cara a cara con Black que había usado unas cuerdas para subir más rápido.
—Sigan sin mí, esto me tomará tiempo— Emmett se había quedado abajo. Quise ayudarlo pero Jasper no me lo permitió.
—Ve adelante Edward, vamos yo te cubro— Jasper me alentó a seguir.
Bajé con cuidado, pero sentí un fuerte dolor en una de mis manos. "Accidentalmente" Black me había pisado. O eso trataba de hacerme creer.
—Lo siento no te vi— dijo a modo de disculpa aunque sonreía.
Newton comenzaba a descender el muro, Black utilizó su cuerda para hacerlo caer de forma que pareció que el rubio resbalaba. Escuché un ruido seco cuando su cuerpo impactó el suelo.
"Paramédicos a los troncos, hay un herido. El participante Newton ha caído del muro" escuché por el altavoz.
De un brinco Black estaba ya en el piso. Me apuré a alcanzarlo y entramos a la charca, me arrastré lo más rápido que pude sin levantar la cabeza.
—Maldición, imbéciles— escuché vociferar a Black muy cerca de mi pensé que se había lastimado la cabeza.
Pronto sentí una punzada en una de mis manos, justamente la que tenía adolorida por el pisotón de Black. La levanté para ver mejor, había sangre. Un corte perfecto en uno de mis dedos había provocado una pequeña hemorragia.
Sólo el vidrio cortaría así. Traté de apoyarme en una mano y no con la palma completamente extendida, sentí otros cortes. De igual modo mis rodillas y mi abdomen eran atacados por pequeños dolores. No podía creer que hubieran objetos cortantes en esta prueba.
Salí de la charca con las manos adoloridas, me aseguré de tener la pluma conmigo, mis manos tenían sangre y barro, me las limpie como pude en la ropa.
Sentí el calor en mi rostro. Habían encendido el fuego.
Era un arco muy alto y ancho, parecía una pared. No había otra forma de pasar, sólo sobre él.
Muy cerca, Black salía del charco quejándose de dolor. Vociferaba quejándose como una niña.
Recordé lo que dijo Jasper "Hay que lanzarse sin miedo". Retrocedí un par de pasos y corrí lo más rápido que pude, lanzándome a través del fuego.
Cuando abrí los ojos estaba del otro lado, ya sólo me quedaba escalar la torre.
Me dolía todo el cuerpo, cada músculo. Y las manos me sangraban, el barro me cubría gran parte del cuerpo y mis zapatos me pesaban porque estaban mojados.
Corrí hacia la torre, escuchaba gritos de la gente.
Tomé una de las cuerdas. Serían cinco o seis metros y mis manos terminarían destrozadas. Pero no me importaba. Empecé a trepar
Una cuerda cerca de mí se movía, Black empezaba a trepar también. Yo le llevaba una pequeña ventaja pero él se balanceaba de lado a lado con su cuerda y me dificultaba subir, tan pronto como me alcanzó, empezó a golpeaba su cuerpo contra el mío y cada vez que hacía esto me quedaba sin aliento.
Me sobrepaso, traté de subir más rápido pero sentí su zapato que me dio de lleno en la cara. Literalmente vi estrellas, tuve que sujetarme bien para no caer, quise apurarme pero Black estaba a punto de llegar.
¡Me había ganado! El muy tramposo llegaría primero.
Aún así seguí trepando, ya no importaba quedar en segundo lugar, no quería que toque a Bella. El imbécil sería capaz de reclamar su premio así sucio como estaba.
Escuché un grito, algo pasó a mi lado a velocidad. Un ruido seco me sobresaltó. Miré abajo y vi a Black levantándose para volver a trepar. ¿Cómo llegó allí?
No importa, esta vez no lo dejaría ganarme.
Trepé con más rapidez, ya no sentía las manos, sólo seguía adelante sin importar nada más.
Pronto, llegué al final, tomé el borde de la madera de la torre y entré en el pequeño lugar en el que estaba mi novia.
Su amplia sonrisa me dio la bienvenida, quise abrazarla pero estaba tan sucio que no me atreví a manchar su precioso vestido. Me animé a darle una mano pero se negó, escondió las suyas con vergüenza. Pero alcancé a ver una navaja en ellas.
—Eres una princesa tramposa— le dije sonriendo.
No podía creerlo, ella había cortado la cuerda de Black. Nunca pensé que fuera capaz de algo así. No me molestaba en absoluto, al contrario.
—Una princesa tiene derecho a elegir quien la rescata— me dijo muy segura.
Tome su mano, la que no tenía la navaja y la levanté para que todo el mundo viera nuestras manos con la pluma en medio.
Estaba orgulloso, era yo a quien ella había elegido para rescatarla.
Escuchamos aplausos y gritos de la gente. Desde el suelo mis amigos me sonreían, Alice y Rosalie también estaban saltando de alegría.
"Señoras y señores, nuestros nuevos reyes de esta primavera" escuché por los altavoces. Los aplausos no se hicieron esperar.
"Cuando sus majestades estén listos, procederemos a la coronación. Pueden bajar" nos indicaron.
— ¿Coronación?— le pregunté. Ella soltó una carcajada.
—Es una variación que se hizo a pedido de Jacob, este año cerrarás el desfile de primavera conmigo, nos coronarán como rey y reina. Apúrate, tendré que darte tu premio después de la coronación. ¿Me ayudas a bajar?— su rostro era encantador, quería besarla allí mismo pero no era el momento.
La ayudé como pude tratando de no ensuciarla, yo estaba hecho un asco.
Cuando llegamos al piso uno de los jueces me indicó que debía asearme y cambiarme. Fui a las duchas, escoltado por mis amigos.
El agua caliente me relajó un poco, no pude prolongarlo más porque estaba apurado. Me puse con algo que parecía un vestido, era el traje de rey. Ridículo.
Cuando salí mi padre estaba afuera esperándome para curar mis heridas, casi todas estaban cerradas pero igual las desinfectó y cubrió de ungüentos y apósitos.
Llegué al estrado donde dos tronos, muy bien decorados, nos esperaban. Antes de subir nos indicaron inclinarnos, dos jueces nos colocaron las coronas y capas de color púrpura.
Nos giramos para que todos nos vieran. La multitud gritaba algo que no alcanzaba a entender. Miré a Bella que estaba completamente sonrojada y asustada.
"Beso, beso, beso…" empecé a entender. Caí en la cuenta que eso era lo que querían. Que la besara.
Recorrí con la vista a todo el público buscando sólo un par de ojos. Los de Charlie Swan.
Parecía querer dispararme, estaba tan rojo como su hija, pero de ira. No quise encender más su odio, no podía permitir que todo lo que conseguí se viese empañado por un sentimiento tan negro.
Yo sólo tenía amor para la persona que estaba a mi lado, por esa razón no podía odiar a su padre.
Tomé su mano, la giré hacia mí. Bella me miró atemorizada, le sonreí para calmarla.
Lentamente puse una rodilla en el piso y besé su mano, con tanta devoción como la primera vez que la conocí.
Yo no necesitaba que todos me vieran besándola en los labios, eso no me haría mejor que nadie, ni más hombre.
Yo la amaba, sabría esperar y luchar por ella.
Escuché aplausos y suspiros ahogados. Me levanté y la guié hasta sentarnos en los sillones que estaban listos para nosotros.

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