19 enero 2013

Capitulo 23



CAPÍTULO 23

¿QUÉ LE DIJO EL GANSO A LA GANSA?

BELLA
No había tenido la oportunidad de hablar con Edward sobre el compromiso al que me obligaron, estaba segura que no le haría ninguna gracia cuando se lo cuente pero tener que ver al baboso de Jacob siguiéndome a todos lados debía ser algo muy difícil de soportar.
Mi padre aceptó que Jake me llevara y trajera todos los días de la escuela, Leah pidió mi auto porque no quería ir con nosotros.
Era un suplicio tener que soportar a mi supuesto "prometido", aún cuando se lo había dicho de buenas formas, incluso insultado cientos de veces, no me dejaba en paz. Había estado provocando a todo mundo. A Mike, a Emmett incluso a Edward. A quien por cierto lo veía muy cerca de cierta rubia con poco cerebro.
Un sentimiento de desesperanza me invadió, me limité a caminar mientras mi mente se regocijaba recordando cada una de las visitas nocturnas de Edward.
Hasta mis amigas habían sido alejadas de mí. Odiaba esta situación, no sé porque mi padre y Jake me orillaban a tomar medidas extremas.
— ¡Estúpido!— le grité al salir del colegio. Empecé caminar a casa, no quería que me llevara y sin coche, lo único digno era irme por mis propios pies.
—Hey Bells sube al auto, te cansarás de caminar— gritó.
—Contigo ni muerta.
—Charlie me ha dado permiso de llevarte y traerte.
—Pero yo no, animal.
— ¿Dónde está tu anillo?— dijo mirando mi mano, ya que me había dado otro por la mañana al ver que no traía el que me puso en el compromiso.
—Se me perdió—dije tratando de parecer inocente pues lo había tirado a un basurero en el baño.
—Ok te daré otro al llegar a tu casa, eres terrible perdiendo anillos pero no me importa, tengo dos docenas, espero que me alcancen hasta la boda— sonrió.
—No me voy a casar contigo imbécil— volví a gritarle.
—Ya te dije que aunque no quieras serás mi esposa— volvió a sonreír, ya había caminado casi la mitad del camino a casa, él me seguía en su auto.
—Antes muerta— contesté.
—Eso me recuerda a un pajarillo que capturé hace unos años. Lo encerré en su jaula, le di de todo, comida, agua y el ingrato nunca cantó para mí.
—Será porque eres despreciable.
—Un día amaneció muerto.
—Prueba de que nadie te quiere.
—No entiendo porque prefirió morir, yo lo hubiera soltado sólo con que me cantara una vez— no quise responderle. —Acéptame Bella, finge que me quieres, cásate conmigo y en unos meses te dejaré ir— pidió.
—No me vas a usar, prefiero morir como ese pájaro.
— ¡Como quieras!—gritó y aceleró furioso.
Llegué a casa y me encerré en mi habitación.
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EDWARD
Llevamos a Jasper a casa después de la escuela. Por fin papá le dio de alta. Emmett sugirió una reunión de emergencia pues debíamos organizarnos.
—Oye cerebro, necesitamos tu sabiduría para conquistar el mundo— le dijo a Jazz.
—Ok Pinky he tenido mucho tiempo para pensar en el hospital—sonrió mi convaleciente amigo. Ese par siempre me hacía reír.
— ¡¿Qué le dijo el ganso a la gansa?!—preguntó Emmett gritando.
—No me vengas con preguntas capciosas sexuales—respondí cambiando mi humor, para Em todo se relacionaba con sexo.
— ¡Venganza!— gritó Jasper. –Bueno tus padres no quieren un enfrentamiento frontal así que lo haremos con ingenio.
— ¿Qué ideas tienes?— pregunté.
