14 enero 2013

Capitulo 1





CAPÍTULO 1

RECUERDOS Y RIVALIDADES


BELLA
—Hola, ¿quieres jugar a los encantados?— rápidamente gire mi cabeza para ver de donde provenía tan linda voz y me encontré con un par de ojitos verde esmeralda que me miraban con impaciencia.
— Si claro— le dije. —Muéstrame como se hace, no conozco ese juego— sonreí al ver que le faltaba uno de sus dientes.
— Es sencillo— volvió a hablar –yo los persigo y a aquel que logre tocar quedara encantado y muy quieto en su lugar, no se debe mover.
— Y si me pica algo, o si tengo ganas de reírme— le pregunte.
— No se vale moverse, pero si es muy urgente haré como que no te he visto— me dijo casi en un susurro la ultima parte, para que no lo oyeran los otros niños.
— Bien entonces si juego. ¿Por cierto como te llamas?— le pregunte, ya que era el primer día de clases en el jardín de niños y yo todavía no me aprendía todos los nombres de todos en mi aula.
— Yo soy Eddie— me contestó. —¿Tu eres Bella no?
— Si, ¿quien te dijo mi nombre?— pregunte con insistencia
— Bueno todos sabemos como te llamas, eres nueva en el salón, nosotros comenzamos las clases hace dos semanas. ¿Por qué te demoraste tanto en entrar al colegio?— Me pregunto y recordé que tuve fiebre y tos. Me mantuvieron en cama mas de una semana tomando un jarabe que sabia a fresas y olía como mi champú.
— Estaba enferma— le conteste. —Bueno ¿seguimos hablando o jugamos de una vez?— pregunte arrugando la frente
— Bueno comencemos, yo los persigo. Ah ellos, son Jessica, Ben, Ángela, Erick, Lauren, Rosalie, Alice y Mike, aunque a ese lo debes conocer porque nos estuvo hablando de ti desde que entramos al colegio, ¿es tu amigo?— pregunto un poco enfadado
— Nuestros papas son muy amigos, siempre se van a pescar juntos y a veces comemos los domingos— y me acerque un poco mas para susurrarle al oído —Pero no me cae bien, hace berrinches cuando no le dan lo que quiere— acusé a Mike, en verdad era muy engreído.
— Tan grandote y llorón— dijo Eddie riéndose, yo también sonreí, me caía muy bien este niño, era muy educado y sus ojos eran muy bonitos.
— Bueno empecemos, les doy ventaja, contare hasta 10 y ustedes corren.
Uno, dos, tres…
Yo corrí con todas mis fuerzas pero tropecé con Lauren y caí. Oí las risas de Jessica. Alguien llegó a ayudarme a levantarme y me limpió las lágrimas.
— ¿Estas bien?—dijo mirándome con curiosidad. Su cara era un chiste, sus ojitos verdes y su frente arrugada me parecieron tan lindas que sonreí.
— Si, no duele mucho— le conteste. Mike también llego corriendo y lo apartó de mí.
— ¿Estas bien Bellita? ¿Quieres que te acompañe al salón? Ya no quiero que juguemos a esto, te puedes caer…— Yo estaba que tronaba, quería jugar y que no me llevaran a sentarme, así que quite sus manos de mi. – Estoy bien, gracias. ¡Quiero seguir jugando!— le grité.
— Entonces serás mi primera encantada hasta que puedas seguir corriendo, siéntate aquí— dijo Eddie señalándome un tronco en el patio. Yo vi que estaba sucio aquel lugar y arrugué la nariz, Eddie se sacó su casaca y la puso encima. Ese detalle me lleno de alegría, era como una película que había visto con mi mamá.
Mike estaba un poco enfadado y se fue.
— ¿Entonces podemos continuar?— preguntó Eddie. Yo le dije que sí cuando estuve muy cómoda.
Era divertido verlos correr, sentía que yo también participaba aunque me quede muy quieta. Eddie me sonreía cada vez que pasaba cerca de mí. Jessica se dejo atrapar a propósito, Ángela fue encantada cerca del columpio, así que Eddie le dijo que podía estar encantada subida en el columpio para que no se aburra. Rosalie se dejo atrapar cuando su zapato se ensució con lodo y Alice casi no puso resistencia porque estaba bailando. Solo faltaba atrapar a Erik aunque hacia trampa porque se escondía detrás del tobogán para que Eddie no lo alcanzara. Quería ayudarle a Eddie para que encuentre a Erik y lo encante pero no podía porque estaba encantada también y sería hacer trampa si me movía.
La profesora llegó tirada de la mano de Mike. Pero que chismoso, lo miré feo.
— Bella déjame ver tu rodilla— dijo la Miss Yoana que era muy linda.
Yo no me moví porque seguía encantada
— Bella ¿Me oyes pequeña? ¿Estas bien?— dijo con mas insistencia, yo buscaba a Eddie con la mirada, él se dio cuenta y corrió hacia nosotros. Me toco la cabeza con una mano y me desencanto.
