14 enero 2013

Capitulo 17




CAPITULO 17


¿Bella? ¿Qué haces sola aquí?— Era la voz de Leah, con razón oí los pasos.
Estaba pensando un poco. Necesito estar a solas si no te importa.
No. Me quedo contigo. Jake vendrá en un momento— dijo duramente.
Leah, no te estoy pidiendo un favor. Déjame sola.
¿A quién esperas Bella? ¿Por qué mientes y te alejas así de todos sin protección?
No necesito protección—
Claro, no necesitas que te protejan de tus chupasangres favoritos
¿Que dices?
Crees que soy tonta, yo también bailé con Antón la semana pasada. Era muy sutil el aroma pero pude percibirlo. Desde ese día no te perdemos de vista, sabemos que algo planeas por eso rompiste lo que te dio él ¿verdad? Como puedes poner en peligro a tus amigos de esa forma. ¡Eres la persona más egoísta que conozco!
Tu no me conoces Leah no tienes idea…
Claro que no tengo idea, como voy a tenerla. Eres una desquiciada amante de chupasangres, por muchos años mi raza ha mantenido a la gente tranquila y libre de los peligros. Pero a los niños le encanta jugar con fuego, les atrae el peligro.
¿Crees que eso hacia? ¿Que jugaba con fuego?
¿Me vas a decir que lo amabas? En serio ¿Cómo puedes querer a un monstruo? Acaso tu madre nunca te enseñó a temerle al cuco (el hombre de la bolsa, del saco, etc.)
Tú no lo conociste, no sabes nada de ellos, no has oído sus historias, ni sabes lo que sufren. ¿Cómo puedes llamarles monstruos si tu raza también lo es?— le grite con rabia
Nosotros no matamos personas. Las protegemos—
Ellos tampoco lo hacen y me ha protegido muy bien—
¿Por eso casi te matan en su propia casa? ¿Crees que te pueden proteger? Si fue por eso mismo que se marcharon, para no tener que darse el trabajo de hacerlo. No sé porque no te convirtieron en una de ellos, nos hubieran evitado el trabajo de cuidarte. Tú no entiendes o eres una idiota. Estar cerca de ellos es una maldición. Ningún humano puede escapar ileso, una vez que te enteras estas condenado.
Yo quise ser una de ellos— susurré.
¿Qué? Eres una reverenda egoísta. Tienes un padre que te espera, una madre que te necesita. Sólo piensas en ti, en seguir a esos miserables chupasangres. Yo pensaba darte una noticia que creí te interesaría pero no te importa tu patética obsesión por esos bichos.
¿Contarme qué? Vamos ya suéltalo, termina de una vez, para poder irme de aquí — le grité.
Si tanto quieres ser una de ellos para que quieres saberlo, para que quieres saber de tu familia humana.
Vamos Leah te mueres por decirlo, suéltalo de una vez.
Creí que te alegrarías por Charlie.
¿Charlie? ¿Que tiene él que ver en esto?
No tiene que ver con esto, deja de pensar en ti. Tu padre y mi madre… parece que se entienden. Por eso vine aquí, quería darles espacio, una oportunidad. Ellos han pasado muchas cosas, Charlie ha estado solo por años sufriendo por tu loca madre y mi mamá ha vuelto a sonreír. No sé qué pasará pero espero que sean felices.
¿Charlie?— Eso no me lo esperaba. Mi padre siempre había evitado a las mujeres después de mamá, yo había llegado a pensar que siempre estaría solo.
Y mírate. Tu aquí, tratando de seguir a esa chusma. Ahora me vas a decir a quien esperas. Es él. ¿Acaso volvió por ti? Solo responde porque me desagrada ser tu niñera
No lo seas, por mi puedes marcharte.
Quiero saber, si es tu chupasangre, te dejo sola, aunque Jake y toda la manada me mate. Respóndeme que no quiero hacer mal tercio. Si es él, si es tu sanguijuela me voy. Si lo amas nadie tiene derecho a apartarlos— su ojos brillaron, su voz era severa.
¿Lo dices en serio Leah?— pregunté asombrada.
¿Bella, estas esperando a Edward?— La voz de John me sorprendió, salió detrás de un árbol, al parecer había oído algo de la conversación, se veía triste.
No— respondí
No tengo tiempo para jugar. Entonces salgamos de aquí— Leah se veía nerviosa
¿Bella a quien esperas?— Pregunto John.
Debía confesar, quizás tuviera una oportunidad de poder ver a Rosalie, aunque dudaba que se acercara a mí con ellos presentes.
Espero a su hermana.
Entonces no es seguro, ¡muévanse! Gritó Leah
Leah espera— dijo John mirándola –tal vez debamos dejarla o asegurarnos de que su hermana no sea peligrosa.
