14 enero 2013

Capítulo 14



CAPÍTULO 14 

CUERPO A CUERPO


EDWARD 

Desperté muy temprano, vi a mis amigos ya vestidos para salir.
—Sí que tienen prisa—les dije.
—Ya sabes lo que dicen, al que madruga...—contestó Jasper.
—Estaba enseñándole a Jazz algunas técnicas que aprendí con papá, ya sabes, cuando era niño me entrenaba para ser luchador—decía Emmett.
—Si Edward, sería mejor que las aprendieras, no podrás usar tu gancho derecho con Black, las técnicas de lucha nos vendrán bien— me animó Jazz.
—Cualquiera de los tres debe defender el honor de Bellieta—bromeó Em sonriendo.
Durante media hora me enseñaron algunas llaves y técnicas de lucha, presté mucha atención, quería ser yo el que le diera su merecido a Black.
Salimos, todos en el auto de Emmett ya que los otros autos se quedaron en el taller para que le cambiaran los neumáticos. Al llegar a la escuela me quedé sin habla, Bella traía una ropa deportiva que hacía resaltar su esbelto cuerpo.
—Edward, cierra la boca se te van a meter las moscas—dijo Em riéndose.
—Pensé que tú también te quedarías en shock viendo lo que trae puesto Rosalie—le bromeó Jasper.
—Jaja, ya había visto top rosa el jueves por la noche, lo que hay debajo si me dejó idiota—sonrió recordando algo no muy decente.
Jasper y yo nos miramos y no dijimos otra palabra.
Un autobús escolar nos llevó hasta la playa, nunca había estado en esa zona, no que yo recordara, era un hermoso paisaje lleno de acantilados y playas desiertas. Bella y sus amigas iban en los primeros asientos, nos miraban de reojo. Qué bien le sentaba ese pantalón azul. Como quería acercarme y ahuyentar a Mike que estaba en un asiento cercano y no paraba de mirarla y tratar de hacerle conversación.
No vi a la pandilla de Black con nosotros, tal vez esperarían en su territorio. Pasamos por una zona habitada, esa debía ser la reserva Quilete, Black y compañía esperaban en su auto y siguieron nuestro transporte hasta llegar a la playa.
—Fórmense por favor, no se comporten como niños—nos decía el profesor al bajar. —Señor Newton deje ya en paz a la señorita Swan— fijé mi mirada y vi a mi Julieta algo incómoda tratado de deshacerse de Newton.
—Vamos a hacer un poco de calentamiento. Correremos hasta esas rocas y volveremos, en grupo. Señorita Stanley, si sabía que veníamos a la playa ¿Por qué se puso botas?— reclamaba el pobre hombre. Hay que tener paciencia para ser maestro de escuela secundaria.
Corrimos por espacio de media hora, el profesor dejo de insistir cuando vio que más de la mitad de los alumnos se habían rezagado y algunos estaban sentados.
—Iniciaremos con saltos. Sepárense, chicos a la derecha y chicas a la izquierda. Vamos a medir la distancia de salto largo, jóvenes más entusiasmo no sean tan apáticos— trataba de entusiasmarnos.
Y no era que estuviéramos sin ganas, era solo que hacía frío. Después de casi dos horas de saltos, carreras, lanzar jabalinas, el sol brilló un poco, suficiente para encendernos y caldear los ánimos.
—Bien es hora de las competencias, por favor señores fórmense aquí. Las damas pueden sentarse. Señor Chenney ayúdeme a medir un círculo de 3 metros de diámetro— marcaron un círculo.
Black y sus amigos conversaban entre ellos se ponían de acuerdo sobre quien escogería a quién.
—Jóvenes, les recuerdo las reglas, nada de golpes, mordidas o arañazos o serán descalificados y su contrincante ganará. Iré llamando por lista, el que llame elegirá a su contrincante. Ateara, Quil; dentro del círculo, elija a su oponente—el amigo de Black se adentró en el círculo, miró hacia nuestra ubicación y sonrió.
—Elijo a Cullen—me tomó por sorpresa tener que participar del primer combate.
Quité mi suéter y quedé sólo en una pequeña playera. Me acerqué a él y me agazapé un poco, tal y cómo Emmett enseñó.
—Bien, listos—oí el sonido del silbato y antes de que pudiera pensar sentí un golpe en el estómago, hice lo posible por no salir del círculo porque si no perdería automáticamente. Oí el silbato.
—Señor Ateara, tampoco vale golpear con la cabeza, sea más valiente y trate de reducir a su adversario con el cuerpo. ¿Listos?—silbato otra vez, avancé decidido y con mis brazos sujeté a Ateara jalé muy fuerte y lo tiré al piso, era una llave que Emmett había recomendado.
