14 enero 2013

Capítulo 9



CAPÍTULO 9

CRIMEN Y CASTIGO I


BELLA
Desperté muy temprano y bajé a tomar desayuno. Leah tenía los ojos hinchados. Si no supiera que es tan fuerte pensaría que estuvo llorando. Sue nos sirvió el desayuno.
— ¿Hija, te sientes bien?—le preguntó.
—Si mamá, sólo tuve algunas pesadillas.
Llegamos a tiempo al colegio. Vi estacionado el Jeep de Emmett y el Audi azul de Jasper pero no el volvo de Edward, me asusté un poco, quizás lo detuvieron anoche, no vi a mi padre en casa, tal vez… No, no pudieron arrestarlo.
Miré mi reloj varias veces para comprobar lo mucho que tardaba Edward, aunque decir verdad, Emmett y Jasper tampoco aparecían. ¿Dónde se habrán metido?
Me sentí más tranquila al verlos entrar para la clase de matemática. Edward se veía radiante esta mañana, pasó al lado de Jacob y lo saludó.
—Ey Black, buen día.
— ¿Que tienen de buenos Cullen?—le respondió el aludido.
Emmett y Jasper también les sonrieron a Quil y Embry. ¿Por qué lo hacían? ¿Fanfarroneaban?
Nos dejaron mucha tarea, seguro me tomaría toda la tarde terminarla, ojalá a mi padre no se le ocurra ir a visitar a los Black o algo parecido.
Antes que termine la clase se oyó al director en los altavoces.
"A todos los alumnos, favor dirigirse al auditorio en este momento" escuchamos. Todo mundo murmuraba. Seguramente sería algún anuncio importante o alguna vacuna obligatoria del gobierno. Las odiaba.
Caminamos un tanto confusos hacia donde nos habían convocado. Algunos se hacían preguntas y otros susurraban frenéticos suponiendo algún atentado al país o algún brote de gripe mortal. ¿Por qué eran tan alarmistas? Me preguntaba.
Al llegar al auditorio me sorprendió ver a mi padre y al director en el estrado. ¿Qué haría la policía en el colegio? Me preocupé. Mis amigas y yo tomamos asiento en la primera fila. Los chicos generalmente se sentaban atrás para arrojarnos papeles.
El director se dirigió a nosotros en cuanto se cerró la puerta del auditorio. Todos hicimos silencio porque era algo inusual y todo evento imprevisto en un pueblo tan pequeño como Forks era un tan interesante como lo festivales de primavera.
—Alumnos, tenemos con nosotros al Jefe de policía Swan. Me ha informado que han ocurrido hechos condenables y le he dado total libertad para investigar en la escuela— la voz del director sonaba enfadada.
Se hizo a un lado cediéndole el habla a mi padre que se también estaba muy serio. ¿Hechos condenables? ¿Tendría que ver con la carrera de anoche?
— Buenos días. Hoy en la madrugada se registraron movimientos inusuales en el pueblo, como saben y para que se enteren los que no lo sepan, en el estado de Washington están prohibidas las carreras de autos en las vías públicas. A la media noche de hoy se realizó una carrera ilegal y en varios puntos de nuestro pueblo las velocidades automovilísticas fueron rebasadas de manera delictiva. Tenemos pruebas que los causantes de cada uno de los incidentes son estudiantes de esta escuela. Vamos a iniciar un interrogatorio general para recabar información y así tener no sólo la certeza de las pruebas sino también el respaldo de las investigaciones. En el resto del día cada alumno pasará por una breve entrevista conmigo. Los responsables serán sancionados ejemplarmente— amenazó Charlie.
El director se apresuró a terminar la reunión.
—Los alumnos cuyos apellidos comiencen de la A a la F pasen por la dirección, el resto puede irse a sus clases, se les llamarán en orden alfabético— nos indicó.
Quil, Embry, Jacob, Leah, Tyler y Ben se levantaron de sus asientos y fueron agrupándose para salir por la pequeña puerta que daba a la dirección. Edward también se les unió.
