12 enero 2013

Capítulo 7





CAPÍTULO 7

Y LLEGÓ EL GRAN DÍA: PLANES DE GUERRA

— ¡Papá que elegante que estás!— Dije sonriendo mucho.
— Y tú estás muy linda Bella, deberías arreglarte un poco más el cabello.
— Se ve fatal ¿verdad? Pero es que no tengo ni idea de cómo hacer esos bucles y moños complicados— Me miró con tristeza.
Salimos hacia la casa de los Masen, era aún temprano ni siquiera oscurecía pero sabía que Edward estaría esperándome hacía horas.
Subí las escaleras para ir a su habitación. Me detuve cuando oí risas dentro. La puerta estaba entreabierta y me asomé a ver. Había una chica rubia sentada en su cama. ¡Pero qué rayos! ¿Acaso tendría que amarrarlo a un árbol? Más le valía que tuviera una buena explicación porque no me importaba que fuera su fiesta, lo arrastraría en este mismo momento.
— Te vez muy guapo Ed, ese traje realza tus ojos— ¿Ed? Quien rayos era ella para llamarlo así
— Tanya porqué no bajas a la fiesta. Tengo aun cosas que hacer— le oí decir algo molesto.
— Pero si aún no empieza la fiesta, déjame arreglarte esa corbata— Eso era pasarse de lista.
— No me toques, yo puedo hacerlo solo— respondió él y sentí aun mas irritación en su voz, por lo menos no tendría que atarlo a un árbol esta noche
— Pero Ed puedo sentarme aquí y verte— ahora sabía a quién ataría a un árbol.
— Ey tu niñita ¿Qué haces aquí? La fiesta es abajo así que desaparece— alguien me habló por detrás. Me giré para verla, era una pelirroja muy guapa y mucho más alta que yo y su vestido era muy atrevido y sin mangas.
— Que me miras, ¿que no escuchas?— me volvió a gritar y sentí que la puerta de la habitación se abrió por completo.
— Victoria ¿por qué le hablas así?— Era la voz de Edward y se oía realmente molesto
— Hola primo, te vez divino— dijo la pelirroja con una sonrisa coqueta. Así que estas eran sus primas, en verdad me sentía una niñita al lado de ellas.
— Tanya, Victoria, ella es Bella, mi mejor amiga. Princesa ellas son mis primas— dijo tan rápido que apenas le entendí.
— ¡Ahora salgan de aquí!— casi gritó al decir esto último.
Sentí un tirón y de pronto me di cuenta que había sido atraída hacia dentro de la habitación, Edward había echado a su primas, cerró la puerta y le pasó el cerrojo.
— ¿Por qué tardaste tanto? Estaba a punto de cometer primicidio. ¿Qué parte de no me dejes solo en este día no me entendiste?— dijo y me abrazó. Me sentí extraña, muchas emociones juntas en tan poco tiempo. ¿Pero qué me pasaba? Primero furia al ver a esas chicas aquí, desconcierto y ahora me estremecía entre sus brazos.
— Lo siento— fue todo lo que pude decir.
— Ayúdame con esta corbata Bella me está volviendo loco.
Arreglé su corbata para tener las manos ocupadas en algo. Realmente se veía bien con ese traje y esa corbata iba a juego con sus ojos.
— ¿Qué te sucede Edward?
— Nada Bella, es sólo que estoy un poco ansioso.
— ¿Edward?— la voz de su madre llegó desde el otro lado de la puerta. Corrí a abrirle
— Bella. Que gusto verte, Edward ha estado todo el día preguntando por ti. Ven a mi habitación te arreglaré el cabello.
— Voy con ustedes— dijo él.
Fue un poco incómodo que me peinara con Edward revoloteando por toda la habitación y sin intenciones de irse. Sus primas deben ser terribles, pensé.
— Edward ya deberías bajar, los invitados no tardarán en llegar y debes estar para recibirlos.
— No voy a ir sin Bella mamá por favor.
Elizabeth me recogió el cabello y me colocó algunas flores de tela que brillaban. Me veía bien, mejor que solo el cabello cepillado. Terminó de arreglarme y salió de la habitación.
— No demores hijo— dijo antes de bajar.
— Edward sabes que puedes decirme lo que sea que te suceda— empecé a decirle sabía que algo pasaba.
— Hoy me he sentido muy extraño, como si algo fuera a cambiar pronto, como si te fuera a perder. Tuve un sueño extraño, tú estabas encerrada y yo no podía salvarte. No era como en los cuentos, ya no podía rescatarte.