—Primero vamos a cambiar de lugar esos censores de velocidad, los pondremos todos de camino a La Push. También les daremos un retoque a sus autos. Le tengo un regalito especial al imbécil de Embry por ponerle las manos encima a mi Alice— Jasper sonreía peligrosamente, algo realmente malo pasaba por su cabeza, sentí pena por Embry Call. –Edward, necesitamos toda la información que puedas reunir de los perros, sus gustos, que hacen en el día, ah y si quieres permanecer lejos de esas dos rubias vas a tener que afearte un poco.
— ¿Cómo?—pregunté. Me lanzó un pequeño tubo parecido al dentífrico.
—Es carne artificial, ponte pequeños puntos en el rostro para que parezca acné y uno enorme en el cuello. Hazte una cicatriz asquerosa, no vendría mal si mañana muerdes un par de cebollas antes de ir a la escuela… pero no nos hables— Emmett se reía a carcajadas. Lo del acné sonaba bien pero no iba andar apestando.
Jazz me tendió un aparato parecido a una linterna.
—Con esto localizarás los censores, la lucecita parpadea cuando estás cerca. Retiras el censor con cuidado, no vayas a mas de 20 kilómetros por hora cuando los transportes, ten el plano con los lugares exactos donde se encuentran, debes colocarlos más o menos a 3 kilómetros de distancia entre ellos—me alcanzó un mapa con la ubicación de los censores.
— ¿Y para mí no tienes un juguetito así Jazzi?— Emmett puso su mejor cara de cachorrito. Jazz le alcanzó una cajita dorada.
—Este un avanzado dispositivo hecho con tecnología alemana. Científicamente comprobado. No falla—comentó Jasper, lo miré curioso.
— ¿Y esto que hace?—dijo el grandullón eufórico.
—Evita que te reproduzcas.
— ¿Qué?— preguntó, yo casi no soportaba las ganas de reírme. Ya me había dado cuenta de lo que era.
—Es un parche anticonceptivo Emmett te ahorrarás miles de dólares en condones.
—Wow ¿No tienes en rojo?—el grandulón tenía cara de haber descubierto América, me lancé a despeinarlo, mi amigo oso era un niño grande.
Dos horas después salí sin ser visto y me deslicé en la noche, debía cambiar de lugar los censores de velocidad. Liberé cada uno y lo llevé cuidadosamente hacia el camino a La Push, colocándolo a la distancia que me habían indicado.
Estaba por volver a casa y vi en mi localizador que el auto de Black se acercaba, me adentré en el bosque para que no me vieran. Pasó a poca velocidad y parecía llevar a varias personas con él. Sentí gran curiosidad por lo cual no dejé de verlo en el localizador. Llegó a la casa de Bella.
Decidí ir a mirar. Algo había en esa visita que me daba curiosidad. Me estacioné a un par de kilómetros de la casa de mi novia. No podía dejar que descubrieran mi auto.
Llegué lo más cerca que pude, trepé a un árbol para poder ver, me acomodé en una rama y saqué el larga vista, me sentía como un paparazzi acosador de estrellas famosas.
¡Black le había llevado serenata a Bella! El idiota ni siquiera cantaba solo estaba, cruzado de brazos mirando su ventana, dejaba que otros tocasen las guitarras y canten.
Charlie Swan estaba a su lado también esperando por Bella.
Las suaves notas de "Can't help falling in love" sonaban en el aire. Era una canción hermosa como mi novia.
Mi móvil vibró, contesté antes de que empezara a sonar y me delate.
— ¿Compañero dónde estás?— era Jasper.
—Mirando la ventana de mi Julieta— contesté, sonaba patético lo confieso.
— ¡Edward sal de esa casa!— me gritó.
—Estoy fuera, sentado en un árbol mirando como Black le da serenata a mi novia— suspiré.
—Masoquista—rompió a reír.
—No puedo evitarlo.
— ¿El perro está aullando?
—No, ni eso puede el muy imbécil, contrató cantantes.
La ventana de Bella se abrió de par en par, Charlie le dio un abrazo a Black felicitándolo por su triunfo. Pero Bella no salió.