—Excelente señor Cullen, cuando haga eso debe sujetar a su contrincante en el piso e inmovilizarlo por 5 segundos. Vamos otra vez— y por tercera vez estábamos frente a frente, Ateara se veía rabioso, avanzó con si fuera a rodearme el pecho con sus brazos y cuando me preparaba para evitarlo cambió de pronto su táctica y me dio de lleno en la cara con su codo. Caí al piso y sentí algo caliente que inundaba en mi boca. Oí el silbato varias veces.
— ¿Señor Ateara, leyó las reglas? No se valen golpes, por una actitud así sería descalificado al instante. Oh no—oí la voz del maestro alarmada cuando me levanté, me avergonzaba sangrar y que haya sido el imbécil amigo de Black el que lo ocasione.
—Señor Cullen, tenemos un botiquín en el autobús, debemos ver si no ha sido grave. Llévenlo por favor, pasaremos a la siguiente pareja— negué con la cabeza, Jazz me alcanzó una toalla oscura y me limpié la sangre, sentía que la herida fue en mi boca y no en la nariz afortunadamente.
—Estoy bien profesor, no fue nada, quiero terminar esto—le dije con voz firme.
—De acuerdo, señor Ateara si vuelve a hacer trampa lo descalificaré—lo amenazó, tocó el silbato.
Esta vez vi que Ateara se lanzaba contra mí muy rápido, recordé la maniobra de usar la fuerza y velocidad del contrincante, me hice ligeramente hacia la derecha y prácticamente lo levanté del piso, lo hice volar por los aires hasta fuera del círculo. Todo se hizo silencio, Ateara aterrizó a mas de 3 metros lejos de mí y no se levantaba. Algunos corrieron a verlo.
—Estoy bien—grito él.
—El señor Cullen es el ganador de la primera contienda—gritó el profesor.
Black tenía el rostro lívido, tardó en reaccionar pero fue a ayudar a levantarse a Ateara.
—Black, Jacob—llamó el profesor.
Black entró al círculo, ya su pandilla no sonreía cuando nos miraba, Ateara caminaba con dificultad.
—McCarthy, quiero a McCarthy— dijo muy fuerte.
— ¡Sí!—gritó Emmett. Yo sabía que mi amigo estaba esperando esto, desde ayer quería retorcerle el cuello a Black.
—En sus posiciones, vamos—oí el silbato pero ellos no se movieron, estaban midiendo fuerzas y esperando el ataque del otro.
—Que pasa McCarthy, no quieres venir a luchar— lo incitaba su oponente.
—Estoy esperando que truco cobarde tienes bajo la manga Black. O tal vez solo tienes valor para hacerte en importante con las mujeres.
—Hay mujeres que no están a tu alcance.
—Pues no conozco ninguna que no esté a mi alcance, mis brazos son muy largos sabes—lo retó Em.
—Te mataré si la tocas—bufó Black, y se lanzó contra Emmett que se hizo a un lado, lo tomó de la camiseta por el cuello y lo tiró al piso, sabía que hubiera podido sacarlo del circulo pero mi amigo quería jugar con su presa.
— ¿Quien te asegura que no lo he hecho ya?—oí que susurraba Em a Black, quien se giró y lo tomó por la piernas haciendo que Em se tambaleara.
—Vas a morir McCarthy—oí a Black resoplar y se levantó al instante dándole con la rodilla a mi amigo en sus partes más sensibles. Emmett cayó al piso. El profesor hizo sonar varias veces el silbato y se acercó a él.
—Señor Black, eso es contacto indebido, no está permitido ni en Boxing, queda descalificado—oí las risas de Emmett, Jasper también sonreía a mi lado.
—Sabíamos que haría algo así, típico de un cobarde—me dijo Jazz al oído.
— ¿Porque no le ha hecho daño a Emmett?— Pregunté
—Suspensores con copas de metal— susurró Jasper. Sonreí al enterarme.
— ¿Sr. McCarthy está bien?—preguntó el profesor.
—Claro que si maestro, tomé precauciones, no ha sido nada—mi enorme amigo sonrió ampliamente y el profesor dudo. Black por su parte tenía sus manos en su rodilla lastimada. —Vamos profesor si descalifica a Black no podré ganarle tengo unas llaves muy buenas no se arrepentirá—lo convenció Em.
—Está bien, vuelva a sus posiciones— tocó el silbato una vez más.
—Ven con papi, perrito pulgoso, ahora vas a ver lo que siente una mujer cuando se aprovechan de ella—lo animaba Em.
—Vas a pagarlo—amenazaba Black.
—Te voy a dejar tan maltrecho que hasta tus pulgas te van abandonar—contestó mi amigo.