— Gracias— le sonreí, me gire hacia la profesora. –Ya no me duele – dije y le mostré mi rodilla, que para mala suerte tenia un poquito de sangre.
— Ven Bella— me tomó en brazos. – Vamos para lavarte esa herida o se puede infectar.
Les dije adiós con la mano a los demás, Eddie se quedó triste.
Me desinfectaron la herida y me pusieron una cremita que estaba fría y una gasa por encima. Y para mi horror me dejaron al lado de Mike.
— Me estaba divirtiendo ¿Por qué llamaste a la Miss?— le pregunté, cambiándome de silla para alejarme del chismoso.
— Porque te golpeaste… y porque no me gustan los juegos de Eddie— refunfuñó.
Me entretuve con un juguete para armar y lo ignoré el resto del tiempo que estuvimos en el salón. Me senté al lado de Jacob a él también lo conocía porque mi papá y él eran los mejores amigos y sabía que a Mike le daba miedo.
Los demás entraron un rato después y comenzamos colorear una figura con muchas flores, un arco iris y muchas mariposas. Eddie se acercó a mi cuando término su trabajo. – ¿Ya estas mejor Bella? ¿Te duele?— preguntó.
–No me duele pero me enfadé porque no pude seguir jugando.
-Mañana jugaremos a algo mas divertido, sin correr para que no te duela la rodilla— dijo con una linda sonrisa.
-¡Si! – grité pero mi carita se puso roja como un tomate porque lo dije muy fuerte y todos voltearon a mirarme. Eddie sonrío y se fue.
Al terminar las clases salí corriendo sin acordarme de mi rodilla herida, casi me caigo, pero Eddie me agarró de la mano y no me di contra el suelo.
Quería mostrarle a mi papá el bonito dibujo que había hecho de mi familia.
Cuando lleguamos a la puerta papi Charlie estaba discutiendo con un señor. Eddie me apretó más de la mano.
— Papá— gritó.
Ambos voltearon a vernos pero mi papi se volvió como loco y le dio un puñetazo al papá de Eddie. No pude evitar llorar, Eddie también lloraba conmigo. Varias porfesoras que estaban cerca nos llevaron dentro del saló otra vez.
Tuvimos que esperar hasta que nuestras mamás vinieron a recogernos. Pero ellas no pelearon sino que se saludaron. Yo recordé el rostro de esa señora, mi mamá me llevó una vez a su casa cuando me dolía mucho el estómago y tenía fiebre. Su esposo era doctor y me puso una inyección que no me dolió nada. Ese debía ser el papá de Eddie, el doctor. ¿Mi papá se habrá enojado porque me puso esa inyección?
Esa noche mis papis discutieron y no fui al colegio en varios días, cuando regresé Eddie ya no estaba y no lo volví a ver nunca más.
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EDWARD
Hoy llego al colegio una niña nueva, tiene el cabello largo, unas pocas pecas en su rostro y sus ojos son del color de mi postre favorito Chocolate. Es muy bonita tiene hoyuelos y se sonroja por todo.
La invité a jugar un juego que me enseño mi mamá pero se cayó, se lastimo la rodilla y no pudimos seguir jugando.
Cuando regresamos del recreo fui a verla y me dijo que si quería jugar conmigo al día siguiente y lo dijo gritando. Eso me puso muy feliz.
Debía tener los pies torcidos porque casi se cae otra vez durante la salida. Tuve que agarrarla de mano para que no se lastimara.
A la puerta mi papá estaba discutiendo con un policía. Era un señor con mala cara.
Llamé a mi papá para irnos rápido y que no se lo lleven preso pero el policía me miró con mucha rabia y le pegó a mi papá. No entendía porque, yo simpre me porto bien y me como todo lo que mi mamá me prepara. Nunca digo palabras malas y me porto bien.
Ya en casa oí decir a mi papá que ese hombre era muy malo y que era el papá de Bella, no podía creer que un hombre tan feo y malo podía ser el papá de alguien tan bonita como ella.
Al día siguiente Bella ya no estaba en el colegio. La pasé muy triste, tenía miedo que su papá le haya hecho algo por juntarse conmigo. ¿Por qué se portaría así? Los policías son buenos, mami decía que si me perdía busque un policía.
Al final de las clases ya no quedaban más niños en el aula, yo iba saliendo y tres niños me cerraron el paso, eran Jacob, Quil y Embry. Yo no era su amigo porque me parecían maleducados.
— Así que tú eres amigo de Bella— dijo Quil sonriendo feo.
— Vamos dense prisa y démosle unos buenos golpes para que el jefe Swan nos pague los 10 dólares que prometió— dijo Embry asustado mirando hacia afuera.
