19 enero 2013

Capitulo 27



CAPÍTULO 27
PRUEBA DE NUDOS - DES ANUDAME


BELLA 

Hace mucho que no reía así. Emmett había ganado la prueba de forma impecable, aunque admito que demoró en las preguntas por distraerse.
Fue una alegría entregarle la medalla y saber que participaría en la prueba final. Eso quería decir que Jacob tenía una opción menos para llegar a mí. Y Richard estaba de vuelta, me caía bien el padre de Em, sin querer había logrado que Edward y yo nos reconciliáramos la última vez que vino.
Las pruebas de los comelones casi daba inicio, sería asqueroso de ver pero no tenía otra opción. Tyler, Mike, Erik y varios chicos más de la escuela participaban, no era una prueba que los quileute apreciaran mucho.
"Preparados, listos, a comer" oí al juez.
Tyler se lanzó sobre el pudín mientras que Mike empezó con las hamburguesas, tomaba agua a cada rato para no atragantarse, botaban mucha comida. Parecían cerdos hambrientos, cada vez que terminaban un tipo de comida seguían con otro.
Mike terminó el último trozo de tarta y levantó los brazos. Era el ganador.
Me envió un beso volado.
Deberían poner un espejo frente a ellos para que vean lo nauseabundos que lucen al terminar la prueba. Esperé a que se cambiaran y asearan para bajar a la premiación.
—No temas princesa iré al rescatarte— murmuró Mike en el momento que le premiaba con una medalla.
No pude decirle nada, después de todo era un quileute menos que vendría por mi… y en el más desesperado de los casos, prefería a Mike antes que Jacob.
Hubo un receso porque debían arreglar instalaciones para una competencia que atraía mucha atención.
La prueba de nudos.
Había muchos inscritos, era la que más participantes tendría y tal vez que más demoraría.
Si algún concursante fallaba en hacer el nudo, simplemente dejaba la competencia y pasaban a la siguiente prueba sólo aquellos que hacían sus nudos a la perfección. Y tendrían que probar si funcionaba su trabajo, por eso todos esos caballetes, cuerdas y troncos.
Decidí darme un descanso y bajé a ver que encontraba por allí. A lo lejos pude ver a Lauren vendiendo besos pro fondos de la escuela.
¡Qué denigrante! Estaba prostituyendo sus labios y por un dólar.
Se me antojó comer una manzana acaramelada pero no había traído bolso ni dinero. Fui a buscar a papá, lo encontré discutiendo con Jacob. Era una buena señal, al menos para mí.
—Pero Charlie no dijiste que no— le decía Jacob molesto.
—Tampoco acepté.
—He hablado con los varios jueces, profesores y padres de familia, están de acuerdo y el doctor amor puede ser mi padre.
— ¿Billy? No será imparcial y te permitirá hacer lo que quieras.
—Esa prueba se llevará a cabo de todas formas.
— ¿Me estás desafiando Jake?— uy esto si era interesante de observar.
—Soy tan terco como tu Charlie y no es justo lo que nos haces a todos sólo por tus prejuicios.
—Entonces soy pre juicioso— estaba tan concentrada en esta discusión que no me di cuenta que alguien estaba a mi lado.
— ¿Bella eres tú?— la gruesa y potente voz de Richard me asustó.
— ¡Hola Richard!— dije abrazándolo, aunque apenas le llegaba al pecho.
—Estás hecha una muñeca. Su majestad— hizo una reverencia y me besó la mano, era muy gracioso. Su mirada se desvió hacia papá.
—Amigo Charlie Swan que gusto saludarte.
—McCarthy, bienvenido por aquí, ¿Qué te trae a Forks?
—Me dijeron que habría diversión, no quería perderme la competencia de mi hijo— miró a Jacob que estaba al lado de papá, el quileute seguía con cara de pocos amigos. El rostro de mi padre cambió, cómo si alguna idea se le hubiese ocurrido.
—Richard, he visto que te llevas muy bien con los chicos, dime ¿Crees que podrías manejarlos en una situación difícil?
— ¿Difícil? ¿De qué tipo? Yo soy una especie de psicólogo callejero, los entiendo bien, yo mismo me siento como uno de ello— sonrió. Jacob hizo un gesto de fastidio.