— Edward fue sólo un sueño, no es importante.
— Escúchame Bella por favor— me interrumpió
— Disculpa lo siento.
— No te disculpes Bella, voy a ser sincero y te lo diré todo, sólo escucha.
Pero yo ya me había perdido en un cuento donde no podría rescatarme, trataba de imaginármelo y me asustaba porque no podía ver el final. Las historias siempre acababan bien. ¿Pero y si existiese un cuento donde el mal triunfaba? ¿Y por qué él estaba tan nervioso?
— Bella temo perderte, que suceda algo que nos aleje o peor aun que nos separe. Sé que es normal que los amigos tengan que separarse, sé que la amistad perdura, solo que no quiero imaginar no verte a diario o que estés en peligro y no pueda ayudarte. Eso es lo que me pone ansioso y extraño. Creo que me estoy volviendo loco.
— Edward ven— y lo abracé como nunca antes lo había hecho, me aferré a su espalda y me acurruque contra su pecho. Su corazón latía aprisa y el mío también. Me abrazó también y estuvimos así por unos minutos
— ¿Ya te sientes mejor?— le dije
— Si gracias, ahora si siento que podría luchar con un dragón. Bajemos, tengo que contarte todo lo que he planeado para hoy. Tengo algunas cosas preparadas. ¿Me ayudas?— dijo con una enorme sonrisa torcida, mi favorita.
— Claro que si mi capitán— dije haciendo un gesto de la marina. La noche recién comenzaba.
Llegamos al salón del primer piso Edward se colocó al lado de la puerta para recibir a la gente que estaba llegando.
— Bella quisiera tener una cuerda y atarte para que no te alejes mucho pero estos días se me han ocurrido algunas cosas divertidas y he estado haciendo planes, yo estaré siendo observado por todos así que necesito tu ayuda.
— Sr. Bauer bienvenido, Sra. Adelante por favor— sonreía atendiendo a sus primeros invitados, yo seguía pensando en que cosas divertidas se le habrían ocurrido, ojala tuvieran que ver con sus primas, sabía que no debería portarme mal en esta casa pero si era para alejarlas de él valdría la pena.
— Como te decía— continuo una vez los invitados avanzaron –he preparado algunas travesuras, ¿me sigues en esto?
— Claro siempre te sigo en todo.
— Bueno te contaré rápido. Jessica y Mike no tardan en llegar. La madre de Jessica ha venido a visitar a mi madre algunas veces, pero esta semana se ha aparecido más veces de las necesarias y me ha insinuado que le gustaría que el primer baile sea con su hija— Yo puse cara de pocos amigos, eso no me gustaba.
— ¿Bella me estás oyendo?— lo miré con total concentración y sonrió –Ayer llegó mi primo Tyler, él quiere conocerte porque le he hablado de ti.
— Y que hay con eso, me lo presentas y ya.
— No entiendes, él es sumamente competitivo, siempre que yo quería algo él se adelantaba, si yo quería un helado, él lo pedía primero o juguetes o dulces, siempre le hacía feliz andar un paso delante de mí.
— Pues a menos que me consideres un helado no veo cual sea el problema— dije divertida pensando en ser un rico helado de vainilla y que los dos se pelearan por… horror Bella saca esas ideas de tu cabeza.
— Claro que no te lo voy a presentar, en él cuanto te conozca será la última vez que yo te vea esta noche. Lo bueno es que es algo despistado y no recuerda tu nombre, así que hoy en la mañana le he dicho que te llamabas Jessica.
— Vaya así que ahora tu mejor amiga es Jessica, Edward me ofendes— dije trágicamente poniendo voz de heroína de Shakespeare.
— No te hagas la graciosa Bella, si Tyler supiera que eres trataría de alejarte de mí, se te pegaría como mosca. Pero en cuanto el piense que es Jessica tendremos dos fuera del juego.
— Ajá ya te sigo, entonces crees que yo debería sutilmente presentarlos. Bien como es él
— Va vestido con un traje gris, es rubio y alto, solo asegúrate de que sepa quién es Jessica y no los veremos el resto de la noche.
