14 enero 2013

Capitulo 13




CAPITULO 13


Desperté al siguiente día y me costó recordar lo que había pasado y dónde me encontraba. Lentamente me levanté, caminé por la habitación. Miré por la ventana, había un hermoso jardín de rosas allá abajo.
Debía tener una larga conversación con Clara y John. Escuché golpes en la puerta.
Adelante— dije. Estaba segura de que este sería un día triste.
Isa, cariño estas despierta— la voz de John sonaba apagada.
¿Descansaste bien Isabella?— su madre venía tras él. ¿Qué decirle a Clara?
Estaba cansada y agobiada, había guardado dentro de mí tantas cosas. No confiaba en nadie.
Clara, John necesito hablar con ustedes. Abrirles mi corazón, ser sincera—
Eso es lo que esperaba Isabella, sé que debe ser difícil para ti. Anoche John y yo tuvimos una larga conversación y está al tanto de todo. Pero no queremos presionarte, no debes sentirte obligada.
Quiero hacer esto lo antes posible no me gustaría arrepentirme.
Come algo y aséate, te esperaremos abajo— dejó la charola en una mesita, tomó a su hijo del brazo y salieron.
Por fin diría la verdad, abriría mi corazón aunque sabía que no completamente pero si lo necesario para que sepan cómo me siento.
Tomé un jugo y unos bollos. Me duche y baje al privado de Clara. Ellos me estaban esperando.
Siéntate junto a mi Isa—dijo John tomando mi mano.
John cariño no la presiones— Clara lo miró con tristeza.
Está bien Clara, lo necesito cerca— los ojos de John se iluminaron.
Fijé mi vista en la ventana, tomé un poco de aire y reuní el valor suficiente para relatarles mi historia.
Nací en Forks, Washington, mis padres se separaron cuando tenía 4 años, mamá me llevó a vivir con ella a Phoenix. Pasaba unas semanas cada verano con mi padre en Forks. Él era muy amigo de Billy Black el padre de Jacob. Cuando cumplí 16 años mi madre se volvió a casar con un jugador de baseball y me fui a vivir con mi padre para darles tiempo juntos ya que viajaban mucho. En mi nueva escuela conocí a los hermanos Cullen. Ellos eran los hijos adoptivos de uno de los doctores del hospital. Eran 5 jóvenes. Rosalie y Emmett que eran pareja. Jasper y Alice también pareja. Y Edward— tanto tiempo había evitado pronunciar este nombre que perdí el aliento.
Isa, amor, si esto te hace daño yo no necesito saberlo, en verdad no me importa— John me miraba con gran cariño y supe que hablaba en serio.
Debo continuar— dije. —Los Cullen eran muy extraños, nunca se mezclaban con los demás estudiantes. Llevé un curso con Edward, compartimos carpeta, así fue como lo conocí. Al principio era muy esquivo conmigo pero un día en el estacionamiento un auto se salió de control, estuvo a punto de atropellarme y él me salvó. En otra ocasión fui a Port Ángeles con unas amigas y me perdí buscando una librería. Fui acorralada por unos sujetos que querían lastimarme, Edward apareció nuevamente y me salvó otra vez. Me confesó que me había seguido para protegerme y nos hicimos amigos.
Por esos días fui a La Push la reserva donde vivía Jacob, quien me contó que los quilete eran enemigos de los Cullen por generaciones. Eran de bandos opuestos.
¿Qué eran exactamente los Cullen?— preguntó Clara.
Pertenecían a un mafia, pero habían hecho un pacto de no agresión con la gente de la reservación y respetaban su territorio.
Los de esa reservación ¿También eran de la mafia?— preguntó John, seguramente preocupado por Jacob.
No, sólo que ellos conocían su secreto y no lo divulgarían si los Cullen no le hacían daño a nadie.
¿Sabías qué clase de negocios tenían los Cullen?—
No lo sé realmente pero tenían mucho dinero, especulaban en la bolsa y cosas así— contesté. —Después de algún tiempo de frecuentarlos, Edward se enteró que yo sabía su secreto y empezamos a salir—
¿Pero no tenias miedo? Debiste contárselo a tu padre Isa— John se veía preocupado.
Mi padre es jefe de policía en Forks y al principio temí que lo lastimaran. Pero después guardé el secreto porque me había enamorado de Edward— Hubo un profundo silencio ninguno se atrevió a decir nada así que continué.
Empecé a frecuentarlos y los conocí más a fondo. Supe que no eran peligrosos, no le hacían daño a nadie solo que no les gustaba compartir con los demás. Un día otra banda llegó a Forks y hubo un altercado entre James su jefe y Edward. James me marcó y trató de matarme por todos los medios. Los Cullen me escondieron durante días y me sacaron de allí de regreso a Phoenix. Pero James era más astuto y nos siguió se las ingenió para hacerme creer que tenía secuestrada a mi madre y yo caí en su trampa. Me torturó y estuvo a punto de matarme pero Edward llegó antes y acabó con él.
¿Quieres decir que lo mató?— John abrió los ojos desmesuradamente. Asentí, los rostros de mis interlocutores demostraban su preocupación.
Los Cullen les hicieron creer a mis padres que sufrí un accidente, que rodé unas escaleras y todo volvió a ser como antes. Seguí viviendo en Forks aunque ya no frecuentaba la reserva porque al parecer no era bienvenida. Billy Black, el padre de Jacob, me pidió en reiteradas ocasiones que terminara mi romance con Edward, que ellos me protegerían. Pero yo no quise hacerlo.
Isa, ¿Nadie se enteró del asesinato? ¿La policía no investigó?— Clara se veía preocupada.