— ¿Ed, estás allí?—preguntó mi amigo. Ya se me había olvidado que estaba al teléfono.
—Se abrió la ventana—dije muy triste sabía que significaba que ella saldría a agradecer.
—Edward regresa, ya deja eso, como te gusta sufrir— me gritó.
—Jazz luego te veo—dije y corté.
Me incorporé un poco con la vista fija en la ventana, había visto salir algo pero no estaba seguro qué era.
Black gritó, se frotaba la cabeza. Volví a fijar la vista en la ventana y salió volando otro objeto, parecía un zapato. Luego otro objeto y otro más.
Una lluvia de cosas sorprendió a los músicos, mas zapatos, pelotas, dos basureros, fichas de ajedrez, cuadernos.
Todos se apartaron, los músicos salieron corriendo. Black se veía furioso, le dijo algo al jefe Swan, subió a su auto y se fue con su orquesta.
Charlie Swan permaneció bajo la ventana por unos minutos, pensativo, luego se marchó.
Pasaron cinco minutos más y cuando ya estaba por marcharme también, Bella salió al balcón, miró en todas direcciones y sonrió.
No pude evitarlo, saqué mi celular y la llamé, aunque tal vez el teléfono que le di podía estar apagado, para mi sorpresa timbró.
Ella entró en su habitación y contestó. Al oír su respiración cerré los ojos y le canté.
Wise men say only fools rush in
but I can't help falling in love with you
Shall I stay
would it be a sin
If I can't help falling in love with you.
No oí respuesta solo un sollozo…
—Te ves preciosa en ese camisón—le dije.
— ¿Dónde estás?
—Cerca. Me encantó la lluvia de zapatos y trastes. Le diste con un basurero en la cabeza a Black— escuché su risa.
—Quería contártelo pero no he tenido…
—Lo supe ayer, lo vi. Él nos envió una foto— le dije con tristeza.
—No sé qué hacer, quiero irme de aquí—se quejó.
—Nos iremos pronto, ten paciencia. Confía en mí— si por mi fuera me la llevaba en este instante. Pero debía planear mejor las cosas, mañana mismo llamaría a su madre para que nos ayude.
.
Amanecí mucho más animado que el día anterior, fui al baño a ponerme lo que me dio Jazz, creo que exageré un poco, me veía atroz. Parecía "el chico con cara de avena".
—Eddie no deberías aguantarte tanto—bromeó Emmett al verme. No quise responderle ya sabía cuál era su teoría para el acné.
—Carlisle no me da permiso para ir a la escuela—se quejó Jazz bajando con cuidado.
—Sólo quiero que esas costillas suelden bien—advirtió mi padre.
—Pero si vamos a cuidarlo— dijo Em.
—Prefiero que no lo cuiden, no me trago que no harán nada. Les advierto, una sola llamada del colegio o de la policía y los regreso a todos a Seattle— nos amenazó antes de irse. Jazz le dio un paquete a Em e intercambiaron miradas cómplices.
Llegué al estacionamiento y me dediqué a seguir los movimientos de los quilete para conocerlos más. No sabía que estaban de fiesta, era una especie de celebración por la primavera que se realizaba en Forks.
—Este año yo quiero ganar en el Búfalo Loco— decía Quil.
—Entonces debes ejercitar tu vejiga o mojarás tus pantalones como el año pasado— Embry reía.
— ¿Crees que Jake gane otra vez en la carrera de caballos?
—Lleva 4 años siendo el campeón, no creo que exista un jinete más veloz en Forks. Los chicos de aquí no montan.
— ¿A quién elegirán de Princesa?
—Creo que ya decidieron que Bella será la princesa, el año pasado nadie quiso competir contra Sam, ni yo hice mi mejor esfuerzo.
—Pensé que Leah sería la princesa, me estaba entrenado para esa competencia.
— ¿Sigues con eso Embry? ¿No te has dado cuenta de a ella le gusta Jake?