—Ahí voy, pondré la carita más tierna que tengo, cruzaré hasta los dedos de los pies—nos susurró Alice se fue dando saltitos.
Rose y yo regresamos a nuestras clases. Uno a uno fueron regresando al aula nuestros compañeros a medida que pasaba el tiempo. Alice regresó muy sonriente.
—Ni siquiera tuve que mentir—dijo sonriéndonos. Eso me tranquilizó, si mi padre supiera que tuve algo que ver, no quiero pensar en el castigo que me impondría.
Me extrañó que ni Edward ni Jacob regresaran. Mi preocupación fue en aumento a medida que el tiempo pasaba.
Llamaron a quienes sus apellidos iniciaban desde la G a la N. Rose se levantó y salió seguida de Mike, Lauren, Emmett y algunos más.
Un rato después regresaron todos menos Mike.
—Los de la O a la Z a la inquisición— dijo Emmett cuando volvió.
Jessica, Ángela, Erik, Jasper y yo salimos en silencio. Jessica permaneció junto a mí.
—No supe de esa carrera sino me habría escapado de casa— dijo sonriendo Jessica. –Debió ser de lo más emocionante, no he oído de algo tan temerario en este pueblo. Nunca pasa nada interesante aquí, mi mamá dice que desde que tu abuela…—entonces se dio cuenta de que estaba diciendo algo prohibido y se tapó la boca asustada.
— ¿Mi abuela que Jess?—le pregunté.
—Oh nada Bella olvídalo, chismes de viejas.
—Necesito saberlo— le reclamé.
—Me están llamando— dijo y corrió. Cobarde. Debo encontrar otra ocasión para hacerla confesar lo que sabe.
—Son tan peligrosas estas carreras que deben hallar a los culpables—murmuró Ángela detrás de mí.
No pudimos conversar más porque Jessica salió muy rápido de la oficina del director y me hizo señas para que entrara.
Caminé no muy animada. Me detuve detrás de una pequeña silla, frente al escritorio del director. Miré a mi papá a los ojos.
—Siéntate Bella— me dijo más relajado. –Debo darte el mismo trato que a los demás.
—Si papá, digo Jefe Swan—él me sonrió.
— ¿Sabes algo de lo que ocurrió anoche?— preguntó.
—No— contesté con seguridad.
— ¿Dónde estabas a media noche?
— En mi cama. Me acosté temprano.
—Es todo te puedes retirar.
— ¿Nada más?
—Bella, no tengo que llamar a tus padres para corroborar que lo que me dices es cierto—sonrió.
Regresé a clases y todo estuvo tranquilo hasta la hora del almuerzo. Al parecer mi papá y el director querían llevar esto hasta las últimas consecuencias.
Aproveche que mi papá se quedó a almorzar en la escuela para acercarme a él y poder conversar.
—Papá, puedes contarme lo que te pasa. Te veo muy confundido.
—Necesito saber que ocurrió. Anoche casi todas las alarmas fueron accionadas, tenemos las matrículas de los autos pero hay algo que no encaja. Las matrículas de los autos que corrieron son las de Jake y Mike. Pero Embry, Quil y el mismo Jacob insisten en que fue Cullen quien corrió, incluso lo acusan de organizar la carrera. No tengo pruebas pero sé que algo tiene que ver en todo esto. Mike parece no saber nada de nada. No sé si miente o en realidad no sabe. Pero no puedo creer en Quil ni Embry porque ellos fueron los que activaron las otras alarmas aunque no los hallamos cerca de los lugares donde se supone estaban corriendo sino en la llegada de la maldita carrera. Hasta Leah estaba allí pero ella no dice nada. No sé qué creer.
Estaba un poco confundida por el hecho de que Leah estuviera también implicada en esto.
— ¿Y qué pasará con los culpables papá?—pregunté porque lo que más me preocupaba era que pasaría con Edward.