No, nadie más lo supo, ellos lo cubrieron bien— dije recordando el incendio que provocaron al estudio de Ballet.
Pasé el verano con ellos, ya había presentado a Edward con mi padre así que éramos novios. Pero cuando llegó mi cumpleaños…— recordé lo que pasó, la hermosa fiesta que me organizó Alice, lo feliz que me sentía y luego el ataque de Jasper.
Isa, hace más de un año que estas aquí cariño no me he dado cuenta de lo torpe que he sido, nunca te lo he preguntado. ¿Cuándo es tu cumpleaños?- John me interrumpió.
En una semana, el día 13— contesté sin ánimo. – Cómo te decía, el día de mi cumpleaños, Alice Cullen me preparó una fiesta sorpresa en su casa, todo fue muy bonito hasta que Jasper… bueno él estaba en rehabilitación, y...—
¿Quieres decir que era una especie de adicto?— Clara estaba intrigada
Digamos que si, era algo así. Bueno Jasper trató de matarme. Otra vez Edward me salvó, me alejó de su ataque empujándome pero rompí una mesa de cristal y tuvieron que ponerme puntos— dije mostrando mi brazo donde aún se veía rastros de la cicatriz.
John tomó mi brazo y lo besó. Pero cuando pasó su mano por la cicatriz que James me había hecho su cuerpo es tensó.
Isa ¿Cómo te hiciste esto?— me dijo mientras levantaba mi muñeca.
Fue James, me quemó con una especie de ácido— es todo lo que se me ocurrió para explicar el hecho de que esta parte de mi cuerpo siempre estaba fría y dura como una piedra.
Isabella, has sufrido más de lo que pensé. Estoy muy asombrada—
Y aún no termino Clara.
Continúa por favor— concluyó recuperando su semblante.
Después del último accidente que sufrí, Edward creyó que no era bueno para mí y decidió abandonarme. Convenció a su familia y todos se marcharon Forks. No sé a dónde se fueron—contuve a tiempo un sollozo al recordar aquel día tan doloroso.
Jacob mencionó que Edward te abandonó en el bosque ¿Es cierto?— preguntó John.
No es cierto. Edward me llevó al inicio del bosque detrás de mi casa y allí termino conmigo. Me dijo que no me amaba y que por eso se marchaba— dije agachando la cabeza.
¿Entonces pasaste todo eso por nada? ¿Nunca te quiso?— la mirada de John cambió del miedo, paso al enojo.
John, hijo, no saques conclusiones precipitadas aún—
Él tiene razón Clara. Todo fue por nada, yo no le convenía…
Quizás tu no lo veas como yo porque aún eres joven, pero cuando vives un poco más te das cuenta que para conocer a las personas y saber lo que sienten no siempre debes llevarte por lo que dicen sino por lo que hacen— dijo muy lentamente.
No lo había visto así Clara, tú crees entonces que….
Después de oír a Jacob pensé que Edward había jugado contigo y te había usado para después abandonarte. Luego de saber las cosas por ti no lo creo. Estoy convencida que Edward te amaba, pero se dio cuenta que al estar cerca de ti te ponía en peligro, quizás él no pueda ser una persona normal o no pueda dejar de ser lo que es y la vida que lleva pero no quería eso para ti, no quería verte morir.
Madre, él la dejó, no luchó por ella…— John estaba ofuscado.
Se necesita amar mucho a alguien para dejarlo libre cuando sabes que tu no lo harás feliz— Clara parecía recordar algo doloroso en su pasado.
También debo explicar lo de Jacob— dije para cambiar el hilo de la conversación.
Isa no creas que no me he dado cuenta de que Jacob está enamorado de ti— Dijo John algo molesto.
No es eso. Yo no creo que me ame. Me está cuidando—respondí.
¿Acaso piensa que ese tal Edward puede volver?— en los ojos de John vi por primera vez un rastro de celos.
Edward nunca volverá. Jacob me cuida de Victoria—
¿Victoria?— dijo Clara.
Era la mujer de James. Ella sabe que fue Edward el que lo eliminó y quiere vengarse conmigo. Me siguió hasta la nueva casa de mi madre en Jacksonville el año pasado. Ha intentado matarme dos veces, una anterior en La Push, allí me defendieron los de la reserva pero la última vez Jacob la dejó mal herida y él teme que vuelva a buscarme.
Nosotros te defenderemos si eso es por lo que él está aquí, esta demás— nunca había visto ese tipo de reacción en John, yo lo creía mas pasivo y con un carácter más tranquilo.
Jacob es mi mejor amigo John y tiene una beca. No le puedo pedir que se vaya— dije.
Isabella, ¿Cómo puedes estar segura de que Edward no volverá?— la voz de Clara sonaba profética.
No lo sé, él lo dijo, lo prometió. "Será como si nunca lo hubiera existido"— susurré.
¿Y si regresa?— volvió a preguntar Clara forzando una respuesta mía. No le pude contestar.
Te agradezco que hayas sido sincera Isabella y que nos hayas abierto tu corazón. Hasta aquí puedo participar, las decisiones que tomen ustedes son solo suyas. Yo respetaré y aceptaré lo que decidan y si quieres algún consejo o mi opinión te la daré. Ahora debes conversar con mi hijo. Los dejo solos— Y diciendo esto salió.
Ahora decidiría si realmente valía la pena continuar mi tibia relación con John. Sabía que de cierta forma lo estaba usando para no sentirme tan sola. Y también estaba Jacob. ¿Qué podía hacer? ¿Y si Victoria volvía? ¿Acaso no pondría en peligro a John también? Esto no me dejaba en paz. Tenía que definirlo de una buena vez.

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