—Hay una prueba un tanto especial, hay que mantener a raya sus hormonas porque es algo sexual— papá se ruborizó un poco al decir eso.
— ¿Sexual? ¿Aquí en este pueblo? Y pensé que me aburriría ¿Qué hay que hacer?
—Charlie no pensarás hacer de este loco el Doctor Amor ¿Verdad?— Jacob interrumpió su conversación.
—Respeta a tus mayores, muchacho. Él será el conductor del juego o simplemente no habrá nada. Tómalo o déjalo— lo amenazó papá.
—Como digas— Jacob estaba furioso.
—Deberías tomar terapia, eres muy caprichoso, niño— le dijo Richard.
Jacob los dejó maldiciendo, pasó a mi lado y ni siquiera me miró. Estaba realmente enojado. ¡Fabuloso!
—Ese chico es peligroso Charlie, deberías tener cuidado con él— le advirtió Richard a mi padre. Di un paso hacia atrás para esconderme tras un coche. Ojalá piensen que me fui con Jake.
—Es el prometido de Bella— suspiró papá.
— ¿Prometido? ¡Yo no le confiaría ni mi caja de herramientas! ¿Y tú le vas a entregar a tu única hija? ¿Con lo rebelde y maleducado que es? Pobre Bellita. Pero en fin, ojala que no te arrepientas— Charlie no le contestó, miraba al piso desanimado.
— ¿Bueno que tengo que hacer en esa competencia?— dijo Richard para cambiar de tema.
—Ah sí, tengo aquí las reglas, puedes tomarte la libertad de escoger las preguntas pero que no sean tan morbosas por favor. Consulta con los demás jueces y me avisas cuando tengas todo listo para anunciarlo. Mañana después de la última competencia podrá realizarse en el gimnasio de la escuela. Pero promete que no dejarás que se desnuden.
—Correcto nada porno. Trabajaré en esto. ¡Cómo me voy a divertir!— decía Richard como si le hubieran dado un juguete nuevo.
—Richard, creo que no está demás decirte que no tengas favoritismos, seguro tu hijo también participará— mi papá estaba advirtiéndole no hacer trampa.
—No claro que no, será más divertido si no saben nada— sonrió y se marchó muy concentrado en las reglas del juego.
"Los participantes para la competencia de nudos, favor acercarse al campo" escuche por los parlantes.
Era hora de ver a Jasper en acción y no había comido nada, pero saber que Richard sería el Doctor Amor me entusiasmaba mucho.
No me perdería esa competencia por nada del mundo.
.
.
JASPER
Era mi turno, no me preocupaba ganar, sólo que todos mis nudos estén perfectos. No necesito medallas para saber que soy el mejor.
Pero mis amigos estaban metidos en esto y, como siempre, les echaría una mano. Sobre todo porque no quería que Black ni otro quileute se lleve a la novia de mi Edward.
De niño imaginaba que sería un agente secreto, como mi padre, pues lo admiro bastante. Su entrega al trabajo, su carácter silencioso y vigilante me hicieron desear seguir sus pasos.
Pero él es un ser solitario, no puede permitirse tener ninguna debilidad, por eso siempre me ha escondido. Teme que alguno de sus enemigos pueda hacerme daño.
A medida que he ido creciendo, he aprendido a valorar la amistad. Emmett y Edward hicieron que me diera cuenta lo diferente que soy de mi padre.
Querer no es una debilidad sino una forma de ser hacerse más fuerte y eso trataba de lograr con ellos, ser una unidad.
A veces me costaba que ese par se lleve bien, eran tan diferentes. Eso me tiene cambiando de una frecuencia a otra para poder comprenderlos. Emmett es extremadamente bromista y Edward bastante serio. Yo debía ser el equilibrio entre ellos dos.
Con la única persona que podía ser yo mismo era con mi novia, Alice. Me agradaba verla hablar, moverse y desplegar toda la energía que tenía.
Ahora debía concentrarme en esta competencia y luego ayudar a Edward en la carrera de caballos. Sabía que los quileute planeaban hacer trampa, como si no conociera a esos cobardes, me debían una.