Por favor, no es seguro, quizás nos ataque, al menos vete tú, yo me quedo con Bella.
La voz de Leah había cambiado, su rencor de hace un momento había desaparecido, su voz era otra, recordé lo que dijo John a cerca de ella, la llamó reservada, pero Leah no era si para nada, ella se comportaba diferente con él.
Yo me quedaré con Bella— dijo él
No— gritó ella. – Tú te vas de aquí, no debiste seguirme…
Bonsoir Bella. Cuanto tiempo sin verte— Una voz fría me sobresaltó.
Levante la vista y vi a la figura de un hombre de cabellos negros y piel olivácea. Sus ojos me miraban intensamente. Laurent.
¿Había sido él quien me envió aquel mensaje? ¿Qué es lo que quería de mí? Pensé que estaba viviendo en Alaska con las Denali. Tal vez allí había visto a los Cullen. No podía ver sus ojos con caridad porque estaba contra el sol que empezaba a ocultarse y todo el horizonte era rojo. Sus ojos medirían si era peligroso, esperaba que fueran de un dorado intenso.
Leah se tensó y se puso en posición de ataque.
¡Llévatela de aquí!— gritó hacia John.
No te vamos a dejar sola— dijo él.
Laurent sonrió, eso me causó escalofríos. Parecía hambriento.
¡Bella que modales! ¿No me presentas a tus amigos?— dijo Laurent.
¿Qué haces aquí?— dije tratando de no parecer nerviosa aunque mi voz me traicionaba
Ayudando a una amiga. Me he civilizado. Y parece que tu también. ¿Un nuevo noviecito?— miró a John. –Y una apetitosa…— absorbió una bocanada de aire y su rostro cambió.
Con que una hija de la luna…— en su voz había… ¿miedo?
¿Laurent? ¿Por qué tardas tanto con mi bocadillo?— Otra fría voz me estremeció, su andar felino y su melena roja me paralizaron.
Victoria.
Había sido ella. Me había estado siguiendo. Fue ella todo el tiempo, con Antón, los crímenes de Chicago, la nota.
Complicaciones querida, tenemos una ligera complicación fácilmente superable— se apartó para que viera a Leah.
Siempre con la gente incorrecta Bella, cuando aprenderás— dijo mirándome.
¿Que quieres Victoria? ¿No puedes tener una vida propia? ¿Por qué debes seguir la mía por todo el país? Ya te dije que Edward no me ama y no creo…
Pero viniste. Eso me demuestra algo. Tengo una teoría. ¿Quién es tu amiguito? Se ve apetitoso—John que me tenía abrazada.
Soy su novio. Aléjense de ella— Gritó John.
Victoria y Laurent sonrieron y se miraron un momento. Leah se puso frente a nosotros y se adelantó un paso dispuesta a atacar.
Yo quiero ese bombón— dijo Victoria a Laurent.
Las damas primero. Déjame a mí la chica lobo— los dos se agazaparon.
Ya no podía mas, estaba temblando, yo conocía esa postura, se preparaban. No era una opción correr.
John estaba delante de mí, Leah dos pasos más hacia ellos y con los brazos extendidos. Sabía que no podría ella sola con los dos vampiros, seguíaí de pie, no había entrado en fase y no sabía porque. ¿Sería por John?
Victoria dio unos pasos, nos rodeo. Laurent la siguió al lado contrario. Nos estaban acorralando. Seriamos presa fácil y todo por mi culpa, realmente era egoísta al haber metido en esto a mis amigos.
Victoria atacó primero, hacia John. Leah saltó hacia ella y se interpuso en su camino. Mi vista se volvió a Laurent que saltaba también hacia nosotros. John me empujó hacia atrás y caí, Laurent alcanzó a empujarlo contra un árbol y cuando venía por mi vi otro cuerpo interponerse entre nosotros. Un lobo de pelaje rojizo.
Jacob había llegado.
Corrí hacia John, estaba inconsciente, se había golpeado la cabeza y sentí su sangre cuando trataba de moverlo. Eso pareció enfurecer mas la batalla. Me volví y vi, ya no uno, sino dos lobos luchando. El otro lobo o debería decir loba, era más pequeña.
Victoria era muy fuerte ya la había derribado dos veces. La tercera vez la tiró contra una roca y Leah no se levantó. Me tomó un respiro darme cuenta que Victoria estaba junto a mí. Jacob aun no terminada con Laurent.
He venido para hablar, pero esto lo hace más interesante— me tomó en sus brazos y corrió conmigo.
Pude sentir un golpe a través del cuerpo de Victoria y caímos, lo último que vi fue a Jacob y Victoria cuerpo a cuerpo y a lo lejos, a Leah delante del cuerpo de John protegiéndolo de Laurent, mis ojos se cerraban, casi no podía respirar.

0 comentarios:

Publicar un comentario