— Qué valientes, tres contra uno— les reclamé.
— Yo puedo solo contigo— dijo Jacob saltándome encima. Caímos y rodamos por el suelo. Me atrapó sentandose en mi estómago. —No vuelvas a hablarle a Bella. Ella va a casarse conmigo cuando sea grande y a su papá no le gustas.
Eso me molestó mucho, sin pensar le propiné todos los golpes que pude recordar de los programas de lucha libre que había visto. Ni Jacob ni nadie iba a impedirme hablar con quien quiera.
Cuando termine de golpear a Jacob, Quil y Embry se lanzaron en contra de mi y también les pegué a ellos dos, estaba furioso. La profesora vino a separarnos y pude ver que los había lastimado.
— Ahora si pueden cobrarse sus 10 dólares ¡Cobardes!— les grité.
No me di cuenta que mi papá estaba allí para llevarme a casa. Me tomó en brazos y me levantó del suelo.
— Nunca mas voy a dejarte pasar por esto— dijo temblando, yo me asusté de sus palabras.
Unos días después nos fuimos de Forks, yo estaba muy triste. Pero en la nueva escuela de Seattle, conocí a dos amigos geniales: Emmett y Jasper. Nos hicimos inseparables.
Gracias a ellos me fui olvidando de Forks, de Bella y de aquel señor malo que odiaba a mi papá.
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13 años después…
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CARLISLE CULLEN
Algunos dicen que sus cuerpos no tocaron el mar y que mucho tiempo después todavían podían verlos en la cima de aquel acantilado.
El más triste de mis recuerdos, mi padre y esa mujer, juntos, lanzándose al vacío,
Charlie y yo coincidimos años después en varias clases del colegio, sus ojos se oscurecían al verme, él aprendió a odiar porque le tocó la peor parte, su padre era policía y llenó de odio su corazón.
Yo quedé sólo, mamá había muerto cuando nací, nadie me habló de venganza, ni deshonra. La soledad fue mi compañera. Mi abuela apenas hablaba, murió años después cansada de su tristeza.
Y ellos, los Swan, me odiaban. Habíamos tenido problemas limítrofes desde antaño pero después que mi padre y la madre de Charlie se fugaron, nos quitaron casi todas las tierrs de mi familia, yo no podía pagar un aogado que me defienda.
Nunca entenderé porque aún me odia. Yo no tuve la culpa de lo que pasó. Tampoco él.
Me llevé a mi familia lejos, la última vez que me agarré a golpes con Charlie, lo único que quería era que mi hijo creciera alejado de todo esto que una vez me causó tanta tristeza.
Pronto regresaría a mi antigua casa en Forks. Va a ser difícil comenzar de nuevo. Pero debo asumir la responsabilidad del nuevo hospital, es un reto muy grande. No sé si hago bien.
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CHARLIE SWAN
Las pesadillas nunca me abandonas, veo a mi madre de la mano de aquel tipo que se la llevó. Pero ella le sonríe y no me mira, no le importo nada.
Mi padre avanza hacia ellos con una escopeta en la mano.
Yo quiero correr a detenerlo, no quiero que la lastime. Me encuentro cara a cara con un niño rubio, es Carlisle hijo de aquel hombre que se robó a mi mamá. Él también tiene miedo.
Papá quitó el seguro de su arma. "No mates a mi mamá por favor" grito. Pero con tantas voces nadie me escucha.
Mamá se pone delante de ese hombre para que no le llegue la bala. Carlisle y yo corremos hacia ellos pero no nos miran, sólo se miran a sí mismos.
Y de pronto, sin que nadie pueda deternerlos, se arrojan al vacío.
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Ese sueño aún me atormenta después de tantos años.
Pensé que ya lo había superado. Debe ser porque pronto Carlisle volverá.
El perfecto niño, el brillante estudiante. El hijo del imbécil Anthony Cullen.
Carlisle ha vuelto y con él mis viejas pesadillas.
Lo detesto a él y a su familia. Fue la arpía de su mujer quien le metió ideas a Renée para que me abandonara. Siempre es culpa de los Cullen, ellos están asociados a mi desgracia.
Pero hoy es la fiesta más esperada del año, llevaba meses organizándola. No quiero forzar a mi hija a aceptar alguno de sus pretendientes, me gustaría que eligiera sola.
Quisiera que se quedara conmigo para siempre pero es mejor buscarle alguien que la proteja cuando yo le falte. Me inclino más por los Black, aunque los Newton son muy ricos.

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