— ¡Relájate amigo!— apenas le sonreí a Em para que se tranquilizara, él estaba más nervioso que yo. —Recuerdas como se hacen los nudos ¿verdad? ¿Jazz me estás oyendo?— no paraba de parlotear.
Trataba de reconocer cual de mis adversarios sería el mejor, habían algunos muchachos que parecían pescadores, ellos eran buenos haciendo nudos porque los necesitan a diario en su trabajo. Dos jóvenes tenían aspecto de escaladores, ellos también debían tener mucho conocimiento de la materia. El resto, sólo parecían aficionados.
— ¿Jazz me oyes? Eddie creo que se le quemó un circuito, te dije que algún día pasaría— si mi amigo seguía vociferando no podría concentrarme de verdad.
—Gracias por tu apoyo Emmett ¿Podrías sentarte por allí a observar?—le dije en el mejor tono que pude.
— ¡Suerte Jasper!— Edward se despidió, eso quería decir que ya se había inscrito y que su caballo ya estaba aquí.
—Oye hermano mejor me voy a sentar con Eddie, te vez más siniestro que de costumbre— traté de sonreírle a Em. Siempre se quejaba que yo parecía tramar cosas todo el tiempo. Pero ensimismarme era mi forma de pensar. Algo que el grandulón practicaba muy poco.
—Sólo siéntate Emmett y échame porras— oí que llamaban a los participantes por el altoparlante. Tenía mis cuerdas preparadas.
"Es sus posiciones, tienen 3 minutos para realizar el nudo que se les pedirá, los jueces revisarán que sea el adecuado y luego deben probar que funcione. Sólo los que logren hacer un buen nudo podrán quedarse en la competencia, los demás deben retirarse"
— ¡Tú puedes Jazzi!— le lancé una mirada fría a mi amigo esperaba que lo entendiera. Lo que menos necesitaba ahora, era distracción.
"¡Preparados! 19 participantes inscritos. Primera prueba: Nudo del ahorcado" anunció el juez.
Conocía bien ese nudo, fácil, básico y muy famoso por obvias razones.
Me concentré en hacerlo dejando una buena porción de cuerda para amarrarlo de un lado ya que tendría que probar si funcionaba, ojala nos dieran a Black y sus amigos para la demostración. Le di sólo 5 vueltas y cerré. Perfecto. Tiempo: 15 segundo. No era prueba de rapidez así que lo probé, corría bien.
"Los que hayan terminado, pueden ir mostrándoles a los jueces su nudo" anunciaron.
Me acerqué a uno de ellos, el que me pareció más entendido en esto.
—Perfecto— dijo él, me señaló un lugar cerca de un gran caballete.
—Ata tu nudo a este tronco y traeremos los maniquís para probarlo— que lástima, pensé probarlo en un par de cuellos.
Cuando terminó el tiempo fuimos probando nuestros nudos. El mío corrió muy bien y me indicaron que volviera a tomar asiento.
"14 participantes aún en competencia. Segundo prueba. Nudo mariposa" sonreí levemente.
El primer nudo que me enseño a hacer papá. Algo más complicado, un nudo de montañista. Me debatí dos segundos en hacerlo como profesionalmente se hacía en el aire girando la cuerda o como lo aprendí por primera vez envolviéndolo en mi mano.
Me decidí por mi primera enseñanza en honor a mi padre. Servía para re aprovechar una cuerda desgastada o punto de romperse. Terminé y lo estiré. Tiempo: 25 segundos. Estaba firme. Me acerqué al juez para mostrárselo. Lo aprobó y esperé a los demás.
Los probaron tirando un hombre de cada lado para comprobar que no se deshiciera. Volví a tomar mi posición sentado.
"10 participantes. Tercera prueba. Nudo de pescador" anunciaron, ese nudo sería muy fácil para casi todos los que quedábamos, parecían qu de ellos eran pescadores.
Debía quedar estable, di las vueltas y se me corrió un lado de la cuerda. ¡Rayos! Lo deshice y comencé de nuevo, con más calma. Lo terminé. Tiempo: 35 segundos, me retrasé un poco. Llevé mi nudo para que lo supervisaran, esperé y lo probaron colgando algo pesado. Me señalaron que volviera a sentarme, parecía que todo el grupo lo había hecho bien.
