05 febrero 2013

EPILOGO ENEMIGO PUBLICO




EPÍLOGO



BELLA
— ¡Mami guárdame chocolates!— Anthony salió corriendo seguido de sus amiguitos.
Hoy cumplía cinco años.
Cinco felices años en los cuales había podido dormir con tranquilidad cada noche.
Edward terminaba de colocar la piñata en el medio de nuestra salita, pronto llegarían algunos de sus compañeros del hospital y sus familias para empezar la pequeña fiesta que le habíamos organizado a nuestro hijo.
Subido en una escalera de tijera, mi esposo seguía viéndose condenadamente sensual. Vestido de paramédico o en ropa informal, Edward jamás podía pasar desapercibido.
"Edward" ó "León" esos nombres ya no estaban permitidos. Él era Anthony, igual que nuestro hijo. Me costó mucho tiempo llamarlo así pero soy muy cuidadosa y por nuestro bien es mejor guardar las apariencias. Soy la señora Platt. Bella Platt. Esme y Carlisle mis cuñados, legalmente. Pero yo los veo como mis padres.
Lejos quedaron esos tiempos en los que mi marido se dedicaba a asaltar bancos.
Por cierto, la banda llegaría en cualquier momento. Debo dejar de pensar en ellos de esa forma, ahora son sólo nuestros amigos. Nuestros mejores amigos.
—Ey niños, vengan, les traje a Yogi— escuché los gritos de Emmett.
¡Ay no! Debía tener cuidado o mañana las otras madres pegarían un grito al cielo si algo les pasaba a sus hijos.
Salí de la casa para encontrarme a Emmett con un osezno. Sonreí, por un momento pensé que cumpliría su amenaza y traería un oso pardo adulto como había prometido.
Todos los niños de acercaron a acariciar al cachorro. Rosalie venía detrás con Lilian, su pequeña hija de tres años. Sus preciosos rizos dorados me hacían desear tener una niña. Ellos vivían a las afueras del pueblo, Emmett tenía una tienda de artículos para escalar y acampar. Pero le encantaba salir al bosque a patrullar por si aparecían cazadores furtivos.
—Hola ¿mucho trabajo?— Rosalie sonreía, le sentaba de maravilla la maternidad, su hermosa barriguita de 6 meses era notoria.
Yo todavía no tenía previsto un hermanito para mi hijo, aunque Edward ponía mucho empeño en agrandar la familia.
—En realidad no, Esme decoró todo, yo sólo hice algunos dulces— le sonreí y tendí mis brazos para cargar a la pequeña Lilian que miraba con atención como corrían los niños.
—Alice, Jasper y Evan vienen en camino, me llamaron por la mañana— me confirmó, hoy estaríamos las tres nuevamente, Alice vivía entre Port Ángeles y Seattle ya que los negocios de Jasper lo requerían en la ciudad.
—Ángela no puede venir porque sería muy duro el viaje todavía le faltan dos semanas y debe hacer reposo. Ben si viene, ya debe estar por llegar— respondí.
Ángela y Ben se habían casado el año pasado, él ahora era un corredor de autos famoso pues las carreras se habían vuelto legales. Era el rey de Daytona. Edward siempre quiso participar pero yo lo convencí muchas veces de no hacerlo. Me aterraba que alguien lo reconociera.
— ¿Dónde está papá?— preguntó Anthony corriendo. Tenía el mismo cabello broncíneo e indomable que su padre.
—Ten cuidado— grité, por suerte para él había heredado la elegancia y los reflejos de su padre, pasó saltando la vereda sin siquiera tropezar.
—Bájame tía Bella, quiedo id a ved que hacen— Lilian se revolvió en mis brazos y no se estuvo quieta hasta que la puse en el suelo.
A duras penas llegó a la puerta para ver que traía tan entusiasmado a mi hijo.
—Crecen tan rápido, pronto estaré nuevamente criando, Emmett está seguro que será varón— decía mi amiga acariciando su barriguita.
Pronto fuimos invadidas por toda una bandada de niños que entraron a la casa, escuchamos gritos y risas.
— ¿Anthony que hacen?— me asomé a la puerta para quedarme congelada mirándolos jugar.
— ¡Estamos jugando a los asaltantes de bancos!— gritó mi hijo con una pequeña pistola de madera, sus demás amigos también traían un arma y Edward simulaba ser el jefe de la banda.
— ¡Anthony Edward! Deja de darle mal ejemplo al niño— grité furiosa. Emmett soltó una fuerte carcajada detrás de mí.
—De tal palo…— reía sin poder contenerse. Mi marido se acercó con un puchero.
—Amor, sólo es un juego— me miró con esa sonrisa pícara que bien conocía, jugueteó un poco con su arma al estilo pistolero y la guardó en su bolsillo –El asalto será para después del pastel niños, lo siento— se excusó con su pequeña banda de niños asaltantes. —No me mires así— me abrazó, yo todavía estaba molesta pero cuando sentí que me daba un pellizco un una de mis nalgas, salté y me sonrojé.
—Por favor amor compórtate— le llamé la atención, era tan travieso como su hijo, nunca se podía estar quieto.
—A ti te gustaba cuando era un chico malo— me susurró al oído. Me estremecí, afortunadamente en ese momento llegó un hermoso auto negro en nuestra puerta. Salí recibir más visitas. Alice y su niño bajaron sonriendo.
—Vaya, sólo falta Ben y la banda… digo el grupo, estará completo— dijo mi marido, caminado hacia Alice y Jasper.
— ¡Bella! Te he echado tanto de menos, no veo la hora que Jasper compre una casita aquí, como me gustaría que nuestros hijos vayan a la misma escuela— quise saludar a su hijo pero Evan ya corría con el mío.
En ese momento Esme y Carlisle salieron a saludar a todo mundo y hacerlos pasar al salón de nuestra linda y acogedora casita.
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EDWARD
— ¿Cómo te va en el hospital?— preguntó Jasper.
—Bien, me agrada poder ayudar, tiene algo de adrenalina, ya sabes, si no te apuras el paciente puede morir— sonreí.
—Al menos te la pasas bien, yo me aburro un poco la verdad ¿Qué tal si organizamos una cacería o alguna acampada con Emmett?— preguntó.
—Eso suena bien.
— ¿Bien? Es genial, si Ben se nos une estaríamos completos… bueno los vivos— sonrió Emmett.
Nos miramos con complicidad, en una tumba en el cementerio de Chicago, bajo una lápida que llevaba mi nombre estaba enterrado Mike, quien por hacerse pasar por mí, encontró la muerte de la forma más despiadada.
—Tu hijo está… ¡Alice me va a matar! Tu niño le está enseñando un arma a mi hijo— gritó Jasper.
—Es una pistola falsa— dije molesto. —Los niños suelen tener esos juguetes— caminé tras él, no entendía porque tanto problema.
—Tan chiquito y ya formando su banda— rió Emmett. –Oye… ¡Aléjalo de mi princesa!— gruñó pasando a mi lado.
Mi hijo y el de Jasper estaban atando a la pequeña Lilian a un árbol.
—Es lógico que actúen así, con los padres que tienen— decía Rosalie riendo al ver la escena.
— ¡Anthony!— reprendía Bella a nuestro hijo.
—Somos pistoleros y vamos a pedir rescate por la rehén— el pequeño duendecillo de cabellos negros, hijo de Jasper y Alice seguía tratando de atar a su amiguita que parecía muy feliz.
—Creo que "eso" que hacen es producto de muchos cuentos para dormir, llenos de historias que sus padres les cuentan ¿Verdad Jasper?— decía Alice con una mirada de reproche a su esposo.
—Son sólo cuentos— se excusaba mi amigo.
Terminé el día exhausto, esos niños cansaban más que un asalto. Mi hermosa esposa se preparaba para venir a dormir conmigo. Cepillaba su largo cabello caoba sentada en el tocador.
Haciendo un recuento de mi vida, de todas las experiencias por las que pasé, me siento agradecido. Hoy comprendo que mi forma de actuar en el pasado era un camino equivocado, la impotencia y la decepción en el sistema era lo que me llevó a vivir al límite, a trasgredir las reglas y a quebrantar las leyes.
Y fui muy afortunado, porque cuando Bella llegó a mi vida, le dio un sentido. Ahora puedo dar a los demás la fe y el amor que ella me inspira.


