14 enero 2013

Capitulo 5




CAPÍTULO 5


CUARTA CARTA

Me marché a Jacksonville una semana después del baile de graduación. Iría a visitar a René un par de semanas antes de ir a la universidad de Chicago a estudiar Literatura. Me despedí de Charlie y de todos mis amigos. Jacob me acompaño como había prometido, para asegurarse de que todo marchaba bien.
Por ese entonces Phil había sufrido un accidente jugando baseball y estaba en casa siendo atendido por mi madre.
Se alegraron de verme aunque se sorprendieron por mi nuevo novio. Así es como se presentó Jacob aunque traté de impedírselo. Me trataba con demasiada pasión para ser un simple amigo.
Salíamos a la playa todas las mañanas, el sol era asombroso, había olvidado lo tibio y agradable que era sentir el calor en mi piel.
Jacob era muy galante conmigo, aunque directo y revoltoso también. Tenía sus momentos para todo.
Las noches en Jacksonville eran muy animadas habían karaokes y mucha vida nocturna.
La última noche antes de que me incorpore a la universidad de Chicago y Jacob regresara a Forks, salimos a pasear a la playa. Había luna llena y la arena era tibia bajo nuestros pies.
Bella, mañana me voy y no te veré en un lago tiempo— dijo algo nervioso Jacob.
Por favor, de ahora en adelante llámame Isabella, ya no quiero que me llamen más Bella. He iniciado una nueva vida y pienso cambiar algunas cosas. Mi nombre, mi cabello, mi ropa. Quiero empezar de cero. Quiero tratar de ser feliz— forcé una sonrisa, pero era difícil aun.
Entonces Isabella, no sé cuando nos veremos nuevamente, te voy a llamar y a escribir cientos de mails para contarte como van las cosas en Forks, prometo que cuidaremos a Charlie, pero quiero que me prometas que al menor indicio de actividad fuera de lo normal me avisaras o me llamarás. No estaré tranquilo hasta tener la certeza de que esa alimaña pelirroja deje de existir. No quiero que nada perturbe tu vida, nunca más.
Prometo que a la menor señal de peligro gritaré tan fuerte que puedas oírme— dije tratando de sonar divertida.
Así qué serás una nueva Bella. Estarás muy ocupada tratando de ser diferente. Y aunque creo que es una buena idea puedo darme cuenta de que aún sufres mucho— dijo mirándome profundamente
Son ideas tuyas Jake, trataré de ser diferente solo de variar un poco mi visión de las cosas, no puedo seguir siendo la misma, esa Bella murió hace tiempo.
¿Entonces la nueva Isabella podrá hacerme espacio en su vida?– preguntó tratando de parecer casual
Claro que tienes espacio en mi nueva vida, no esperarás que me quede sin amigos. Tendré algunos nuevos amigos, pero los amigos de Forks siempre serán bienvenidos a ella.
Yo no me refería a un simple amigo— dijo acercándose a mí.
Jake no creo que esto sea buena idea— le confesé.
No era que no me gustara, de hecho era muy atractivo, solo que era para mí como el hermano que yo siempre había querido tener, un hermano en quien confiar y en quien apoyarme cuando me sienta mal. No lo veía como posible romance, no quería que nadie se acercara de esa forma.
Sonrió, como pensando en algo gracioso.
Bien entonces haré una prueba, pero promete que no te molestarás conmigo— me dijo.
No creo poder molestarme contigo, ¿Qué prueba necesitas para…?— no terminé de hablar.
Me besó con mucha fuerza, como nunca había sentido. Unos cálidos labios se movieron aprehensivamente.
Quise pararlo, quise gritar, pero sus brazos eran fuertes y me tenían prisionera.
No sé cuantos segundos duró, solo sé que en cuando me soltó un sonido y un eco fue todo lo que se oyó en el silencio. Mi mano salió más rápido de lo que mis ideas tardaron en juntarse. Y cayó rápida sobre su rostro, haciendo que se marcara en su mejilla o eso creí.
Jamás vuelvas a hacer eso Jacob Black. ¡Nunca me oíste! ¿Quién te crees para besarme? ¿Mi ángel guardián?
Dijiste que no te molestarías. Bella sabes lo que siento, no podías no haberte dado cuenta.
Isabella para ti de ahora en adelante. No me había dado cuenta de que esto era lo que querías sino te habría dejado en Forks. Y ya basta con esta tontería de decirle a mi madre que eres mi novio. ¡Jamás lo serás! ¡Jamás habrá nadie más en mi vida! Me limitaré a estudiar, a hacer nuevos amigos, a conseguir un título, a tener un buen empleo y a envejecer.
¿Eso es lo que quieres? ¿Negarte una vida completa? ¿No crees que merezcas más? ¿Sigues así porque ese maldito chupasangre te dejó verdad? Pues para tu información él no es el único hombre en el mundo. No es el único hombre que te ama.
Yo no quiero amor Jake, no quiero a nadie. ¡Vete y no vuelvas más! Si estoy en peligro te avisaré pero vete. Sal de mi vida Jacob, tú y todas las criaturas mitológicas del mundo. Desde ahora ya no creo en ustedes, ni siquiera creo en el ratón Pérez, toda la magia de mi vida ha desaparecido.
Puedes negar todo lo que quieras Bella, hasta tu nombre. Pero tu corazón necesita volver a darse una oportunidad. No te cierres.
¿Pero quién creía que era para darme consejos sobre cómo vivir? Sólo un mocoso menor que yo. ¿Que sabía el del amor? ¿Que sabía de todo lo que yo sufría? Nada.
Corrí por aquella playa, dejando a Jacob atrás. Mis lágrimas caían. No debía llorar, no debía sufrir más.
"¿Edward, donde estas?" ¡Te necesito! Grité al mar.
Entonces fue que la vi.
Salió del mar como una aparición. Al principio pensé que era una de esas sirenas de las que tanto se ha hablado en libros. Vagamente recordé una película que vi cuando era niña, un dibujo animado. Porque sus cabellos eran profundamente rojos. Pero tenía piernas y caminaba hacia mí.
No era una aparición, sus ojos también eran rojos y me miraban con frialdad.
No te va a doler— me dijo… y entonces ya no sentí nada más.

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