"9 participantes en competencia. Cuarta prueba. Nudo corona de tres partes"
¡Sí! Este era difícil, muy usado por los campistas, yo llevo mucho tiempo haciéndolo para ayudar a Esme, es excelente para colgar objetos decorativos.
Cuerda doble, tres vueltas y aseguro bien, le di el espacio necesario para poner algo ya que me fije que lo probarían para colgar dos bolsas grandes. Terminado. Tiempo: 15 segundos, se ve que tengo experiencia en este nudo. Lo llevé para que lo revisaran. Esperé y lo probaron, resistió bien el peso. Regresé a mi lugar a esperar la siguiente prueba, confiaba que algunos quedaran fuera.
"Quedan 5 participantes. Quinta prueba. Nudo de sangre, de barril o tonel"
¡Rayos! El nudo secreto de los pescadores. Necesitaba dos cuerdas delgadas. Dicen que por siglos este nudo solo era pasado de padres a hijos, ninguno que no fuera pescador podía hacerlo. Yo lo consideraba el más difícil, no era tan complicada su elaboración pero tenía muchos cruces y vueltas, eso lo hacía engorroso además que debía ser simétrico sino se vería horrible. Y sólo tres minutos. Empecé y antes del segundo cruzamiento perdí la concentración y volví a comenzar de nuevo.
— ¡Tú puedes Jazzi!— la voz de Emmett me volvió a desconcentrar, le lancé una mirada furiosa. Edward lo golpeo en el brazo y se pusieron a discutir otra vez para variar.
Ya había pasado un minuto. Respiré hondo y puse mi mente en blanco. Cuerdas juntas, cruce, cuatro vueltas y cruce, ya estaba un lado, ahora el otro de igual manera. ¡Listo!
La parte más difícil, cerrarlo con mucho cuidado tirando de ambos extremos lentamente.
¡Sí! Estaba perfecto. Tiempo: 2 minutos y 35 segundos. Lo miré por todos lados, no le veía defectos. Me levanté a mostrarlo al juez, él me miró asombrado, casi diría que me sonrió.
Evaluaron los cinco nudos, me devolvieron el mío y me enviaron a sentarme. Los demás seguían de pie. No había forma de probar este nudo así que los jueces determinarían a simple vista si estaba bien hecho. Esperé un rato.
"Señoras y señores, tenemos 3 participantes empatados en este reñido concursos de nudos, los tres con nudos perfectos y bien realizados, en el tiempo preciso. Sin embargo la prueba final no será para hacer nudos sino para deshacerlos. Caballeros acérquense al estrado"
Me dejó confundido lo que dijo el juez ¿Des hacer un nudo?
Caminé hacia el pequeño estrado que habían improvisado para que todos pudieran vernos mejor. Trajeron una especie de mesa cubierta y lo colocaron frente a nosotros más cerca de la gente.
"Con ustedes el nudo imposible de deshacer, cada participante tiene 1 minuto, se llamará en orden alfabético" dijo el juez destapando aquel caballete.
Me impresionó el tamaño de ese nudo, las cuerdas eran gruesas y estaba muy tenso, enrollado sobre un armazón de metal, no podía ver dónde comenzaba o terminaba.
Tenían razón era imposible de des hacer. Mi mente pasó revisión a todos los nudos que sabía hacer, casi todos eran fácil de deshacer, algunos más complicados pero ninguno imposible.
En toda mi vida sólo había oído hablar de un nudo así. Algo que me leyó papá de niño. Pero era una leyenda de hace miles de años. Este debía ser posible, no lo habrían puesto de no ser así.
—Johnson, Jimmy – llamaron, un joven más bajo que yo pero de músculos muy marcados dio un paso adelante.
—Tiene un minuto. Comience— de inmediato, él buscó el inicio, siguiendo cuidadosamente las cuerdas. Miró el nudo por debajo y giró un poco el armazón. Estaba preocupado, mirando sin cesar antes de comenzar a forzarlo. Esa era la forma correcta de actuar, yo lo sabía, si comenzaba con fuerza quizás lo tensaría más. Miré mi reloj, 30 segundos. En un intento desesperado Jimmy trató de jalar algunos cruces, el nudo parecía imbatible. Dio un paso atrás derrotado.