—Serán suspendidos, les quitaremos las licencias, harán trabajos de limpieza en el pueblo y pasarán una noche en prisión para disciplinarlos. Odio hacerle esto a Billy pero Jake es de hecho uno de los culpables y debo ser imparcial. Me gustaría tanto tener a ese Cullen una noche para darle un buen susto, estoy seguro de que está implicado, este pueblo era tranquilo hasta que ellos regresaron— dijo bastante alterado.
Me asusté por sus palabras, allí estaba otra vez ese brillo de maldad que aparecía cada vez que un Cullen estaba cerca. Terminé de comer y me despedí de papá, caminé por los pasillos buscando a Edward y casi me caigo cuando choqué con Mike. Él me miró con una sonrisa y se me ocurrió una idea.
—Mike ¿En serio corriste anoche?—le pregunté acercándome un poco a él. Al parecer se sorprendió de mi repentino cambio.
— ¿Yo? Pues Bella, todo lo que dicen…—no lo dejé terminar.
—Jamás creí que tuvieras el valor de retar a Jacob—le susurré.
— ¿Qué pensarías de mí si lo hice?—dijo dudando.
—Que eres osado y atrevido. Por lo que oí ganaste ¿no?— le sonreí.
—Pues… pues sí— tartamudeó.
—No sabes lo feliz que me haces Mike. Pensé que le tenías miedo a Jacob.
— ¿Miedo? Jamás, soy mejor que él.
—Entonces creo que aceptaré salir a una cita con el ganador de la carrera, para celebrar. Te lo mereces— dije tratando de parecer sensual.
Los ojos de Mike se abrieron como platos. Me despedí de él con un guiño y me fui rogando a todos los ángeles que haya funcionado.
Busqué a mis amigas hasta que oí el altavoz llamándonos a reunirnos otra vez en el auditorio.
Demoré un poco en encontrarlas y ya no pudimos hablar porque todos hicieron silencio y yo estaba preocupada nuevamente al ver a mi padre y al director en una mesa frente a la cual tres sillas en las que estaban sentados Jacob, Edward y Mike asemejaban a una corte y ellos los acusados.
Mi padre se levantó y tomó la palabra.
—Jacob Black, de pie. ¿Participaste de una carrera de autos esta madrugada, poniendo en riesgo tu integridad y la de otras personas?—preguntó Charlie como si fuese un fiscal.
—Sí lo hice—confesó Jacob muy serio. Papá lo miraba decepcionado.
—Hoy serás detenido y llevado a la delegación donde pasarás la noche, tu permiso de conducir será suspendido un mes y realizarás trabajos comunales dos semanas. Se te suspende dos días del tus actividades escolares. Toma asiento— sentenció.
Jacob asintió y se sentó. Mi padre se dirigió luego a Edward. Lo miraba con odio.
—Edward Cullen, de pie. ¿Organizaste y tomaste parte de una carrera de autos esta madrugada, poniendo en riesgo tu integridad y la de otras personas?—preguntó papá.
Mi corazón latía a prisa. Sé que no era una sentencia de muerte pero no podía evitar sentir temor por lo que mi papá llamaba "darle un buen susto" al hombre que amaba.
Edward estaba tenso, tenía los puños cerrados, levantó la cabeza. Yo no tenía dudas de que confesaría, él era una persona íntegra.
Entonces cuando estaba convencida que no tendría salida vi a un vacilante Mike levantarse a su lado.
—Yo fui Jefe Swan— dijo –Yo soy el responsable de esa carrera. Yo reté y le gané a Jacob Black— confesó.
Mi padre que parecía estar satisfecho por estar a punto de culpar a Edward se quedó helado y volteó su rostro lívido hacia Mike cuando oyó su confesión. Un murmullo general se apoderó de todo el auditorio, gritos ahogados y risitas tontas. Todos los estudiantes se miraban unos a otros sorprendidos.
— ¡Silencio alumnos!— nos reprendió el director.
Edward estaba rígido y sorprendido todavía de pie.
—Señor Cullen, puede sentarse junto a sus compañeros— dijo papá señalándole las butacas. Edward bajó confundido y se sentó al lado de Emmett y Jasper que también se miraban con el seño adusto.