Se lanzaron uno contra el otro, Em rápidamente lo tiró al piso pero no lo inmovilizó, dejó que Black se levantara y nuevamente se enfrentaron. Black dio contra el piso por tercera vez, sus reflejos eran rápidos ya que de inmediato se incorporaba. Otra vez se liaron y ahora Emmett levantó a Black por encima de su cabeza, lo sostenía con fuerza. Todo mundo quedó mudo mirando.
— ¿Quieren ver como muere un perro sarnoso y cobarde?—dijo mirando a Bella. Mi novia se veía alarmada al igual que sus amigas. —Está bien no voy a matar al chucho—dijo mi amigo devolviéndolo al piso, apenas hizo esto Black le dio un cabezazo en el estómago. Em se encogió.
—Ahora sí te jodiste perro, primero mis hijos y ahora mi desayuno—inmediatamente lo levantó y lo abrazó en el aire, Black estaba rojo y empezó a ponerse morado. —Ríndete—le propuso Emmett. Pero Black negó con la cabeza a pesar de haber cambiado de color otra vez. —Ríndete o sabrás porque me llamaban oso en mi anterior escuela— segundos después la mano de Black que se movía en señal de rendición.
Emmett lo dejó caer y salió del círculo feliz mientras el profesor tocaba el silbato.
—McCarthy gana—grito el maestro y se acercó a mi amigo – ¿Ha considerado la lucha profesional señor McCarthy?—preguntó sonriendo.
—Tal vez profesor, tal vez.
—Estaré pendiente—le respondió el docente y se fue a seguir con la lista.
—Estuviste estupendo Em—le dije abrazándolo.
—Años de entrenamiento con osos tiene sus ventajas—sonrió.
Recordé que cuando éramos niños su padre lo llevaba a las luchas de hombres contra osos y Emmett combatía con oseznos. Nunca creí que le serviría de algo.
—Call, Embry—llamó el profesor, éste entró al círculo.
—Whitlock—llamó Embry a nuestro amigo para que se batieran.
—Espérenme no tardo—dijo Jazz sonriendo.
Oí el silbato y apenas pude ver lo que pasó, Jasper se lanzó contra Embry y lo hizo girar atrapando sus brazos por la espalda, luego lo tumbó haciéndole perder el equilibrio con uno de sus pies y tiro al piso a su oponente, se echó sobre él haciendo que su rostro se hundiera en la arena.
El profesor tocó el silbato. El combate no duró ni 10 segundos.
—Whitlock es el ganador—dijo el profesor asombrado al igual que el resto de la clase.
Embry se levantó con la cara cubierta de arena. Alice saltaba feliz sin ocultar su entusiasmo parecía querer correr a abrazar a su novio, Rosalie le hizo unas muecas que lograron contenerla.
El profesor llamaba a los demás alumnos que faltaban, no presté más atención a la competencia. Mis amigos y yo nos sentamos juntos a conversar.
— ¿Creen que fue suficiente? Yo quería golpear a Black—decía Emmett pensativo.
—Le diste donde más le dolía, en el orgullo, ahora hay que cuidarse de su reacción—Jasper siempre pensaba en todo, no dejaba ningún cabo suelto.
—Ahora que casi está seguro que tu y Bella... Em no es que sea celoso pero ¿Podrías dejar de insinuarle a medio mundo que tienes algo con mi novia?—le dije en un tono de reproche.
—Oye Romeo no es que quiera que crean eso, tú mismo has visto, las cosas salieron de un momento a otro. Tu Bellieta es como una hermanita, sabes que adoro a mi Rose—se excusaba mi amigo.
—Lo sé Em es sólo que…
— ¿Acaso no miraron ni un poco de las peleas anteriores? Señor Crowley deje de jugar a las manitas con el señor Newton y de una vez derríbelo—el profesor se oía molesto, nos quedamos mirando la pelea y no paramos de reírnos. Parecían dos niñas.
—Te entiendo Edward, es sólo que con el tamaño que tengo inconscientemente trato de proteger a todo el mundo, no quería que nadie sospechara de ti y Bella sobre todo por el problema familiar que tienen, tampoco quería que pelearas con Black y pues sigo molesto por lo que el idiota le hizo anoche a Bellita. Te prometo que dejaré que enfrentes tus batallas sólo, pero si necesitas una mano sabes que cuentas conmigo ¿no?—chocamos los puños, Emmett podía ser infantil la mayoría de veces pero su corazón era de oro.
—Me van a hacer llorar si siguen declarándose así—bromeo Jazz para dejar de lado cosas más profundas, nos concentramos en terminar de ver como Erik Yorkie corría para que Ben Chenney no lo alcanzara.
Todavía no había terminado el día y faltaba otra contienda que sería más interesante que ésta. Chicos contra chicas, cruzaba los dedos porque me tocara con Bella, no quería que otro estuviera cerca de ella.

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