—Tiempo— dijo el juez. –Smith, Roger— un chico delgado y rubio avanzó, parecía un scout empeñoso.
—Comience— gritó el juez. El joven se lanzó sin pensar al nudo, hizo fuerza en todos lados, en cada cruce, trató y trató con fuerza.
— ¡Tiempo!—cortó el juez. Estaba empezando a preocuparme, sabía que no tenía más fuerza que ellos y ese no era el camino. Recordé entonces aquella leyenda.
***Flashbacks***
Entré al despacho de mi padre llorando porque no podía desatar un nudo del ahorcado que le había hecho a uno de mis muñecos, pensaba que se estaba muriendo.
Papá me tomó en brazos y sacó un grueso libro de historia.
"Hace mucho tiempo un pastor que se había convertido en rey debido a una profecía ofrendó su carro de guerra al dios Zeus y lo ató al templo. Cuando sus súbditos quisieron desatarlo tiempo después no pudieron. El nudo se volvió famoso y otro oráculo predijo que aquel que lograra deshacerlo sería el que gobernaría todo ese continente. Muchos lo intentaron pero aquel nudo no decía. Los años pasaron y la leyenda se olvidó. Mucho tiempo después Alejandro, rey de Macedonia pasó por esa ciudad oyó hablar de aquella leyenda. Quiso intentarlo y se dirigió al templo de Zeus. Miró el nudo, muy endurecido ya debido al tiempo, buscó algún cabo suelto o algún hueco por donde fuera más débil pero el nudo seguía firme. Entonces el gran rey decidió que aquel nudo no sería quien detuviera sus conquistas ni hiciera que los demás dudaran de su capacidad, desenvainó su espada y cortó el nudo"
— ¿Que te enseña eso Jasper?— preguntó papá
— ¿Qué necesito una espada?— respondí con timidez. Papá sonrió, una de las pocas veces que lo he visto hacerlo.
—No hijo, que a veces cuando un problema se te presente grande, más grande que tus posibilidades busques tus propias soluciones, nada debe detenerte.
—Entonces ¿Lo puedo cortar el nudo para que no se ahorque mi muñeco?
—Busca la forma de liberarlo pero hazlo.
***Fin del flashbacks***
—Whitlock, Jasper— escuché que me llamaban. Di un paso adelante aún confundido.
– ¡Comience!— gritó el juez.
Sin pensarlo y sin siquiera mirar el nudo saque mi navaja, agradecí al cielo haberle sacado filo el día anterior, con fuerza y sin dudar corté dos cuerdas y liberé al armatoste de metal de aquellas sogas. Cuando terminé di un paso atrás. Todos quedaron en silencio por un momento, no se oía ni el zumbido de una mosca. De pronto los murmullos empezaron, levanté mi vista. Black y los otros quileute reían.
— ¡El señor Jasper Whitlock es el ganador!— anunció el juez al que me había estado dirigiendo todo el tiempo.
–Esa es la forma correcta de desatar el Nudo Gordiano— muchos aplaudieron, otros seguían murmurando. Los jueces se acercaron a mí.
—Felicidades hijo, la historia nos enseña muchas cosas— me dijo el juez que me simpatizaba. Sonreí.
Bella se acercó con la medalla y me la colocó.
—Felicitaciones Jazz, estoy feliz por ti— me dijo sonriendo.
Miré mi medalla. Era dorada y tenía grabado un nudo en el metal. "Que nada te detenga" decía al pie. Oí aplausos y bajé del estrado para unirme a mis amigos.
—Eres el mejor compañero— sentí el abrazo de oso de Emmett. –Por un momento creí que había enloquecido— añadió.
—Si leyeras un poco te habrías dado cuenta "fuerza bruta"—le reprochó Edward. –Bravo Jazz, estuviste estupendo— me dijo.
Unas manitos me rodearon y sentí un pequeño cuerpo saltar alrededor de mi. La levanté a unos centímetros del suelo y la abracé con todo el cariño que le tenía.
Miré a Edward preocupado, sólo faltaba su prueba y los tres estaríamos listos para ir por Bella.
Era hora de desaparecer e ir a investigar esa ruta a La Push.

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