—Mike Newton por ser el organizador de esta carrera serás detenido y llevado a la delegación donde pasarás la noche, tu permiso de conducir será suspendido dos meses y realizarás trabajos comunales dos semanas. Se te suspende dos días de tus actividades escolares. Toma asiento— dijo papá derrotado.
—Si jefe Swan— respondió Mike con una voz más potente.
—A los alumnos Quil Ateara y Embry Call también se le suspenden sus licencias durante 15 días por rebasar los límites de velocidad—dijo mi padre para terminar.
—Bien, que esto sirva como ejemplo para los demás— empezó el director. –No se permitirá en este pueblo el desorden. Pueden retirarse a sus aulas que todavía tienen una hora más de clases— nos ordenó.
Mi padre condujo a Jacob, Mike, Quil y Embry por el centro del gran salón hasta perderse por detrás de nosotros. Me quedé asombrada al ver a muchas chicas sonreírle a Mike, algunos alumnos le daban palmadas en el hombro, en señal de aprobación. Al pasar a mi lado me guiño un ojo, me tomó tan de sorpresa que apenas sonreí.
— ¿Qué diablos fue eso?— chilló Alice a mi lado cuando el salón se estaba vaciando.
—Ese idiota se llevó todo el crédito—se quejó Rose.
—Me declaro culpable—dije tapándome el rostro.
—Explícate— pidieron en coro mis amigas.
—Papá estaba seguro que Edward había participado en la carrera y tenía planeado algo malo en la delegación, algo para asustarlo. Así que se me ocurrió una idea tonta. Flirteé con Mike— dije volviendo a taparme el rostro totalmente enrojecida. –Le di a entender que aceptaría salir con el ganador de la carrera y ahora piensa que lo creo valiente, osado y atrevido. Por eso asumió toda la culpa— me estaba sintiendo pésima por Mike, iba a cargar con un castigo sólo por salir conmigo.
— ¿Y por qué hiciste eso?— la voz aterciopelada de Edward me sobresaltó.
—Edward. Yo tenía miedo…— dije apenas me di cuenta que oyó mi conversación con las chicas.
— ¿Coqueteaste con ese tonto para que se culpara? ¿Y yo qué? ¿Quedo como un idiota? Fui yo quien corrió y ganó, no ese engreído— dijo molesto.
—No sabía que otra cosa hacer… papá quería lastimarte…— necesitaba explicarle. Él debía entender.
— ¿Y por eso vas y te tiras a los brazos de Newton? ¿Y ahora saldrás con él para pagarle porque asumió mi culpa?— su tono era cada vez más duro.
—Esa no fue mi intención…—dije casi tartamudeando
—Nunca esperé eso de ti Bella. Hubiera preferido todos los castigos a verte salir con él— dijo marchándose a grandes zancadas.
No estaba molesto, se oía decepcionado y eso era mucho peor.
—Emmett, Jasper— dije apenas conteniendo las lágrimas.
—Ay Bella, le diste en el orgullo a Eddie— Emmett movió la cabeza negativamente y salió también rápido tras su amigo.
—No te preocupes, se le pasará— dijo Jasper tratando de consolarme. –Él haría lo mismo por ti, creo que haríamos lo que sea por la persona que amamos— dijo mirando a Alice. –Nos vemos luego— se despidió.
—Es perfecto— dijo Alice suspirando mientras observaba cómo su novio se alejaba.
—Ya deja de babear— le reprochó Rose.
Me abrazaron y me confortaron todo lo que pudieron pero yo me sentía fatal. Regresamos a clases en silencio. Edward no me miró, salió tan pronto tocó el timbre. Sabía que no vendría esta noche a verme, eso me dolía mucho.
Llegué a casa muy triste pero con la determinación de saber porque Leah estuvo en la carrera anoche. ¿Qué o quién podía haberla llevado allí? Jacob, Quil, tal vez Embry.
