13 enero 2013

Capítulo 1




 
CAPÍTULO 1

EDWARD

Prometí que todo sería como si nunca hubiese existido. Ha pasado tanto tiempo y esta agonía ha sido infinita.
Mi corazón muerto y sin vida me duele como nunca antes.
Pasé días enteros encerrado en lugares lúgubres, semanas en que me obligue a no alimentarme aunque sabía que no podíamos morir de hambre, solo me debilitaba. Logre pasar seis meses enteros sin sangre, pero los instintos podían mas.
Recorrí gran parte de Sudamérica rastreando al único ser que la pondría a ella en peligro. "Ella"… hace tiempo que no pronuncio su nombre.
Aunque mi mente la nombre y la llama cada segundo que existo.
"Bella. ¿Dónde estás mi amor?"
Hace más de 8 años que no veo a nadie de mi familia, me he alejado porque no quiero que me vean sufrir, no se merecen eso, yo fui el culpable de todo lo que pasó.
Hace más de 20 años que no veo su rostro sonrosado, ruborizarse ante mi presencia.
Pero la siento tan cerca, puedo ver desde aquí su ventana, aunque sé que no hay nadie en esa casa ahora, tampoco tengo idea de que fue de ella.
Yo debía cumplir mi promesa y alejarme lo más que pudiera, llegue al otro lado del mundo, camine por tantos lugares y nada pudo llenar el agujero que tenía en el pecho.
¿Qué será de mi vida? ¿Dónde estará ahora? ¿Seguirá viviendo aquí?
No lo creo debió haberse ido a estudiar a otro Estado.
¿Qué carrera habrá elegido?
¿Cuantos amigos nuevos llenarán sus días... alguien llenará sus noches?
No, no puedo permitirme tener ningún pensamiento al respecto, no podre controlar la furia que crece cada vez que imagino que la miran como la miré yo, que alguien toque sus mejillas como lo hice yo... que alguien...
Yo solo quería que fuera feliz y que esté a salvo.
¡Quería una vida para ella!
No hay nadie ahora en su casa, aprovecharé en entrar a su habitación una vez más, solo quiero percibir su aroma... solo una vez más...
La ventana está abierta, el cerrojo está roto, parece que nunca quiso dejar cerrada su ventana después de todo. Su habitación se mantiene intacta, pero no percibo su aroma, ella no ha estado aquí en un largo tiempo. Su puerta está cerrada con llave y hay polvo en su escritorio... y una caja en su cama.
Me pregunto si… será correcto abrirla. El aroma en su interior es extraño pero me la recuerda. Muy levemente.
Me atrevo a abrir aquella pieza.
Dentro de esta caja hay un gran sobre y un único nombre EDWARD...
Son varias hojas, escritas. No sé cuando las escribió porque no llevan fecha pero yo soy el destinatario.
¿Algo que ella dejo para mí?... ¿Cómo sabía que volvería?
¿Que sería lo que quería que supiese?

PRIMERA CARTA

¿Te fuiste o te dejé partir?

Ya no lo recuerdo. Lo cierto es que no te veo hace 20 años. Espero que te hayas distraído suficiente porque la "coladera" mente humana que tengo no te ha podido olvidar y he puesto mucha voluntad en hacerlo.
Quisiste ofrecerme una vida sin ti y he vivido al máximo pero no puedo agradecértelo ya que también te llevaste mi alegría.
Pero al fin, contigo o sin ti el tiempo ha pasado. Mi vida humana que tanto deseabas preservar, al fin de mis días quiero ofrecerte un balance final de todo lo ocurrido y de todo aquello que no querías que viviera.
Espero que te haga feliz, eso sería un consuelo, porque a mí no me hizo ninguna gracia pasar por todo esto.
Después de todo lo que dijiste en el bosque, mi corazón se partió, ya no importaba si era cierto o no, si me mentías o me decías la verdad, ni mis complejos de inferioridad que gritaban que nunca me amaste porque yo era insignificante para ti. Ya no importaba nada de eso, solo tenía una certeza, ya no estabas. Para mi bien o para mi mal, elegiste una vida lejos de mí, me apartaste de tu lado.
Te seguí no se por cuánto tiempo por aquel bosque oscuro hasta que mis piernas ya no pudieron sostenerme. Me abandoné a morir bajo un árbol, que me cobijó mejor que tú lo hiciste nunca, sin condiciones.
Allí soñé con una vida contigo, siendo perseguidos por otros vampiros sedientos que trataban de alcanzarme y tu siempre mi fiel protector impidiendo que me alcanzaran. Soñé con una ciudad de piedra y yo corriendo a rescatarte de la cólera de unos vampiros ancestrales. Me vi vestida de blanco y tú esperando por mí. Vi tantas cosas que no pasarían jamás.
Y también soñé con una vida sin ti, terminando el colegio, asistiendo a la universidad, saliendo con amigos y otro hombre en un altar. Niños sonrosados, navidades y cumpleaños, todo lo que tú querías para mí.
No sé cuánto tiempo mi mente forzó un futuro y divago en los más intrincados caminos a seguir.
Me encontraron dos días después, todo fue confuso, mucha gente, doctores, mis padres, todos corriendo y susurrando.
Y yo solo podía decir "Edward vuelve"…

0 comentarios:

Publicar un comentario