F I N



Gracias por leer y acompañarme en esta aventura

PATITO

3 comentarios:

Anónimo dijo...

hermosa historia patito!!!!!!!!las seguia en el face y ahora aca de a poco las voy leyendo una a una amo tu forma de escribir ....realmente te felicito...y mas tmb x el blog q esta hermoso...te seguire leyendo en el twit face y dnd mas sea...te mando muchos besos y felicidades x esa familia q se q tienes y se ve a lo lejos(como estoy q es buenos aires)q te apoyan en todo!!! besos y abrazos!!! dai...-

Anónimo dijo...

mas felicidades patito adoro la manera en que escribes mucha suerte en tu vida te quiero mucho hermosamil abrazos y besos!!!!

Unknown dijo...

Bueno patito... déjame decirte que Estoy fascinada con tus historias. Me han encantado todas de verdad! Tienes una manía para escribir y meterte en la historia (si déjame decirte que soñé con Robert Jajaja) No había escrito y está es la primera vez.

Esta ha sido una de mis favoritas, es tan encantador jeje y no se quedan a tras el conserje, el jardinero y el acosador ♡_♡

Si te haré un review completo te felicito por esa imaginación tuya, deberías de publicarlas :3

Y sigue así... me encantas jeje me enamora cada palabra que escribes y que decir la forma de los personajes que das vida...

Bueno nena cuidate te mando un fuerte abrazo, espero puedas leer esto y sino te lo dejaré en todos los portales donde estés jeje xao!

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