—Pero Jake se va a casar.
—Y quien te dice que no seguirá viéndola, seguro se distanciarán por la boda pero luego volverán.
—No entiendo porque no se casó con Leah.
—Porque Jake está encaprichado con Bella.
— ¿Crees que Cullen, Whitlock y McCarthy participen en las pruebas?
—Me gustaría mucho, es una buena excusa para repartir golpes casuales.
—Si— dijo riendo —Mike todavía no me habla desde que le rompí la nariz cuando teníamos 15 años.
— ¿Nos dejará el jefe Swan jugar al Gran juego del Amor este año?
—Seguro que Jake lo convence, casi es su yerno. Va a ser divertidísimo.
— ¿Y quién será el Dr. Amor?
—Creo que me voy a presentar para ese puesto— ambos estallaron en carcajadas.
Necesitaba averiguar a qué se referían, Jessica me había dicho algo sobre juegos florales pero no había dado detalles de toda la celebración de primavera.
Entré al salón pensando en todo lo que había oído, recordaba haber llevado clases de equitación por varios años pero no era un jinete experimentado.
Emmett a mi lado no paraba de moverse.
— ¿Que tienes?— le pregunté un poco fastidiado.
—Estoy impaciente – dijo mirando a todos lados. Lo miré algo preocupado.
Bella y sus amigas entraros seguidas de Black.
—Fuera perro— gritó Alice.
— Ya le pedimos permiso a Charlie para andar con Bella, no sé qué haces detrás de nosotras como chucho faldero— le gritó Rose.
—Sólo cuido a mi novia— les sonrió él.
—No soy tu novia—le gritó Bella. Rose y Bella se sentaron cerca de nosotros. Black detrás de ellas, ya no lo soportaba más, tendría que hacer algo.
— ¿Qué te dio Jazz?—pregunté a Em.
—Algo para la jauría.
— ¿Te ayudo?— pregunté.
—Ok, cuando termine la clase haz lo que sea pero lleva a esos tres pulgosos al baño y si entras allí no respires.
—Entendido— pensaba en qué hacer.
No podía retarlos porque podrían atacarme antes de llegar al baño, tal vez si hacía que me persiguieran.
Apenas termino la clase Em salió veloz, yo todavía me debatía.
Vi que Bella se levantó y dejó caer su bufanda, pasé a su lado, sin pensarlo la recogí del suelo, me la puse y salí del aula.
—Ey devuélveme eso Cullen— la oí gritar.
Me giré a ver y claro ya tenía a la manada detrás de mí.
—Ahora si tengo un motivo para sacarte el alma Cullen—gritó Black, pensar que yo tenía más de una docena de motivos para lo mismo.
Corrí por el pasillo y no me detuve sino hasta entrar en el baño, aguanté la respiración y antes de encerrarme en uno de los cubículos mojé un lado de la bufanda. Oí que golpeaban la puerta, yo me concentré en respirar tapándome la nariz con la tela húmeda, sentí un dulce y suave olor a fresa, el aroma de Bella, sonreí como un tonto.
Poco a poco los golpes fueron dando paso a fuertes carcajadas. Cuando asumí que ya no había peligro salí. Vi a los tres sentados en el piso riendo como locos, me miraron y comenzaron a reír aún más. Pasé por encima de ellos y salí cerrando la puerta. Emmett me esperaba afuera.
— ¿Funcionó?—preguntó él.
—No paran de reír, ¿Qué les hiciste?
—Gas de la risa, cortesía del Coronel Whitlock— dijo haciendo un gesto militar. — ¿Tienes ganas de ver a Bellieta?—preguntó antes de señalarme a las chicas que nos miraban desde lejos.
Avancé hacia ellas y le hice una señal a mi novia para que me siguiera hacia el aula que siempre usábamos cuando queríamos escondernos. Entramos sin ser vistos. Rápidamente la tomé en mis brazos y la besé, tenía tantos deseos de hacer eso, era como un imán, no me podía controlar, ella se apegó a mí, llevó sus manos a mi cuello y luego a mis cabellos. Dejé de besarla cuando me faltó el aire, sus ojos brillaban.