— ¿Leah te sientes bien?—le pregunté. Estaba peor que en la mañana, se veía demacrada.
—Sí ¿Se te ofrece algo? Mamá salió— respondió automáticamente.
—No quiero nada. ¿Qué sabes sobre la carrera de anoche?— pregunté.
— ¿Que voy a saber? Sólo lo que dijo tu padre. Que Jake y Mike corrieron— se encogió de hombros.
—Tú sabes que eso no es cierto—presioné un poco.
—Pues tú pareces as enterada que yo— se puso a la defensiva.
— ¿Por qué estuviste allí?—pregunte sin rodeos.
—Tú tampoco estabas en la cama a esa hora—me reprochó. –Ves Bella, cada uno tiene sus secretos, no quieras pasarte de lista conmigo. Tú tienes los tuyos y yo los míos ¿De acuerdo? Yo no quiero saber que te traes con ese Cullen y sus amigos, así que no me preguntes— trató de zanjar la conversación pero yo no estaba satisfecha y no dejaría de indagar.
—Fue por Jacob ¿Verdad?— pregunté.
—Que te importa Siempre has sido una niña engreída porque te crees el centro de todo. De esta casa, de la escuela y de Jake— gritó. Entonces era por él.
—Jamás he pensado eso, quisiera que mi padre no me pusiera en ese dilema. ¿Crees que quiero terminar casada con Jake o Mike?
—Te vi coqueteándole a Mike— me reprochó.
—Fue solo para...
—Sí, para que no culparan a Cullen. Qué ridícula eres, tú padre estuvo a punto de tenerlo en sus manos, ha esperado por esto mucho tiempo. Y su única hija lo echa a perder. Te lo advierto y que te quede claro. Aléjate de mí Bella, no preguntes, no intervengas, no te metas en mi vida o tu padre sabrá que su hija...
— ¿Qué sabré?— papá acababa de entrar y nos había oído, al menos sólo la última parte.
—Nada Charlie, Bella y yo solo discutíamos.
—Tú sabes algo Leah y me lo vas a decir ahora. Empieza— la voz de papá parecía amenazante.
—Lo siento Bella—dijo ella. Me asusté mucho. —Sé que Bella fue la causa de la carrera de anoche— dijo muy suelta de huesos.
—Eso ya lo sabía Mike confesó todo. ¿Algo más que yo no sepa?
—No señor.
—Vete a dormir, debo hablar con mi hija.
Leah salió disparada yo tenía mucho miedo que papá descubriera algo.
—Bella tenemos un problema. Jacob y Mike van a terminar matándose si no eliges pronto. Mike confesó que fue por ti que se animó a enfrentarse a Jake en una carrera. Jamás lo hubiera creído, él parecía siempre tan cobarde. Parece que lo subestimé. He tenido una discusión con Billy, él también piensa que es hora de que elijas por el bien de todos. Si tu no lo haces lo haré yo— se escuchaba menos enfadado pero aún así me parecía mal lo que decía.
—Papá dame un tiempo más. No sé por cual decidirme—dije a punto de llorar. –Ya sé. Aceptaré salir con ambos, tendré una cita con cada uno, la semana que viene con Mike y la próxima con Jacob. Y el mes que viene sabrás mi decisión— dije rápidamente. Sabía que era mentira pero más tempo.
—Me parece bien aunque sigues dilatando el tiempo. Quiero que te cases al terminar las clases para que puedas ir a estudiar con tu esposo. Ya les advertí a esos dos que nada de enfrentamientos por ahora o los meteré a la celda hasta que decidas. Ve a dormir ahora— ordenó.
—Si papá—le di un beso y me fui a mi habitación.
No pude evitar mirar por el balcón esperándole. Mis lágrimas caían, me sentía tan desesperada y sola.
Mañana iría a ver a Esme, necesitaba hablar con alguien que pudiese entender. Que pueda aconsejarme. No sé si hice lo correcto al aceptar salir con Mike y Jake pero necesitaba más tiempo.
Tal vez esto terminaría con el amor de Edward.

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