— Edward felices 16— dijeron unas personas al entrar, eran los padres de Mike y el mismo chico detrás de ellos, me alejé un poco y me escondí detrás de unas cortinas.
— Sr. Y Sra. Newton bienvenidos. Hola Mike, adelante por favor, están en su casa.
Cuando hubieron entrado vi que Mike buscaba en todas direcciones y entro rápidamente en el salón
— Bella, sal de allí. Bueno ahora tendremos que hacer algo con esta peste— dijo señalando el camino por donde se había ido Mike.
— ¿No te simpatiza verdad Edward?— pregunté divertida
— ¿Debería caerme bien? Preguntó con una sonrisa fingida.
— Bueno que hay con Mike ¿también has pensado algo para él? porque si no voy a tener que esconderme detrás de esta cortina hasta el baile. Soltó una carcajada.
— No será necesario Princesa Bella. Verás, le he dicho a mi prima Tanya que en este pueblo vive una familia inglesa descendientes de un conde y que eran los más acaudalados de la región. Y que tenían un solo hijo, el mejor de la clase y el más asediado por todas las chicas del pueblo y de la ciudad. Y le he dicho que su nombre es Mike Newton
— Pero Mike no es nada de eso se dará cuenta.
— Bella la madre de Mike siempre presume que nació en Londres te aseguro que Mike no se queda atrás.
— Entonces sólo hay que presentarlos. Yo puedo hacer eso Edward— y le sonreí.
— Preferiría que no lo hicieras pero si no logro salir de aquí va a ser necesario que encuentres la forma de acercarlos— dijo no muy convencido.
— ¿Edward y que haremos con Victoria?— esa sería la más difícil de eliminar.
— Ella tiene una debilidad. Cuando toma licor se queda dormida. Así que he pensado algunas cosas, solo te diré que no bebas nada de lo que yo te ofrezca esta noche a menos que yo te diga claro.
— No entiendo. ¿Por qué?
— Ella pronto bajará y tratará de pegarse a mí, yo te ofreceré refrescos, te los prepararé personalmente seguro que no me dejará dártelos, claro que el que supuestamente haré para ti tendrá más licor del permitido. Cuando haya bebido más de cuatro copas le tendremos fuera de combate.
—Entonces, tienes todo planeado, eres maquiavélico Edward Masen. ¿Hay algo más que debiera saber? ¿Has puesto más trampas esta noche?
— Si. El primer baile es después del coctel, deberíamos tenerlos a todos fuera en ese momento.
— ¿por qué?
— ¿Por qué? He pasado más de un mes ensayando contigo, ¿crees que voy a dejar que alguien lo arruine? Bella quiero bailar contigo y no quiero que ninguno de ellos se cruce. Ah lo olvidaba quité todas las escobas, trapeadores y recogedores del armario del segundo piso. Nuestro escondite está arreglado, he llevado bocaditos y refrescos, podremos escondernos como antes y quedarnos dormidos allí. Además tengo un regalo para ti.
— Edward, ¿te das cuenta de la edad que tenemos? Seguimos portándonos como si tuviéramos 8 años— le dije tratando de parecer muy seria. Me miró sorprendido y desconcertado.
— ¿No quieres hacer esto Bella? Pensé que tu…
— Caíste Sir Edward— grité emocionada. –Tenemos una hora para acabar con el enemigo— le dije mirando el reloj del gran salón.
— Me asustaste, pensé por un segundo que eras una bruja disfrazada de Bella. Bien una hora exacta antes del baile. Que comience la cacería. Suerte— me dijo con una gran sonrisa, como pudo pensar siquiera que yo no estaba de acuerdo con todo esto. Era una aventura nueva, no como nuestros juegos de niños, esto era de verdad y debíamos luchar por poder estar juntos al final. Lo que no entendía era porque sentía que haría lo que sea por poder estar con él. Era sólo un baile después de todo. Vamos Bella no pienses mucho, esta batalla es la mejor que has tenido.
Nos separamos, él todavía estaba recibiendo a la gente que llegaba y yo debía escabullirme. Esta noche estaba comenzando, me preguntaba como acabaría.

0 comentarios:

Publicar un comentario