—Esto es mío— dijo retirando su prenda de mi cuello.
—Todo lo que hay frente a ti es tuyo—le dije volviendo a besarla. Sus labios eran suaves y dulces, todos mis sentidos estaban puestos en ella.
—Edward— me dijo abrazándose a mí.
— ¿Si preciosa?
—Te amo— me sentía completo, feliz, como si pudiera llevarme al mundo por delante.
—Yo te amo más mi reina— ella era la reina de mi vida, haría lo que fuera por hacerla feliz.
— ¿Por qué tienes la cara llena de granos?— preguntó riendo.
—Es para espantarte mejor— bromeé.
— ¿En serio que te has hecho?— preguntó.
—Digamos que me protejo. Dos rubias han apostado que antes del sábado me besarían y yo no tengo intenciones ser su víctima, antes me como las dos cebollas que me aconsejó Jazz— ella pareció algo molesta cuando escuchó la noticia.
El timbre sonó, yo no quería dejarla ir. Saqué rápidamente el prendedor y se lo puse.
— ¿Y esto? Es precioso— miró atentamente el rubí.
—Me gustaría decir que es un presente pero no te mentiré, es un micrófono que quiero que lleves.
— ¿Vas a oír todo lo que digo?— se sonrojó.
—Sólo lo que tú quieras. Puedes apagarlo si lo deseas, moviendo esto— le señale una de las flores, no quería que sintiera que iba a entrometerme en todas sus conversaciones.
— ¿Y estarás oyendo siempre?— preguntó.
—Todo lo que pueda pero la mayor parte del tiempo lo grabaré, por si lo necesitemos después.
—Entonces podré hablarte, aunque no me puedas responder— su voz se oía feliz.
—Yo te responderé, de una u otra forma—le dije.
Nos apresuramos para llegar al aula, no quería que notaran nuestra ausencia. Ella salió primero y luego yo.
Cuando entré al salón de clases estaba tan feliz, vi a Emmett sentado con Rose y a Bella con Alice, así que fui al fondo a sentarme solo. Jessica no tardó en llegar.
—Hola Edward— dijo sonriéndome pero su sonrisa no se mantuvo mucho tiempo.
—Hola Jessica— saludé.
—Tu rostro…
—Es un brote feroz de acné, ya casi lo tenía controlado pero ayer exageré comiendo papas fritas y le puse demasiada mayonesa a mis tres hamburguesas.
—Bueno— dijo algo desilusionada – ¿Me ayudarás con las actividades para la primavera?— preguntó, era mi oportunidad de reunir información de alguien que ha participado en eso.
—Claro pero explícame como es todo eso. Los juegos que hay.
—Es muy divertido. El colegio entero participará, hay un concurso literario también. Pero los juegos del pueblo incluyen a la gente de la reserva. Mi favorito es el Búfalo Loco y la competencia de hacer atrapa sueños pero este último es sólo para chicas. También hay competencias para hacer nudos, carreras de caballos, Rescatar a la Princesa, una terrible pelea entre blancos e indios y una que fue prohibida el año pasado porque es algo inmoral.
—Me gustaría participar en la organización, suena divertido. ¿Crees que podrás conseguirme las reglas de todos esos juegos?— pregunté tratando de parecer muy interesado aunque con 20 granos encima dudaba que ella quisiera seguir con su apuesta y parecer interesada en mi.
—Claro, tengo aquí la explicación de todo, las fechas a realizarse y las reglas de cada uno— dijo sacando un folleto muy colorido. Era lo que quería, por fin iba a saber que se traían con ese festival.
Ni Black, ni sus amigos se aparecieron en esa clase, yo estaba apurado por compartir con mis amigos toda la información que había reunido hoy.

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